Dejándonos llevar: viviendo en el Ser

Aquí acabamos el trabajo iniciado en el artículo anterior a la vez que finalizamos este viaje compartido por tu interior.

Hasta ahora has utilizado la mente para realizar todos los ejercicios precedentes. Con ella has alcanzado un nivel importante de evolución personal que te permite llevar una vida armoniosa. Sin embargo, para poder seguir progresando en esta nueva etapa, prescindiremos de ella. De esta manera, cruzarás el último puente que te falta: pasar del mundo de la mente al universo del Ser.

La «madre» de todas las identificaciones, y de la que provienen todas las demás, es considerar como «nuestros» los pensamientos que tenemos y, además, que son verdad. A partir de ahí surgen las identificaciones con personas, objetos, situaciones, ideas… De cada identificación nace su apego correspondiente y, consecuentemente, la lucha para mantener/aumentar aquello con lo que nos identificamos, con lo que creemos forma parte de nuestro «yo». Por lo tanto, en la mente nace la ilusión: sin pensamiento no hay identificación y seríamos libres. Con las prácticas siguientes no dejaremos de pensar, es la naturaleza de la mente, pero no nos creeremos lo que imaginamos, convirtiéndonos en testigos de nuestro «tráfico mental». Viviremos en la paz del Ser y no, como hasta ahora, en la lucha constante de la mente-ego.

Si estás oyendo algún audio subliminal para cambiar o instalar alguna creencia, incluyendo los de un artículo anterior, ¡DÉJALO! Las creencias pertenecen al mundo de la mente y lo que sigue es incompatible con ella. Si quieres vivir en el Ser no puedes estar interactuando con algo que concierne al ámbito de la ilusión: una cosa u otra.
Si no puedes abandonarlo, es señal de que la mente-ego aún gobierna tus decisiones y continúas identificad@ con este tipo de trabajo (crees que te va a hacer “más”). En este caso, prosigue con él hasta comprobar que no avanzas. Entonces, ya estarás preparad@ para reanudar tu crecimiento y serás capaz de dejar aquello que te ata a la ilusión de creerte imperfect@.

Todo lo que llevamos ejercitado nos ha permitido limpiar y elevar la energía que somos. Hemos instalado en ella la Consciencia Desapegada: la consciencia pura sin ningún tipo de identificación. Ahora descubrimos reacciones y actitudes del ego instantáneamente, sin dejarnos llevar por él, y, por lo tanto, es el momento idóneo para romper la identificación con los pensamientos que tenemos: opiniones, creencias, expectativas, deseos, objetivos, recuerdos…, es decir, con nuestras ensoñaciones. Dejaremos de divagar y pondremos la mente a nuestro servicio manteniendo, únicamente, pensamientos creativos. Para lograrlo, cambiaremos el foco de nuestra atención redirigiéndolo del mundo de la ensoñación a la vibración del ser que somos. Esto lo conseguimos por el desarrollo de la capacidad de concentración experimentado gracias al trabajo previo realizado.
Así pues, ahora damos el último paso: derrocar a la mente de su trono para permitir al Ser que somos sea llevado por Todo lo que Es.

¿Preparad@?…, pues vamos allá.

 

 

VIVIENDO EN EL SER: PAUTAS DE TRABAJO

Las siguientes prácticas son compatibles y las puedes hacer simultáneamente. Cuando tengas cierta destreza con ellas, te quedarás en la última y volverás eventualmente a las anteriores.

DEJA CAER LOS PENSAMIENTOS (reenfocando la atención)

En cuanto te sorprendas divagando sin ningún objetivo concreto, deja «caer», deja de seguir, esos pensamientos. No «bailes» con ellos, no los alimentes con tu energía-atención. Durante un tiempo, la mente-ego te chillará diciendo que son superimportantes y urgentes, pero ni caso: no mantengas tu atención en la ensoñación. Para facilitar este proceso, concéntrate totalmente en aquello que hagas, mantén toda tu atención en el momento presente, en el AQUÍ y AHORA.

Relájate en la intención de no seguir las creaciones mentales. Así profundizas en el darte cuenta de que los pensamientos que tienes no son tuyos, no te pertenecen. Surgen en tu campo de consciencia, están un rato en él reclamando tu atención y luego se desvanecen, presentándose otros en su lugar. Déjalos caer en cuanto los veas aparecer, no sigas energizándolos con tu atención. Esto hazlo siempre y cuando no tengas que llegar a alguna conclusión o alcanzar un objetivo determinado, en cuyo caso te centras totalmente en mantener pensamientos creativos hasta conseguir el resultado que buscas. Luego abandonas cualquier divagación mental.

Dejar de seguir las ensoñaciones mentales y renunciar a la intención de controlar de la mente es, probablemente, lo más dificultoso de realizar, porque todo nuestro trabajo previo ha sido mental, para desarrollar la concentración y elevar la vibración mediante las visualizaciones. Además, llevamos toda la vida fijándonos en la mente y dejándonos llevar por ella, con lo cual nos resulta todavía más complicado desechar este hábito. Ahora toca concentrarnos en la «no mente», en el hueco existente entre los pensamientos. Al principio, apenas los distinguirás entre la vorágine de las creaciones mentales habituales, pero con el tiempo y la práctica esos huecos se agrandan hasta darte cuenta de que la atención ya no está enfocada en las formas mentales, sino en el vacío lleno de paz existente entre una y otra.

En este punto, ya disfrutarás de cierto sosiego interior al disminuir el «caudal» de pensamientos que surcan tu campo de consciencia y no mantener ninguna lucha con ellos. Asimismo, como no existen desvíos energéticos a las ensoñaciones, experimentarás un aumento considerable de tu energía, haciéndote sentir más poderos@ interiormente, más capaz.

MIRA SIN VER (entrando en el Ser)

Este es un ejercicio muy simple y tremendamente efectivo que te ayuda a desidentificarte de la mente, a la vez que te conecta con la vibración que eres. Es el puente que une el mundo de la forma con el universo del Ser.
En un principio, y hasta adquirir cierta soltura con él, hazlo sentad@. Luego ya podrás realizarlo en tu vida normal.

Siéntate en postura cómoda, espalda recta, ojos abiertos. Realiza unos cuantos ciclos respiratorios hasta relajarte completamente.
Enfoca la vista en un punto fijo y centra toda tu atención en él. Toda. Paulatinamente notarás que la nitidez de la visión en el punto va perdiéndose. Deja que esto suceda sin intentar evitarlo. No hagas nada por ver mejor, solo permanece atent@, alerta. Al poco, serás consciente de todo tu campo visual sin destacar ni separar nada en él: estarás mirando sin ver, sin interactuar con lo que vislumbras, relajándote en las formas físicas que perciben tus ojos. Y ahí te quedas, en esa «ausencia de hacer».
Luego incorporas a tu campo de consciencia todo tu cuerpo, las sensaciones de las que eres consciente, sin pensar ni divagar sobre ellas, estando alerta (atención máxima) y relajad@ (actitud de «NO hacer»). Si te llegan pensamientos los dejas pasar y continúas centrad@ en tu cuerpo-energía sin perder el estado de alerta.

Cuando ya tengas cierta práctica con este ejercicio, hazlo cuando pasees o camines. Mira lo que te rodea sin interactuar con ello, sin centrar toda tu atención en lo que ves, sólo la mínima para poder caminar. Relaja totalmente tu atención, como si lo que te circunda no fuera contigo. No pienses o fantasees sobre ello, solo lo miras: nada más. También puedes hacerlo cuando esperes en colas o viajes en tren o autobús. Te sentirás teletransportad@ a tu interior, abandonando el mundo exterior y quedándote en la vibración de tu energía, en ese cosquilleo que te llena totalmente.

Según lo repitas irás apreciando ciertas sensaciones de poderío, tranquilidad y clarividencia totales. Te verás capaz de superar cualquier desafío que te presente la vida, a la vez de sentirte asentad@ en tu ser, sumergid@ en un océano de paz, donde te llegan destellos de conocimiento que relanzan tu crecimiento espiritual (las famosas «inspiraciones»).
A la par de lo anterior, descubrirás que te empieza a dar igual lo que pase. No te importa el resultado de tus acciones, ya que no hay «nadie» que desee un resultado concreto al estar en sintonía total con la vida. Te sientes amad@, guiad@ y protegid@ por este maravilloso Universo en el que vives, convirtiéndote en una hoja al viento, siendo Un@ con Todo, siendo llevad@.

Tras llegar a este punto, solo falta profundizar en la vibración que eres. Para ello, volvemos a esta conocida práctica, aunque ahora tendrá un «sabor» diferente.

SÉ LA CONSCIENCIA DE TU VIBRACIÓN (viviendo en el Ser)

Como te habrás dado cuenta, este es el ejercicio fundamental de este viaje por tu interior y, también, el final. Lo hemos realizado en diferentes ocasiones, ya que todo se reduce a vivir en el Ser, en lo que somos realmente: la suma de CONSCIENCIA y ENERGÍA DE AMOR.

La práctica «Sintiendo la vibración» la haces directamente, sin ningún tipo de imagen o creación mental: te centras en las sensaciones de tu energía, sin ningún añadido, y EN ELLA TE QUEDAS SIEMPRE. Si tienes que interactuar con el mundo físico, hazlo, pero mantén, en la medida de lo posible, parte de la atención en tu interior, en tu auténtica realidad. De esta manera, los vaivenes del exterior no te separarán de la paz que eres.
Si, por cualquier circunstancia, te cuesta quedarte en tu vibración o te pierdes en las ensoñaciones de la mente, efectúa unas cuantas respiraciones conscientes. Respira profunda y concentradamente percibiendo todo tu cuerpo y, en los ciclos respiratorios, haz olas de concentración (en la inspiración asciende tu atención por todo tu cuerpo, desde las plantas de los pies a la cabeza; en la espiración desciende hasta los pies), notando tu cuerpo por dentro. Así una y otra vez, una y otra vez…
Aprovecha cualquier momento del día para quedarte completamente inmóvil, siendo consciente de tu cuerpo; a veces tendrás que erguirte totalmente para percibir la nitidez exultante de tu vibración. Advertirás cómo el ser que eres está en un lugar (por expresarlo de alguna manera) y tu mente-ego en otro. Ahí ya se ha producido la desidentificación con la mente, distinguiendo cómo tu verdadera esencia radica en la vibración que sientes, llena de paz y poder; y cómo la mente-ego, con impaciencia y miedo, permanece en otro lugar sin contaminar la plenitud y profundidad de tu ser.

Al ser consciente de tu vibración lo que haces es abrir la puerta para que tu energía se conecte, sin interferencias del ego, con la Unidad. Hasta ahora eso era imposible debido a la gran cantidad de energía de separación, de baja frecuencia, que mantenía el ego en ella. A través de esta conexión fluye la poderosa energía del universo, llenando la tuya. Uno de los primeros indicadores de ello es que percibirás una tenue alegría al estar en tu vibración. Es un bienestar total, sin ningún motivo aparente. El ego intentará sacarte de este estado de gozo, mandándote pensamientos de cosas urgentes en las que «debes» pensar, de ensoñaciones en las que todo sale mal o de preocupación por algo en concreto. Tú, ni caso: sigue centrándote en ese júbilo constante, aliméntalo con tu atención sostenida. De esta manera impregnarás todas tus células de esa alegría, revitalizándolas, a la par que estarás regando tu futuro con la mejor energía posible: la alegría de amar.
A partir de aquí solo es cuestión de VIVIR EN LA CONSCIENCIA DESAPEGADA DE LA ENERGÍA DE AMOR QUE ERES. Llegará un momento en que vibrarás en otro estado diferente del ser, reconocible por la dicha que te va a llenar, en el que distinguirás tres sensaciones muy claras:

  1. Notas una gran PAZ a nivel mental. Tienes pensamientos, pero no «meten ruido», no reclaman tu atención, y no te generan intranquilidad o tensión al no reaccionar ante ellos. No los sigues compulsivamente porque NO SON TUYOS.
  2. Sientes constantemente la vibración de tu energía por mantener TODA la atención orientada a ella, sin ningún tipo de esfuerzo por tu parte: se ha convertido en tu nuevo hábito. De esta manera, percibes con gran claridad el PODER del amor que te llena, que eres.
  3. Experimentas una apertura total de tu corazón a todo aquello de lo que eres consciente. Aceptas todo cuanto te llega sin rechazar nada. Al no haber ego-separación eres AMOR-unión con la Totalidad. No hay ensoñaciones ni juicios que te separen de lo que vives, convirtiéndote en una MARAVILLOSA SENSACIÓN OMNIABARCANTE hacia la vida, como el bebé de la foto: el bebé maravillado que todos llevamos dentro.

Y la Consciencia Universal DESCANSARÁ en tu cuerpo, en tu energía, que se ha convertido en el Templo de Dios (¿te suena?). Este templo tiene el suelo, las paredes y las columnas vibrando en al Amor que todo lo llena y que a todo da vida. Ya has llegado y vives en casa, herman@, ya estás manifestando el Dios que eres: el Ser Divino que siempre has sido.
¡Disfrútalo!…, ¡por siempre!

NOTAS FINALES

  • Cuando lleves un tiempo en tu vibración puede suceder que, en un momento dado, sientas vértigo emocional, como si todo lo que estuvieras viviendo es mentira, que vas por el camino equivocado, sintiéndote sol@ y desamparad@. Igual te da por llorar, deprimirte o reaccionar con ira a lo que experimentas en tu interior: son las reacciones del ego al cambio de actitud hacia la vida que se está produciendo en tu interior. Estás dejando el control y miedo del ego-mente para abrirte a la confianza y la paz de sentirte llevado por la Unidad. Será un corto lapso de tiempo, varios días quizás, pero muy intensos: son los últimos estertores de la ilusión vibrando en tu ser.
    En este tiempo puedes practicar, de vez en cuando, la «Conexión Tierra-Cielo» de la visualización «Chakras de Luz». Con ella sentirás la unión con la energía divina que te dará tranquilidad y clarividencia para no dejarte llevar por las emociones de ese necesario desgarro interior. A partir de ahí, como hemos comentado anteriormente, entrarás a otro nivel vibratorio.
  • En realidad, vivir en el Ser no es más que mantener la atención en la vibración que somos, nuestra auténtica realidad física, y, a partir de ahí, desapegarnos totalmente de todo lo que aparece en nuestro campo de consciencia, sin interactuar con ello, convirtiéndonos en observadores/as desapasionad@s. No hay más.
    Crecer espiritualmente, evolucionar, es adquirir las competencias necesarias para vivir en el Ser, fundamentalmente la concentración. Ésta permite aumentar nuestra capacidad de discernimiento (consciencia) para no perdernos en la ilusión, a la vez que nos faculta para «soldar» la atención a la realidad que somos y no a la ensoñación.
    El mundo en que vivimos no nos lo pone nada fácil para crecer como personas, al contrario, estimula la dispersión mental con el bombardeo constante de información que recibimos por múltiples canales. Y ahí radica lo hermoso de estos tiempos convulsos que vivimos: todo es una maravillosa oportunidad para crecer. Cuantos más obstáculos tengamos para desarrollarnos, más fuertes y profundos nos convertimos como personas, porque ningún mar en calma hace experto al marinero (esta frase no es mía, pero es muy elevadora la sabiduría que transmite). Así que da gracias por todo lo que vives y disfruta de tu crecimiento.
  • Con lo que llevamos recorrido, ya habrás descubierto que tu única misión para esta vida es permitir que la Unidad se exprese a través de tu energía. No hay ninguna misión a realizar, dado que no hay «nadie» que haga nada, sino que la manifestación de tus dones, el cómo darlos al mundo, le corresponde a la Unidad, lo único que ES. Para ello, «tú» (tu ego) desapareces tomando la Unidad el control total de tu energía. Así ya eres llevad@, ¡POR FIN!, y no «sabrás» ni «harás» nada.
    Al permitir ser llevad@, está garantizada la expresión de tu creatividad de la mejor manera posible, teniendo en cuenta el mayor bien común, gracias a que todo el poder, el amor y la inteligencia del Universo fluyen por tu Ser. De esta manera, se realiza el propósito divino que palpita en ti, puesto que, realmente, ERES LA UNIDAD VIBRANDO EN TU ENERGÍA.

Disfruta con este trabajo, permanece todo el tiempo que te apetezca con él. Cuando ya lo tengas interiorizado y vivas en la maravilla del Ser que eres, continúa con la última etapa de tu crecimiento: «Decálogo del Ser Divino».

 

Dejándonos llevar: instalando la Consciencia

Si tras el trabajo anterior y de escuchar los audios, te notas en paz, llen@ de amor y en la toma de decisiones adviertes que no piensas, no razonas, sino que todo fluye de una manera natural. Además, si a cada momento aprecias una apertura total de tu corazón a todo aquello de lo que eres consciente, a la vez que percibes tu cuerpo de una manera nítida e intensa, entonces, ya has llegado al final de tu viaje interior y no te hace falta leer ni trabajarte este artículo ni el siguiente: estás siendo llevad@ por la energía de la Unidad y no hay ningún ego que se oponga o decida nada diferente a lo que es. Ya vives en la realidad del Ser que eres, no en la ilusión creada por tu mente.
Este «dejarse llevar», el estado de no-ego, es el estado natural en el que llegamos a este planeta para tener experiencias sensoriales: es nuestro estado de nacimiento. Pero con el paso del tiempo y el desarrollo intelectual, comenzamos a seguir a la mente y los pensamientos, perdiendo el gozo y el júbilo de nuestra auténtica naturaleza, para acabar viviendo en el mundo de las ensoñaciones mentales. De esta manera nos llenamos de objetivos y deseos, intentando controlar nuestra vida y planificar el futuro, generándonos una tensión constante. Así, dejamos de disfrutar de la dicha del Ser para vivir en el tobogán de las emociones creadas por los pensamientos.

Ahora ha llegado el momento de desandar el camino recorrido, pasar del mundo de la mente al universo del Ser.
Con el trabajo realizado hasta ahora, hemos elevado nuestra frecuencia vibratoria, limpiándola de la más densa del ego, con las identificaciones y apegos correspondientes. Ya estamos vibrando en la frecuencia del amor, sintiéndonos diferentes, pero todavía falta un último paso: cambiar al capitán que maneja el timón de nuestro barco.

Actualmente, nuestra mente-ego dirige el rumbo de la nave que somos. Lo siguiente que haremos será quitar a ese capitán, miedoso e impaciente, que elije los destinos y rutas por «nosotr@s» y no pondremos a nadie en su lugar. Permitiremos navegar a nuestro navío, nuestro ser, «solo» por las aguas de la vida que surcamos constantemente. Como confiamos tanto en ese océano de amor que nos envuelve, nos abandonamos totalmente despreocupad@s en él.
Este paso es el más difícil de dar para la mayoría de las personas con anhelos de crecimiento interior, porque significa la «muerte» del ego-ilusión. Para ello, con los ejercicios siguientes grabaremos la intención de instalar completamente la Consciencia de Dios en nuestra energía. Luego, en el próximo artículo, abandonaremos la mente y sus ensoñaciones para vivir en el Ser.
De esta manera, ya no sabremos ni adónde vamos en la vida ni por dónde. Nos convertimos en la flauta hueca a través de la cual la Unidad toca su maravillosa melodía de amor. Esto le aterra al ego, el no poder controlar, el no saber, y por eso éste es el paso más arduo si no se ha realizado un trabajo previo, por la gran fuerza que posee la ilusión. Pero una vez nos abandonamos en el «no saber» y en el «no hacer», ascendemos al último nivel de la evolución que hemos iniciado hace un tiempo, «disolviéndonos» total y permanentemente en la Unidad.

Y así, sin más cháchara, vamos con lo que nos eleva.

DEJÁNDONOS LLEVAR: INSTALANDO LA CONSCIENCIA

Como hemos visto, el ser que somos es la suma del cuerpo (energía de amor) y consciencia infinita (Dios). Ya vibramos en el amor gracias al trabajo previo, así que ahora pediremos a la Consciencia de Dios que interpenetre totalmente nuestro cuerpo. Para ello nos ayudaremos de unas invocaciones y mantras, pero antes acondicionaremos nuestra energía con una poderosa visualización.

1. VISUALIZACIÓN: “CHAKRAS DE LUZ-AURA-VERDE”

Esta visualización permite desarrollar nuestra capacidad de concentración (una de las propiedades del color verde), a la vez que nos relaja (fíjate cómo te sientes cuando permaneces un rato en medio de la naturaleza) y regenera la vibración en salud de nuestras células, revitalizando el cuerpo, preparándolo para vibrar en frecuencias más elevadas.
Haces la visualización «Chakras de Luz», pero solo la parte correspondiente al aura. En la inspiración tomas energía de la tierra y del cielo por medio de los chakras raíz y corona. En la espiración llenas tu cuerpo y aura de un intenso color verde.
Haz este ejercicio constantemente durante 3-4 días, aunque el tiempo depende de cada un@, hasta llenar tu burbuja protectora de ese poderoso color. Cuando ya sea instantáneo el visualizarte rebosando de luz verde, lo haces una vez al día como ejercicio de mantenimiento y pasas al siguiente.

2. INVOCACIONES y MANTRAS

UNA INVOCACIÓN es un decreto que lanzamos al Universo desde el poder de la divinidad-amor que vibra en nuestra energía: es una orden nacida del Dios/a que somos. Es un mandato que se cumple al instante.
La forma de trabajo es muy parecida a las frases de amor o las afirmaciones de los audios: las pronunciamos lenta y concentradamente; tras cada repetición, permanecemos con la atención enfocada en nuestro interior, fijándonos en las sensaciones que experimentamos.

Yo me he trabajado unas cuantas en relación con este tema: «Padre, llévame hasta ti», «Padre, tómame», «Padre, llena de ti el ser consciente que soy», pero las fundamentales, y que todavía me repito de vez en cuando, son estas dos: «Padre, lléname de ti», «Padre, lléname de tu Consciencia».
En tu caso concreto, elije los términos que mejor vayan contigo, con los que te sientas más a gusto. Para mí, «Padre», es la palabra que me ha acompañado toda la vida para nombrar a lo más sagrado y profundo de mi ser. Es sinónimo de Dios, pero «Padre» me resulta más cercano. Tú ya sabrás cómo nombras a esa presencia que sientes has estado siempre contigo y ponlo donde corresponda.
En un principio, para reafirmar el mensaje, puedes imaginar cómo tu cuerpo se llena de luz incolora: la Consciencia de Dios. Con la repetición no te hará falta ninguna imagen visual, percibiendo tu cuerpo nítido y vivo.
Repítete las invocaciones por parejas, como están. Si te apetece centrarte en una sola, perfecto, adelante con ella, ya irás descubriendo cómo trabajarlas.

La Consciencia de Dios está totalmente desidentificada y, por lo tanto, desapegada. No se pierde en ninguna ensoñación ni deseo: es la Consciencia Pura. Llenarnos de Dios es inundar todas nuestras células de esa Consciencia Divina, libre de identificaciones, para que no sigan siendo llevadas por los apegos de la ilusión que ha poseído a la raza humana desde el principio de los tiempos.
Las células son entes individuales con vida propia, formando parte de un ser superior: nuestro cuerpo. Además, según ha demostrado la biología, cuentan con una memoria y mente individual. De esta manera, instauramos la Consciencia Desapegada en todos los rincones de nuestro ser, sin que haya «espacios vacíos».
Llenarnos de consciencia es llenarnos de la CAPACIDAD DE DARNOS CUENTA cuándo el ego-mente está controlando nuestra energía y cortar el vínculo con él. La consciencia no limpia nada, no interviene, no interfiere, sólo eleva nuestra percepción (sensibilidad), dándonos clarividencia para descubrir instantáneamente si nos lleva la ilusión y, gracias al poder de concentración desarrollado, centrarnos en la paz del Ser que somos. Es abandonar las sombras y la oscuridad, creadas por la mente-ego, para ver y brillar en la luz del amor desapegado, convirtiéndonos en observadores/as desapasionad@s de nuestro interior.

Puede que al principio no sientas nada. No te agobies «pensando» en que lo estás haciendo mal: tú siempre lo haces bien, sólo es cuestión de constancia, de persistir. Cuando pronuncies las palabras, mental o físicamente, que tu actitud sea de poderío: estás ejerciendo tu autoridad de nacimiento, el poder del amor que eres. Sé rotund@ en tu invocación (recuerda que estás hech@ a imagen y semejanza de Dios/a) y luego quédate en la sensación corporal. Paulatinamente irás percibiendo tu cuerpo unificado, siendo consciente de su totalidad, como si estuviera despertando. Ánclate a esa sensación.

Tras permanecer un tiempo con estas invocaciones, antepones un «gracias», quedando así: «Gracias, Padre, por llenarme de ti», «Gracias, Padre, por llenarme de tu Consciencia», transformándolas en mantras.

UN MANTRA es la repetición constante y monótona de una frase para promover un estado diferente de conciencia. En este trabajo la repetición será constante y consciente, no monótona. Tras cada repetición permanece un rato en la sensación inducida en tu cuerpo, uniendo la frase a una frecuencia de vibración determinada. De esta manera se vuelve automática la conexión entre la intención-pensamiento (mente) y la vibración (energía).
Además, al comenzar el mantra con un «gracias», aumenta la energía asociada a tu intención. Notarás un cambio apenas perceptible, pero nítido, en tu vibración: tendrá una frecuencia más elevada al rebosar de alegría por haber recibido lo que pides. De esta manera adquieres la certeza.
Tras lanzar una invocación al Universo, lo único que falta es recibir aquello que decretas. Al agradecerlo ya lo has dado por hecho y, por lo tanto, eso es lo que tendrás. Con la invocación el Universo se pone a crearlo; con el agradecimiento lo materializa. Las «gracias» que das aceleran el proceso de creación.
Este es un proceso que lleva su tiempo, como todo, así que no esperes resultados inmediatos (sería el ego reclamando metas), sino vete disfrutando de las maravillosas sensaciones que experimentarás.
Durante un tiempo mantén siempre estos mantras en tu foco de atención. Cuando te sorprendas perdid@ en ensoñaciones, vuelve una y otra vez a ellos. Haz que todo tu ser vibre en la gratitud de ser tomad@ por esa Presencia-Consciencia que palpita en tu ser y PERMITE que todo suceda.

Cuando sientas la certeza manifiesta de estar llen@ de la Consciencia Desapegada, ha llegado el momento de descabalgarnos de la mente para vivir en la vibración consciente que somos. Pero esto lo dejamos para el siguiente artículo de este viaje por tu interior.

Ahora te toca trabajar, mejor dicho, DISFRUTAR de estas prácticas.

Un abrazo, de corazón y… ¡dale caña!
Seguimos en: «Dejándonos llevar: viviendo en el Ser»

Vibrando en el amor: amando al mundo

Con este artículo finalizamos el trabajo iniciado en los dos anteriores. Si estás escuchando los audios, sigue con ellos, son compatibles y altamente recomendables con las prácticas siguientes en las que introducirás un nuevo componente en tu labor: la intención.
La intención de vibrar en el amor dirige la atención a esa fuerza que oscila en nuestra energía. Esa intención ya la eleva en una pequeñísima cantidad, pero a base de repetir, de reenfocar la atención en ella, va soldándose a esa vibración que nos llena, energizándola y reactivándola.
Para facilitar este proceso, vive amando el momento presente sin rechazar nada de lo que te ofrezca (lo rechaza el ego, ya sabes). De esta manera, además, no crearás ninguna negatividad que te llegará de vuelta en el futuro en forma de circunstancias adversas. Al contrario, lo estarás alfombrando con la energía más elevada que existe, así que estate muy alerta en todo momento a cómo interactúas con la vida.

Antes de meternos en materia, te comento una herramienta muy poderosa que ya has utilizado anteriormente, pero ahora va a tener más relevancia.

EL PENSAMIENTO BASE

El pensamiento base es aquél en el que descansa la atención cuando no la estamos utilizando con un objetivo concreto o cuando realizamos alguna actividad que no la reclama totalmente, por ejemplo, conducir. Parte de nuestra atención la fijamos en el tráfico que nos rodea y en el ruido del motor para cambiar de marcha, pero el resto la solemos dirigir a divagaciones diversas, comenzando a perdernos en la mente. Como no prestamos atención a esos pensamientos marginales (lo importante es lo que sucede en la carretera), éstos atraen otros similares por la ley de la atracción (“la energía atrae energía semejante”), y al poco ya estamos montad@s en el tobogán de la ilusión.

Así pues, es fundamental mantener CONSCIENTEMENTE un pensamiento base en nuestra atención (residual) para no perdernos en la ilusión. Pueden ser uno o varios (lo ideal, así no decae la concentración) relacionados con lo que trabajemos en ese momento. Y los vamos alternando durante el día, según nos lo pida el cuerpo-ser en función de cómo nos sintamos a cada momento.
El pensamiento base es una potente herramienta de crecimiento personal: al reenfocar la atención una y otra vez a ese pensamiento, se produce un incremento importante de nuestra capacidad de concentración, que es la propulsora de la progresión espiritual. Además, cuanto más incidimos en un pensamiento antes lo materializamos, sea lo que sea, ejerciendo de pleno derecho el poder del ser creador que somos.

Ahora sí, vamos con el tema que nos ocupa.

 

ABRIENDO TU CORAZÓN: AMANDO AL MUNDO

Gracias a las prácticas de los artículos anteriores rebosas de amor hacia ti, así que ha llegado el momento de culminar este maravilloso trabajo.

Comienzas con la visualización “Chakras de luz-aura” y realizas unos cuantos ciclos respiratorios, llenándote de una intensa luz rosa como hemos visto en el artículo anterior. Luego dejas de enfocarte en ninguna imagen mental y te centras en la vibración de tu cuerpo, en las sensaciones que experimentas. No te costará nada (estarás relajad@ por la visualización) y te mantienes un rato flotando-vibrando en esa sensación que recorre, y es, tu cuerpo, tu energía.
A partir de ese estado de quietud, ESTABLECE EN TU INTERIOR LA INTENCIÓN DE DARTE AL MUNDO, de abrirte a todo lo que te rodea, para fundirte en uno con Todo lo que Es, amándolo sin barreras. Acoge en tu ser todo aquello de lo que eres consciente: personas, animales, objetos, ruidos, olores, situaciones, sensaciones, pensamientos… Abrázalo en tu corazón y hazlo parte de ti porque, en realidad, todo forma parte de tu ser, del Todo que eres: somos Un@ en el AMOR.
Permanece todo lo que puedas en esa sensación omniabarcante. No intentes controlar ni dirigir los pensamientos que se presenten, déjalos que revoloteen en tu campo de consciencia sin interactuar con ellos. Tampoco ansíes conseguir ningún objetivo ni esperes ningún resultado, sólo AMA: siente la vibración del Amor que eres.

Amar es disolvernos en la energía universal que nos rodea, ser uno con la Unidad. Es conectar nuestro chakra corazón al mundo sin interferencias del ego-miedo y fundirnos, sin separaciones de ninguna clase, con todo lo que la vida nos presenta. Es retirar la sutil barrera que hemos levantado inconscientemente entre nosotros y los demás que impide unirnos a Todo lo que Es.
La mente-ego reclamará su cuota de atención (la ha tenido toda hasta ahora y la echa de menos) por medio de pensamientos de reproche (“estás haciendo tonterías, ¿qué es eso de amar a Todo?, ¡eso es imposible!, ¡no pierdas el tiempo!”) o inseguridad (“¿estaré haciendo bien esta práctica?, ¿funcionará?”). Tú, ni caso, sigue abriéndote a la vida sin caer en sus cantos de sirena.

Si tienes algún pensamiento recurrente que te hace luchar con él, haz los pasos de perdonar y amar del “Ejercicio del perdón”, dándote cuenta de que todo es una creación tuya. Y te quedas en el amor del perdón.

RESPIRANDO Y AMANDO

A veces sucede que, solamente con la intención de amar, no conseguimos avances significativos. Es debido a que aún tenemos cierta cantidad de ego bloqueando cualquier intento de apertura. Para atravesarlo, céntrate en la respiración: en la inspiración notas como tomas energía de la Tierra y del Cielo por medio de los chakras raíz y corona; en la espiración sientes brotar de tu corazón un inmenso chorro de energía amorosa, inundando todo cuanto te rodea. No te centres en las imágenes visuales que puedan llegarte, sino en las sensaciones que experimentas, fundamentalmente en tu pecho, donde está el chakra corazón. Siente cómo todo tu ser se expande al mundo a través de tu 4º chakra.

Esta es una práctica ideal para cuando interactúes con una o varias personas. Imagina tu corazón unido a los suyos por un canal de energía que brota del tuyo. A través de él sientes fluir el amor en ambas direcciones, estableciéndose una profunda conexión entre vosotros. Experimentarás un intenso júbilo en esos momentos de unión energética auspiciada por tu intención de amar.

Puede suceder, si tu ego aún es muy poderoso, que no logres progresos notorios con la respiración. Entonces, trabájate esta elevadora visualización-sensación que te llevará irremediablemente a ello.


VISUALIZACIÓN: “ABRAZANDO AL MUNDO”

Imagínate de pie frente a tus seres queridos, abrazándoles con total intensidad y amor: hij@s, pareja, progenitores, herman@s, amig@s… Yo suelo empezar con mis dos hijos frente a mí: uno a mi izquierda y el otro a la derecha. Detrás de cada uno hay otras dos personas que les abrazan por su espalda y así sucesivamente. Todos miran en mi dirección y yo en la suya. Para no despistarme con la ropa, estamos tod@s desnud@s. Voy añadiendo personas en orden decreciente de cercanía emocional, apareciendo por detrás de ell@s más y más gente a las que ya no distingo sus rostros. Bueno sí, aparecen Donald Trump, Putin y otros más de su especie: hay que amar a todos sin excepción y así me obligo a ello. Voy sumando personas a este abrazo amoroso hasta incluir dentro de él (con mi intención) a todos los habitantes del planeta, uniéndonos en un estrujón fraternal de tod@s y entre tod@s. Y permanezco sintiendo este amor al mundo todo el tiempo que puedo.

Lo que comienza con una visualización acaba convirtiéndose en una profunda sensación omniabarcante de amor.
Al principio igual te cuesta un poco (haz más hincapié en la intención de amar que en la nitidez de la visualización), pero persevera en ello (la repetición es la madre de la mejora) y pronto lo harás con suma facilidad. Tú verás cómo organizas esos abrazos, a quién pones en primera fila en contacto directo contigo porque luego, al hacer el pensamiento base, va a ser lo primero y casi lo único que vas a distinguir. El resto será la intención de amar.
En otras sesiones puedes ir ampliando ese amor a todo lo que existe en el mundo: árboles, plantas, animales, ríos, mares, desiertos, montañas, ciudades… Hazlo como más te guste y, si surge de tu interior, improvisa. Así se convertirá en tu visualización: tu creación.
Cuando lleves unos días con ella, imagínate a esas personas frente a ti dando la vuelta a la Tierra y abrazándote por tu espalda, llenándote de su amor. Así pasas de sólo dar amor al mundo a recibirlo de él y advertirás cómo cambia tu vibración, tus sensaciones, haciéndote sentir más revitalizad@. Con el tiempo dejarás de fijarte en tus seres allegados, viéndote inmers@ en un mar de gente a la que amas y eres amad@.
Cuando esperes en colas, pasees o viajes quédate contemplando a las personas que te rodean. Obsérvalas sin enjuiciar ni comparar ni divagar sobre ellas. Sólo les abres tu corazón SINTIENDO que tú eres ell@s y ÁMATE CON LOCURA: percibirás automáticamente el poder del Amor palpitando en ti.

En esta práctica, la clave es SENTIR, no VER con la imaginación. Comienzas ayudándote de una imagen mental, pero permaneces, y acabas, experimentando las maravillosas sensaciones que te llenan, siendo consciente de tu energía abarcando Todo lo que Es.
Convierte esta visualización en tu pensamiento base (imagínate una foto tomada por detrás y un poco por encima de tu cabeza, en la que te ves abrazad@ a todo el mundo, en un interminable triángulo invertido en el que tú eres el vértice inferior, donde comienza todo), al que vuelves una y otra vez cuando te notes divagar haciendo tus cosas mundanas. El caso es mantener el mayor tiempo posible la intención de amar en tu campo de consciencia.

BENEFICIOS 

  1. Ésta es una eficaz visualización-sensación que va elevándote en la vibración del amor incondicional. Empezamos con los seres queridos, a los que normalmente estamos apegados, y aumentamos progresivamente la incondicionalidad de nuestro amor al no distinguir los rostros. Así conseguimos amar a todo el mundo de la misma manera que a ellos, pero sin ningún tipo de apego. De este modo ya no hay ninguna diferencia y todos vibran-vibramos en el AMOR sin etiquetas.
  2. Con el paso de los días, experimentarás intensos destellos de clarividencia: te llegan ideas que sientes como ciertas dándote una nueva visión acerca de las situaciones que vives o reacciones que tienes. El aumento de la clarividencia es consustancial a la elevación de nuestra frecuencia vibratoria.
  3. Según vayas repitiendo esta visualización, advertirás que la imagen mental de verte dando amor al mundo se transforma en un interruptor teletransportador del ego-mente a la sensación-vibración del amor incondicional que eres. Y esto eleva instantáneamente tu vibración, tu estado de ánimo. Pronto te notarás de manera diferente, con unas maravillosas sensaciones recorriendo tu ser: la alegría de amar.
    Además, esta foto mental del abrazo se convierte en el cortafuegos que impide a los pensamientos de la mente-ego anidar en tu campo de consciencia, manteniendo siempre pensamientos elevados.
  4. Otro efecto maravilloso de esta práctica es que, al mantener conscientemente un pensamiento base y regresar a él siempre que te pierdas en la ilusión, adquieres el control absoluto de tus pensamientos: no piensas en lo que el ego quiere (todas las ensoñaciones vividas hasta ahora), sino lo que el amor anhela.
    Esto supone un cambio fundamental en tu percepción personal, llenándote de paz y alegría, por sentirte dueñ@ de tu mundo interior: ahora tú decides en qué piensas. No como hasta ahora, que habías delegado esa facultad en la mente-ego y te llevaba por su mundo de ilusión, habiéndote convertido en su esclav@.

Mantén siempre este pensamiento base (o cualquier otro relacionado con el amor) en tu interior. Es el ancla que impedirá te pierdas en las ensoñaciones mentales, “enchufándote” al ser que eres.

Las prácticas de estos artículos de “Vibrando en el amor” son las más transformadoras que harás en este curso de iniciación espiritual. Realizando únicamente este trabajo en el amor (con los audios incluidos), sin haber hecho ninguna labor interior previa, te desarrollarás como persona hasta límites insospechados, aunque te resultará más fácil si has “entrenado” antes. Así que abraza al mundo todo lo que puedas, que él te devolverá tu abrazo centuplicado.

Permanece todo el tiempo que quieras con esta visualización que se convertirá en motivo de goce para ti. Cuánto más la repitas, más creces en el amor (se desarrolla aquello que se ejercita). Así que ama y ama. Deja caer todas tus barreras interiores y permite que la vida te atraviese sin oponer resistencia, como si no existieras, estando abiert@ a todo lo que te regala, agradeciendo todo.

Cuando lleves un tiempo con este trabajo, te sientas muy cómod@ con él y disfrutes amando, es el momento de recorrer la última etapa de nuestro viaje compartido. Esto lo haremos en los dos siguientes artículos, siempre y cuando te apetezca cambiar de aires. Si gozas amando y quieres continuar con ello, adelante, quédate aquí saboreando tus nuevas sensaciones hasta percibir el anhelo de continuar con tu crecimiento.
Ahora, te recomiendo ejercites lo aprendido. Si quieres, claro.

Un abrazo, de corazón.
Nos vemos en: “Dejándonos llevar: instalando la Consciencia”.

Vibrando en el amor: amándonos

Al comenzar este viaje interno tenías tu atención acostumbrada a mirar, casi permanentemente, fuera de ti, al exterior. Con el trabajo realizado has redirigido la dirección de ésta y, salvo excepciones puntuales por la necesidad de interactuar con el mundo, la mantienes orientada a tu interior. Ahora hay más luz en él y se respira un aire más puro, aunque todavía falta abrir totalmente las ventanas de tu ser para que fluya con libertad la energía más poderosa que existe: el AMOR.

Tu cuerpo es energía de amor. Pues bien, en estos momentos, si has hecho todo el trabajo precedente y escuchas los audios, lo tendrás bastante limpio de la energía del ego. Ya vibras en el amor incondicional, aunque a una frecuencia no muy elevada (hasta no hace mucho, eras una bola de ego andante). Ha llegado el momento de incrementar esa frecuencia y de quedarte, para siempre, en la vibración del amor que eres.

 

BENEFICIOS DE VIBRAR EN EL AMOR

Los beneficios que obtenemos por vibrar en el amor incondicional son muchos al aumentar de una manera muy acusada nuestra frecuencia, pero los más destacados son los siguientes.

1.- Incremento de nuestra sensibilidad para detectar el ego
Al volverte más consciente de cómo es la frecuencia del amor, en cuanto la abandonas para perderte en la ilusión notas antes el cambio, no dejándote llevar por esa energía de más baja vibración.

2.- Atraemos pensamientos más elevados
Debido a nuestro incremento vibratorio tenemos otro tipo de pensamientos, desapareciendo casi totalmente los de conflicto, decaimiento, negatividad, incertidumbre… Ya tenías pocos gracias al trabajo previo realizado, pero ahora notas tu mente plena de pensamientos de amor, de poder, de unión, de certeza

3.- Mantenemos un estado de ánimo pletórico y optimista
Al sostener pensamientos más radiantes, tu estado de ánimo lo reflejará: te sentirás más animad@ y vital, experimentando un constante regocijo interior. Ese bienestar lo irradias a los demás que se notarán mejor en tu presencia y recibirás de ellos su positividad. De esta manera, recargas y renuevas tu energía en un bucle de retroalimentación.
Además, al tener un estado de ánimo optimista, emites esa alta vibración al universo que te devolverá esa misma frecuencia en forma de situaciones de vida, convirtiéndola en un incesante carrusel de alegrías.

4.- Percibimos la conexión con el Universo-Unidad de una manera más intensa y constante
Te sientes amad@ y protegid@ por una energía poderosa e inteligente que te guía por la vida de la manera más adecuada para tu mayor crecimiento personal. Descubres un montón de afortunadas “casualidades” y sientes haber encontrado tu “sitio” en esta vida, sabiendo lo que harás en ella (tu misión). Esta certeza te llena de una fuerza interior desconocida hasta entonces, permitiéndote realizar cosas que creías imposibles.

5.- Nos convertimos en emisores/as de amor
Al practicar el ejercicio de “Chakras de luz” creaste una burbuja protectora que te aislaba de la influencia del ego circundante. Pues bien, al vibrar en el amor, esa burbuja deja de ser una coraza defensiva para transformarse en una emisora de la más alta frecuencia de vibración: el amor. De esta manera, comienzas a darte al mundo y, a consecuencia de ello, todas las personas con las que interactúas experimentan una elevación de su frecuencia vibratoria (en unas más intensa que en otras). Así, de esta manera tan maravillosa, vas elevando la vibración de este planeta, cumpliendo el propósito de tu vida: ser una fuente del amor incondicional que rebosa en ti.

VIBRANDO EN EL AMOR: AMÁNDONOS

Este trabajo en el amor está dividido en tres etapas por ser el más importante para tu crecimiento personal. Además, normalmente, es el aspecto menos desarrollado del ser que somos por vivir en un mundo separado, en el que cada uno mira por lo suyo. Y esa forma de «mirar» la vida no favorece el crecimiento en el amor.
En la primera etapa, acondicionamos nuestro subconsciente por medio de los audios subliminales del capítulo anterior. De esta manera, instalamos unas nuevas creencias que van a favor de lo que somos, no en contra, como la mayoría de las que tenemos actualmente.
En la segunda etapa, que arrancamos ahora, llenamos nuestra mente consciente de ese concepto, para, seguido, amarnos a nosotros mismos: PUNTO FUNDAMENTAL DE ESTE TRABAJO. Así, desde ese amor que colma nuestro ser, podremos amar incondicionalmente a todo lo demás, fluyendo con la vida. Eso lo veremos en el siguiente artículo, donde finalizamos este amoroso aprendizaje.

Y sin más preámbulos, vamos a la parte práctica, a lo que nos hace crecer.

1º. ACONDICIONANDO LA MENTE

Lo primero que haremos será enfocarnos en mantener pensamientos de amor. Nos repetiremos unas afirmaciones llenas de ese vocablo para integrarlo en nuestro ser.

PENSAMIENTOS DE AMOR

  1. Todo cuanto me rodea es amor.
  2. Siento amor, pienso en amor, hablo y actúo llen@ de amor.
  3. Soy el amor incondicional a Todo lo que Es.

Como alguna vez he comentado, adecúa las palabras a tu forma de expresarte, que conecten contigo y las sientas como tuyas. Cambia y retoca lo que consideres oportuno hasta dejarlas a tu gusto: conviértelas en «tus» frases.

Vete de una en una, en el orden en el que aparecen, y permanece todo el tiempo que quieras con cada una de ellas: 1, 2, 3… días. Tómate todo el tiempo que necesites y te apetezca. Llegará un momento en que sentirás debes ir a otra frase al encontrarte llen@ de la esencia de la que estás integrando en tu ser. Entonces, cambias de afirmación.

La forma de crecer con ellas es la habitual. Diariamente, cuando te encuentres en tus sesiones de trabajo interior, comienza a repetirte (mental o físicamente) la frase con una cadencia pausada y profunda, concentrándote todo lo posible en ella. Al finalizar, permanece un rato sintiendo tu vibración. Con cada repetición, percibirás cómo tu energía va elevando su frecuencia, notándote mejor. No «pienses» el significado de las palabras, sólo siéntelas. Centra tu atención en la sensación-vibración de tu cuerpo, sin perderte en ninguna elucubración mental acerca de lo que dices.
Durante el día, en tus quehaceres habituales y siempre que puedas, vuelve a estos pensamientos semilla, a ver-sentir amor en todo. Conviértelos en tus «pensamientos base». Regresa a ellos en cuanto tengas momentos de asueto mental y no necesites enfocarte en nada concreto. También, cuando te notes perdid@ en ensoñaciones, retoma una y otra vez estos pensamientos de amor. Estas ensoñaciones nos llegan al hacer algo rutinario que no necesita toda nuestra atención. Una parte de ella la enfocamos en lo que hacemos (conducir, por ejemplo) y el resto la dirigimos, normalmente, a divagaciones diversas. Pues bien, en esos momentos sigue con lo que estés haciendo y el resto de tu atención la llevas a la afirmación del día.

La última frase, tras haberte trabajado las anteriores, es especialmente poderosa para tu crecimiento. Todo lo que vives está diseñado para tu mayor desarrollo personal, así que aprovecha todas las oportunidades-regalos de la vida para elevarte y ama, especialmente, aquellas circunstancias y/o pensamientos que te generan rechazo.
Si notas que el ego te lleva, céntrate en esta frase y te conectará a la realidad que eres. Es mágica.
Cuando adviertas que ya no avanzas más por tener todas las afirmaciones incorporadas a tu ser, pasa a la siguiente práctica.

2º. CHAKRAS DE LUZ-AURA-ROSA: AMÁNDONOS

El siguiente paso es realizar esta visualización en la parte correspondiente al aura, concentrándote totalmente en ella. En la espiración llenas tu burbuja de una luz rosa vibrante que emerge de tus chakras y te interpenetra completamente, haciéndote sentir la totalidad de tu cuerpo.
Permanece unos días con esta visualización, que ya has trabajado anteriormente, hasta llegar a la «maestría» con ella. Eso sucederá cuando, sólo con la intención de hacerla, notes todo tu ser vibrando en la luz rosa. Con 2-4 días será suficiente, pero el tiempo es muy relativo, así que no te lo tomes al pie de la letra. El crecimiento espiritual por medio del trabajo interior es proporcional al tiempo dedicado y la intensidad del mismo. Y la intensidad depende de la capacidad de concentración que tengamos (normalmente baja si no ha habido un entrenamiento anterior).

Con esta visualización nos llenamos de amor, fundamento e intención del trabajo a desarrollar ahora, ya que si no nos amamos incondicionalmente a nosotros tampoco podremos hacerlo con los demás. El verdadero amor comienza por un@ mism@.

Si todavía te llegan pensamientos de reproche o no aceptación hacia ti (no te gusta el cuerpo que tienes, el cómo hablas, lo impaciente que eres, lo poco inteligente que te consideras…), haz el ejercicio del perdón. Llénate de luz violeta y ama todos aquellos pensamientos negativos que puedas tener sobre ti. Tú has sido el creador/a de esos pensamientos que han acabado convirtiéndose en creencias establecidas acerca de lo que eres. Perdónate por no haber sabido crear mejor (no sabías lo que sabes ahora) y ama tu creación, pues tal y como eres AHORA, eres perfect@.

No nos amamos porque el ego nos lo impide. El ego es sinónimo de separación y nos separa de lo que somos. Si no fuera así, él no existiría. Cuando estamos unidos a nuestra auténtica realidad, cuando vibramos en el amor incondicional, no hay separación con nada, sólo existe la unión, la Unidad, y no hay «espacio» para el ego.
El que «ve» tus imperfecciones o carencias es esa ilusión que crees ser. Estos «defectos» son el resultado de las comparaciones que él hace con el ideal de persona que supone debes ser para desenvolverte adecuadamente en este mundo.

Con el perdón no intentas cambiar las creencias que tienes, sino amar los pensamientos creados por ellas, de manera que, cuando te lleguen las habituales críticas y desaprobaciones del ego, tú solo sientas amor. Así abandonas la lucha con tus pensamientos y dejas de alimentarlos con la negatividad del rechazo, rompiendo el bucle de acción-reacción que los perpetuaba. De este modo, cambias tu vida al elevar la vibración que envías al universo, recibiendo situaciones acordes a tu nueva frecuencia vibratoria.
Tú eres amor, así que ama todo, incluyendo esas interpretaciones limitantes del ego acerca de ti. No eres lo que crees ser, no eres una idea mental, sino una sensación, una vibración.

Compagina las dos prácticas (la visualización y el perdón) hasta mantener solamente pensamientos de amor y poder («soy capaz»): los dos componentes de la energía creadora que somos. Tendrás que ir alternando entre los colores violeta y rosa, pues el perdón es la llave que abre la puerta del amor. Por ello, perdónate para poder amarte.

Este trabajo es muy importante para tu crecimiento espiritual, por consiguiente, no avances hasta sentirte totalmente amad@ por ti mism@. Para saberlo, colócate delante de un espejo, sonríe y dile a tu imagen reflejada: «Te amo totalmente. Eres perfect@ tal como eres». Si sientes en tu interior la alegría de estas palabras, sin percibir ninguna negatividad del ego agazapado, entonces ya estás preparad@ para la siguiente práctica.
Venga…, al espejo.

Un abrazo, de corazón.
Nos vemos en el final de esta apasionante trilogía “Vibrando en el amor: amando al mundo”.

Vibrando en el amor: los audios

Hola, herman@.
Ya llevas un tiempo trabajando los ejercicios de artículos anteriores y en tu vida se vislumbran cambios significativos y maravillosos. Sientes ir por el buen camino, te notas avanzar, estás creciendo, y así sigues ininterrumpidamente con tu trabajo interior: ¿para qué cambiar algo que funciona bien?
Pero puede suceder que, en un momento dado, tras un período de fuerte crecimiento personal, te notes estancad@, que no progresas, como si estuvieras en un bucle. Esto es señal de que has llegado al límite de desarrollo con los ejercicios anteriores y necesitas otro tipo de trabajo: el que haces no te permite crecer más.

Con la práctica siguiente diluirás las resistencias inconscientes que puedan quedarte para vivir en la auténtica realidad del ser que eres. Estas resistencias, generadas por las creencias ancestrales del ego de la raza humana, son las que te impiden hacerlo de una manera plena. Para lograrlo, implantaremos en el subconsciente otras procedentes de nuestra verdadera esencia. Utilizaremos unos audios muy efectivos que reacondicionarán tu interior, permitiéndote sintonizar definitivamente con la vibración del amor.
Además, con este trabajo desarrollarás, también, las cualidades necesarias para llevar a cabo la expresión de los dones que atesoras, que es tu misión para este tránsito terrenal, tu vocación y pasión. Así nada te impedirá llevar la vida más espléndida posible, convirtiéndote en la mejor versión de ti mism@, aunque esto siempre precede a lo anterior.

Y sin más adornos, nos metemos en faena.

AUDIOS SUBLIMINALES 

Estos audios («Vibro en el amor-oficina», «Vibro en el amor-arroyo», «Vibro en el amor-dormir») los grabé para mi uso personal y te los puedes descargar. Son tres grabaciones con música diferente, así no me canso de escucharlos, pero con las mismas afirmaciones. Póntelos desde el primer día que arranques con esta práctica.

Si quieres, puedes hacer una grabación específica y trabajar los atributos-certezas que desees para llevar a cabo tu misión. En las afirmaciones bastará colocar su nombre justo antes de la palabra amor, que engloba todo aquello que te ayuda a crecer, a desarrollarte. Puedes incrementar tu paciencia, seguridad, inteligencia, clarividencia, fuerza de voluntad, constancia… lo que quieras, lo que tú creas (aquí ya anda el ego rondando) necesitar.


AFIRMACIONES DEL AUDIO

– Vibro en el poder del amor.

– Vibro en la paz del amor.

– Vibro en la salud del amor.

– Vibro en la alegría del amor.

– Vibro en la abundancia del amor.

– Vibro en la sabiduría del amor.


PAUTAS DE TRABAJO

Lo fundamental en el trabajo que ahora comienzas es escuchar el audio. Si tienes el hábito de andar, llévate la grabación en el móvil y, con unos auriculares, la escuchas mientras realizas el trabajo que te detallo a continuación (así lo hacía yo). Ésta es la forma más efectiva y cómoda de trabajar con él. Además, el andar viene muy bien para el cuerpo y repercutirá en tu estado de ánimo (el cerebro libera endorfinas, hormona de la felicidad, con el ejercicio físico) cumpliéndose el dicho de “mente sana en cuerpo sano”. Eso sí, durante el resto del día aprovecha cualquier oportunidad para escucharlo. Cuanto más lo hagas, antes notarás los resultados.

En tus sesiones de trabajo interior te enfocas en las afirmaciones anteriores. Las pronuncias muy despacio (mental o físicamente) y en total concentración, permaneciendo durante un rato en la sensación-vibración inducida por el mantra. Tienes varias formas de realizar esta práctica, pero con el nexo común de que al acabar de decir una te quedas, en la espiración, sintiendo-percibiendo la cualidad dicha. Es decir, con cada afirmación comienzas desde la mente y acabas en la vibración.

Lo que nos hace crecer es la sensación, que es la consciencia de la vibración que somos. Dirigimos la atención por medio de la mente, pero luego permanecemos sintiendo-creando aquello en lo que nos enfocamos.

1.- Pronuncia tres veces cada afirmación, repitiendo el conjunto de ellas las veces que quieras. Date cuenta de que, si percibes resistencia interna con alguna cualidad en concreto, es señal de que vibras en la creencia limitante contraria. Si, por ejemplo, cuando dices: “Vibro en la abundancia del amor”, notas en el cuerpo cualquier atisbo de incomodidad es que la “enfermedad” está asentada en la manera de verte-sentirte. Lo mejor en estos casos es no luchar contra esa sensación (estaríamos creando conflicto) y dejar que la escucha del audio vaya cambiando esa sensación de “no certeza”.

2.- Repetición de una afirmación todo el día. Si has hecho el trabajo del punto anterior, llegará un momento en que querrás quedarte con una sola y, en cuanto comiences a pronunciarla, tu energía resonará en esa cualidad, como los perros de Pavlov, que al sonar la campana salivaban. Notarás tu cuerpo unificado, sintiendo todas las células vibrando en esa característica mentada por tu voluntad. Serás consciente de cómo se va robusteciendo esa burbuja que te rodea, reverberando en esa cualidad específica (poder, paz, alegría, sabiduría, salud…). Cuando te sientas totalmente impregnad@ de ella, pasas a otra certeza-cualidad.

3.- Con el tiempo, puedes quitar la palabra “amor” del final y acabarla con el atributo que desees conseguir. También, si no quieres complicarte mucho la vida, puedes repetirte: “Vibro en el amor” y ahí te quedas siempre. Ésta es la afirmación comodín, vale para todo. Ahora bien, con cada cualidad que trabajes percibirás una sensación-vibración muy especial, así pues, te recomiendo permanezcas un tiempo con cada una de ellas.

4.- Cuando lleves una temporada con el audio, si te llega algún pensamiento recurrente que contradiga cualquiera de esas afirmaciones (escasez, enfermedad, tristeza, debilidad…), repite la afirmación opuesta a ese pensamiento. En el silencio posterior, deja que la intención de esa afirmación se convierta en una ola que llene toda tu vibración. Continúa todo el tiempo en ella, en esa sensación, hasta notar tu mente limpia otra vez.

Las frases tienen más poder cuando las articulamos físicamente. La voz tiene una vibración más potente que el pensamiento, pero también es más cansado por ese extra de energía que reclama el ejercicio. Así pues, dependiendo de cómo te encuentres en ese momento, lo haces una de una forma u otra. Yo, casi siempre, lo hago mentalmente. El caso es hacerlo.

NOTAS FINALES

– Si quieres reafirmarte en tu misión o no lo tienes claro todavía, pero ansías darte al mundo, te dejo un audio («Soy un Ser Divino-arroyo», «Soy un Ser Divino-bonita», «Soy un Ser Divino-día») que me he trabajado hace un tiempo. Solo tiene una afirmación que se repite constantemente, así que su efecto es más inmediato. Si sientes que debes utilizarlo, ¡dale caña y te centrará en tu camino! La afirmación es: “Soy un ser divino realizando una misión en este planeta; recibo todo cuanto necesito para llevarla a cabo”. Disfrútalo y ya me contarás.

– ¿Qué vibración estás emitiendo?
Ahora ya tienes la suficiente sensibilidad para saber en qué vibración estás a cada momento: en la del amor o la del ego. Cuando te notes ligeramente inquiet@, negativ@, ansios@, preocupad@… ¡CAMBIA!, sonríe interiormente, abre tu corazón y quédate en la alegría de amar (puedes repetir el mantra correspondiente): ése es tu estado de nacimiento. Así una y otra vez, vuelve a tu casa, a tu ser, al gozo de AMAR.

Cuando lleves un tiempo con este trabajo, te sientas cómod@ haciéndolo y notes una vibración diferente en tu cuerpo, es el momento de profundizar más en el amor. Esto lo haremos en el siguiente artículo de este viaje compartido. Mientras tanto, dale caña a lo aprendido aquí.
Un abrazo, de corazón.
Seguimos en: «Vibrando en el amor: amándonos».

Viviendo en la luz: pautas para un trabajo interior

Ya sabes lo que eres realmente: la suma de energía de amor incondicional vibrando en lo que llamas «cuerpo» y consciencia eterna e infinita. Además, hemos visto que nacemos conectados a la Unidad y que, a causa de nuestro desarrollo intelectual y la creación de identificaciones-apegos, acabamos perdiendo la consciencia de esa conexión para vivir en la ilusión creada por la mente.

Ahora veremos cómo llegar a experimentar plenamente esa conexión. De esta manera, todo lo visto aquí no se quedará en un mero conocimiento teórico y vivirás en la CONSCIENCIA de la energía todopoderosa del amor universal vibrando en la tuya. Para lograrlo, cambiaremos la dirección de nuestro foco de atención, de la MENTE que nos creemos ser, a la VIBRACIÓN que realmente somos. Como dijo Einstein: “es de locos hacer lo mismo y esperar obtener resultados diferentes”. Si continuamos dedicando nuestra atención-energía a la mente, seguiremos haciendo lo mismo, con los resultados de sobra conocidos.

El gran cambio en nuestra vida, el cambio genuino, es dejar de fijar nuestra atención en el conocido mundo exterior, explorado y evaluado por la mente científica, y enfocarla en las profundidades del ser infinito que somos. Actualmente, la dirigimos esporádicamente a nuestro interior, generalmente cuando nos sentimos mal (el dolor nos obliga a fijarnos en él), y la casi totalidad del tiempo permanecemos “mirando” al exterior. A partir de ahora invertiremos los tiempos: la mayor parte lo pasaremos en nuestro mundo personal y lo mínimo imprescindible fuera, lo justo para poder interactuar con el mundo físico.
Este paso es muy duro: significa renunciar a vivir, por medio de la atención, en el mundo conocido de la forma y adentrarte en tu vasto y desconocido universo personal. Hay que ser muy valiente para tomar esa decisión, pero ES EL ÚNICO CAMBIO POSIBLE y, a partir de él, comienzas una nueva vida.
Al principio, tendrás un enemigo muy persistente: la impaciencia por encontrar, llegar o descubrir algo en concreto. El ansia por alcanzar la imaginaria meta de lograr tu propósito es el mayor impedimento del crecimiento espiritual. Esta ansia, nunca satisfecha, es la que trunca la mayoría de los intentos de transformación personal.
A continuación, te dejo unas pautas para tu trabajo-viaje interior, pero en ningún momento realices el esfuerzo de los ejercicios esperando sentir la conexión con la Unidad o la paz del momento presente o cualquier otra cosa. No. Si empiezas con un objetivo en concreto sería el ego guiando otra vez tu vida, y te garantizo que abandonarás. Nada satisface al ego durante mucho tiempo y la excitación por la novedad del trabajo espiritual, dará paso a la frustración ante la falta de resultados, con el subsiguiente abandono del camino emprendido.

“Entonces, ¿para qué voy a empezar, si lo que yo quiero es sentirme bien, ser consciente de esa conexión de la que hablas?”, podrías decirme.

La maravilla que vas a vivir es una consecuencia de tu trabajo personal, del cambio en el enfoque de tu atención, y nunca debe convertirse en un objetivo a lograr, porque eso va a impedirte disfrutar de lo que haces. Y si no disfrutas (por estar tan pendiente de llegar) no hay progreso.
Solo puedes tener un único anhelo: caminar sin esperar llegar a ninguna meta, solo pasear-mirar en tu interior por el goce de descubrirte y hacer las prácticas de concentración por el placer de hacerlas. Es como el que va al gimnasio simplemente por la satisfacción de entrenarse, de sentir su cuerpo en forma. Eso sí, al principio no habrá mucho placer con los ejercicios; pero progresivamente, según te vaya abandonando el ego, los irás disfrutando y al final no podrás vivir sin ellos.
Este quehacer dará frutos con el tiempo. Irás conociéndote en profundidad, siendo capaz de distinguir lo real de la ilusión que existe en ti, no perdiéndote en ella. Ganarás en autoestima, en fortaleza personal, en creatividad… Y comenzarás a amarte totalmente.
Llegará un momento en que te encantará estar a solas contigo. Esta es la señal de que el ego ha perdido el control de tu interior y ya moras en tu casa, en tu cuerpo, en el templo del Dios/a que es. De repente, un buen día, todas tus células te cantan a coro la realidad de que vibras en otra energía, haciéndote rebosar de alegría por saber que vives en un Universo que te ama, te guía y te protege. A la vez, sientes en tu interior una presencia, llena de poder y amor, que te relaja y en la que te abandonas confiad@. También te llega la certeza de que tienes una misión para esta vida, una misión que te apasiona: darte al mundo expresando los dones que atesoras. Y mucho antes de eso, descubres que viajas por un camino que no tiene fin, en el que no se “llega” a ningún lado, sólo se avanza, sólo se crece, ya que ESTÁS EN EL INFINITO VIAJE CONSCIENTE POR LA VIDA.

Dicho lo anterior (que lo vivirás), comenzamos esta travesía por tu mundo personal.

Este camino, al principio, es inhóspito y sin ningún resultado visible. Es muy parecido a cuando decidimos hacer deporte por primera vez. Las tres-cuatro primeras semanas son las más importantes, es el tiempo que tarda en establecerse un nuevo hábito. Tendremos agujetas los primeros días, es normal, hemos llevado los músculos más allá de su zona de confort. Con el tiempo desaparecen y hacer ejercicio nos cuesta menos, llegando un momento en que el propio cuerpo nos lo pide. Ese es el indicador de haber incorporado el hábito de hacer deporte a nuestras rutinas personales.
Lo mismo sucede con el trabajo espiritual: lo fundamental es establecer nuevas costumbres. Al comienzo, nos obligamos a hacerlo (esta obligación es la lucha con la inercia vigente de “no hacer nada”); pero luego esa tarea interior se convierte en nuestra nueva forma de vida.

Veamos a continuación qué nuevas rutinas establecemos, si quieres, claro.

NUEVOS HÁBITOS PARA UNA NUEVA VIDA

1º.- Pregúntate constantemente: «¿dónde está mi atención ahora?», así sabrás qué estás creando. Normalmente la tendrás en la mente. Si te descubres cavilando sobre un tema en concreto, intentando llegar a una conclusión-solución, perfecto: estás usando la mente. Si te notas divagando, elucubrando sobre esto o lo otro, recordando cosas del pasado o anticipando posibles situaciones de futuro, entonces, te está dirigiendo la mente.
El caso es que seas siempre consciente de dónde está tu atención. Eso sí, no te regañes por haberte perdido en tus ensoñaciones, ya que entonces sería el ego entrando por la puerta de atrás.

De esta manera empezamos a darnos cuenta de la ilusión creada por nuestra inconsciencia. Aquí ya alteramos el rumbo del barco que somos, dejando de estar dirigido por un capitán que va por libre (la mente no consciente), para empuñar nosotros (la consciencia) el timón. Durante un tiempo lo compartirás con ella, hasta que seas lo suficientemente fuerte para manejarlo tu sol@; pero este es el mejor comienzo.

2º.- Date cuenta de cómo te sientes, momento a momento. De esta manera advertirás cuál es la “calidad” de la vibración de tu energía. Si te sientes bien, pletóric@, sin que haya ningún motivo justificado, perfecto, estás en tu estado natural de alegría. Si hubiera algún motivo, sería el ego alegrándose por ello. Por el contrario, si te notas triste, angustiad@, ansios@, con negatividad… estás viviendo en la ilusión mental. Siempre.
Un buen método para transformar esta baja vibración es tararear, silbar… prestando toda tu atención a los sonidos que emites. Es mejor no pronunciar palabras inteligibles, estaría interviniendo la mente. Entona sonidos, que no sean los de ninguna canción conocida (mente otra vez): crea tu propia melodía. Al poco advertirás cómo tu estado de ánimo comienza a renovarse. Sigue con tu canción improvisada sobre la marcha. Llegará un momento en que habrás elevado tu vibración y te sentirás de diferente manera.
Esto es debido a que el sonido, como todo, es vibración. Si vibras con negatividad y tarareas una melodía alegre, estás introduciendo una nueva vibración en tu energía y la energía de frecuencia más alta siempre se impone a la baja. El mayor esfuerzo es comenzar a canturrear cuando estamos sumidos en pensamientos negativos, pero ese es el trabajo que conlleva el crecer. Con el tiempo te será más fácil y no solo cantarás para estar alegre, sino porque estás alegre. ¿No te lo crees?, haz la prueba y me cuentas. Si acabas dedicándote a la música, no me des las gracias: ese es tu don.

Al darte cuenta de cómo te sientes cambias la dirección de tu atención, quedándote a solas contigo, y empiezas a conocerte, a descubrirte. Al principio te generará incomodidad el mirar dentro de ti. La mente te incitará, una y otra vez, a que la tengas “entretenida” con cosas más “importantes” del exterior, del mundo que conoce. A la mente le aterra lo desconocido y, para ella, lo que realmente eres es un completo misterio. No cedas, sigue mirando lo que eres. Y, fundamental, encuentres lo que encuentres en tu interior: ¡ÁMALO! Este es el primer requisito para avanzar en este camino de descubrimiento personal: ámate en todo momento y circunstancia. Ámate, aunque te cueste, sea lo que sea que hayas hecho, dicho, sentido o pensado. El que juzga siempre es el ego; el amor (que tú eres) solo sabe amar. Si no te amas incondicionalmente, el ego te acabará sacando del camino de crecimiento que emprendes ahora.

Como resumen de este punto, y para que sea tu brújula interior, ten siempre presente que LO MÁS IMPORTANTE ES SENTIRSE BIEN. El cómo te sientes es la energía principal que mandas al Universo, y eso es lo que vas a recibir de vuelta en forma de circunstancias vitales. Según cómo te sientas, así será tu nivel vibratorio: a más alegría-bienestar más elevada frecuencia de vibración. Y la «calidad» de los acontecimientos que te lleguen reflejarán ese nivel. Tú decides, de esta manera, cómo quieres que sea tu vida.

3º.- Establece el hábito de realizar 1, 2 ó 3 sesiones diarias de ejercicios de concentración-meditación, distribuidos a lo largo del día. Cuantas más hagas, más rápido vas a desarrollar la capacidad de concentración, tu auténtico poder creador. Puedes empezar con 5-10 minutos en cada sesión y, si eres constante en tu práctica, cada vez te irá gustando más. Al principio te va a parecer una tediosa obligación: no estás acostumbrad@ a estar a solas contigo y la mente, en forma de parloteo mental, va a asaltar tu campo de consciencia para que la sigas. Si sucede esto, que sucederá, no interactúes con los pensamientos, no les hagas caso, y continúas con el ejercicio. En eso consiste concentrarse, en regresar al ejercicio todas las veces que te despistes.
Con el tiempo te sentirás más a gusto haciéndolos y los momentos de meditación serán los mejores del día. Cuando estás concentrado en algo vives en la paz de tu mundo personal, sin interferencias del exterior, y esta sensación acaba enganchando. Llegará el día en que todo el tiempo que pases despiert@ será una sesión continua de concentración y no te hará falta dedicar tiempo en exclusiva para ello. Lo conseguirás con el tiempo, no ahora, al principio.

Con estos tres hábitos instalados en tu día a día, realizando el ejercicio del perdón en aquellas situaciones que te provoquen negatividad (luego hablamos de él), y la escucha diaria de los audios subliminales que decidas crear, asentarás tus pasos por este camino que ahora inicias. Una vez adquiridas estas rutinas surge una dedicación constante a vivir en ese infinito mundo interior que vibra en tu ser y, al cabo de un tiempo, sin que te des cuenta, tu TRABAJO interior se transforma en tu DISFRUTE total. Y será impensable para ti volver a tu antigua vida, ya que estarás en el camino del crecimiento consciente y constante.

Te anticipo que los comienzos de este periplo interior son muy duros. Vas a ir, a partir de ahora, en una dirección totalmente diferente a la que lleva el mundo conocido en el que vivimos. Los dogmas del ego-separación están presentes en todo cuanto nos rodea, la energía de este mundo vibra en ella, y, lo quieras o no, nos afecta por resonancia en la nuestra. Tú, ahora, inicias el proceso para crear una isla propia, tu isla, en la que vibrará la consciencia en el amor incondicional que eres. Esto representa un considerable esfuerzo y, además, es un trabajo personal: nadie puede hacerlo por ti; pero no hay otro camino.
El hecho de que sea un esfuerzo individual no significa que lo hagas en soledad: tú nunca estás sol@. En el siguiente apartado descubrirás quién te acompaña.

HABLANDO CON TU ESENCIA DIVINA

Antes de arrancar con este viaje te recomiendo dirigirte a esa presencia, idea, imagen… que identificas como lo más sagrado, y que vive en ti. Muchos lo conocen por Dios, otros Íntimo, Todo lo que Es… Yo siempre le he llamado Padre, pero el nombre es irrelevante: llames como le llames, siempre te escucha.
Esa Presencia y lo que conoces por “Yo” es lo mismo, solo que en dimensiones diferentes. Él/la es tu aliad@ más poderos@ y siempre está contigo. Llegará un día que dejarás de ser lo que estás siendo ahora para expresar, en plenitud, ese Ser que lleva tiempo palpitando en ti.
Si nunca has hablado con Él/la, ahora es el momento de comenzar. Al principio te sentirás rar@, pero que te dé igual: es normal que suceda esto. Con el tiempo dejarás de sentir esa incomodidad y será lo habitual para ti. Más adelante ya no te hará falta hablarle, puesto que le percibirás siempre contigo.
Dirígete con humildad a esa Presencia silenciosa, amorosa y acogedora. Dile que, a partir de ahora, quieres mantener este contacto, que confías en recibir toda la ayuda necesaria para llegar a fundirte en uno con ella. Dile que quieres ser llevad@.
Puedes (yo lo hago todas las mañanas antes de salir de casa) estar un rato en su presencia por medio de una oración. Elabora una oración, tu oración, en la que pides aquello que creas necesitar. Con el tiempo, y tu propio crecimiento personal, la modificarás y tus nuevas peticiones se irán alineando de acuerdo con el amor incondicional; pero, en un principio, solicita aquello que brote de tu corazón… y abandónate en esa esencia que te acoge.

Ahora vamos con la parte práctica, con lo que nos hace crecer.

PASOS PARA ELEVAR NUESTRA VIBRACIÓN

El primer paso para elevar nuestra vibración es no crear más negatividad con los pensamientos de rechazo, lucha, impaciencia, ira… es decir, todos aquellos de no aceptación del momento presente. Sé consciente de los pensamientos que tienes, porque son los principales responsables de tu nivel vibratorio. Cada pensamiento genera una emoción. Una emoción sostenida crea un estado de ánimo, que es la energía que mandas al Universo y, por consiguiente, la energía que recibirás de él. Así pues, estate alerta a aquello que tienes en tu campo de consciencia. Lo que piensas es lo que estás creando y, eso que creas, eleva o desciende tu frecuencia de vibración.
Un remedio infalible para no crear más negatividad con los pensamientos de baja vibración es no seguirlos, dejar que se vayan solos sin interactuar con ellos. Si no puedes, por estar muy identificad@ con las formas mentales, haz el ejercicio siguiente.

El ejercicio del perdón es fundamental para nuestra transformación interior, y PUEDES EMPEZAR YA. Es el que nos permite sanar esas situaciones y pensamientos a los que estamos “enganchados” energéticamente. Al perdonar dejamos de reaccionar inconscientemente a las situaciones que vivimos, rompiendo el bucle de acción-reacción. De esta sencilla manera modificamos la vibración de la energía que enviamos al Universo.
Cualquier pensamiento o circunstancia de vida (mala salud, escasez económica, ausencia o malas relaciones personales…) que nos desequilibre negativamente, que nos altere emocionalmente, es susceptible de tratarla con este ejercicio. Con el tiempo lo harás en contadas ocasiones, porque ya habrás sanado todas las situaciones-pensamientos que te anclaban al pasado; pero mientras llega ese momento, vuelve una y otra vez a esta poderosísima práctica. No te canses de hacerla.

Ahora vamos a llenar de contenido nuestras sesiones de trabajo interior.

PLAN DE TRABAJO VIBRATORIO

1º.- Comenzamos nuestros ejercicios de concentración-meditación con “Activando la Unidad”, en la que declaramos nuestra intención de fundirnos en uno con ella.
Hazla, como mínimo, una vez al día siendo la total concentración en lo que lees. Así, leyendo, empiezas a incrementar tu capacidad de concentración. Siente cada una de sus palabras y ábrete, por medio de tu intención, a permitirte ser tomado por la Unidad. De esta manera dejamos claro a la Unidad, y a la mente, nuestro anhelo de fundirnos con ella. Cuando te notes perdid@ en el mundo de la ilusión, falto de fuerzas o desarraigad@, sumérgete en la visualización y déjate llevar por tus sensaciones en esa conexión consciente: te notarás cambiad@ al acabar de leerla.
Hazla todos los días, hasta que dejes de hacerla; así, sin más. En un momento dado estarás en otro nivel vibratorio y no te hará falta para nada. La dejarás como a una muleta que ya ha cumplido su labor.

Mientras trabajas este ejercicio procura asentar los hábitos 1 y 2, que, fundamentalmente, es centrar la atención en tu interior. Estate 2-4 meses (el tiempo es orientativo, cada persona es un mundo) hasta tener establecido firmemente el hábito de “mirar” dentro de ti. No quieras correr en este tema (sería tu ego buscando recompensas). Tómate el tiempo necesario hasta que empieces a disfrutar estando a solas contigo. Cuando lo hayas conseguido, inicias la siguiente práctica, sigas o no con “Activando la Unidad” (yo me tiré más de un año con ella).

2º.- A la vez que haces “Activando la Unidad”, en otra de tus sesiones de concentración, comienzas con “Activando Ida, Pingala y chakras”.
Este ejercicio procura hacerlo en todo momento y circunstancia. Vuelve a él una y otra vez cuando te pierdas en ensoñaciones mentales o cuando no tengas que interactuar con el exterior (esperando en colas, paseando, en el metro-tren-autobús…). Te puede costar mucho realizarlo con los ojos abiertos, pero con la repetición lo acabas consiguiendo (si dudas de ello es tu mente quien te dirige).
Al principio te “perderás” muchas veces, no importa, es lo normal: vuelves a comenzar desde el principio. Da igual las veces que te caigas, lo importante es que te levantes siempre. Con el tiempo se convertirá en tu “refugio” de los ataques de la mente-ego intentando llevarte por su mundo de fantasía; pero, al comenzar con él, tendrás un gran reto: mantener, durante un prolongado intervalo de tiempo, toda tu atención en el ejercicio. Este esfuerzo sostenido desarrollará rápidamente tu concentración y, a mayor concentración, mayor poder de crecimiento adquieres.

ESTE EJERCICIO ES LA CLAVE DE TU CRECIMIENTO ESPIRITUAL. Si lo incorporas a tu día a día, tienes garantizado el éxito en este viaje de cambio personal, porque, aparte de mejorar sustancialmente tu capacidad de concentración, limpias y activas los circuitos energéticos. No escatimes tiempo con esta práctica, es esencial.
También, mientras estás con él, procura hacer unas cuantas veces al día el ejercicio “Activando Sushumna: órbita microcósmica”. Así irás limpiando y energizando la línea Hara, imprescindible para la siguiente práctica.

3º.- Cuando ya hagas con fluidez los nadis, comienzas con «Chakras de luz”.
Al principio, y hasta dominarlo totalmente, haz el ejercicio completo. Cuando realices la parte del planeta y el universo te sentirás diferente, inclusive puede que hasta mal: es tu amor divino, tu amor incondicional, imponiéndose a las capas más profundas del ego-miedo. No te preocupes por esas sensaciones: es una buena señal. Al poco disfrutarás y sentirás una gran alegría al amar al Universo. Esa alegría es la alegría de dar.

Una vez ya puedas hacerla fácilmente con los ojos abiertos en tus quehaceres diarios, te centras en “Saludo a los chakras”, “Conexión Tierra-Cielo” y “Chakras de Luz-aura”. Cuando sientas nítidamente la conexión Tierra-Cielo, pasas a hacer todo el día “Chakras de luz-aura”. Utiliza, en principio el color violeta (irás cambiando, sin darte cuenta, al rosa según se vaya limpiando-elevando tu vibración) y permaneces semanas o meses con él. No tengas prisa en dejarlo: el ejercicio te dejará a ti.

“Chakras de luz” eleva la vibración de nuestra energía al conectarnos con la del Amor Universal, haciendo que la más baja del apego vaya desacoplándose de la nuestra. A consecuencia del aumento vibratorio, incrementamos nuestra sensibilidad y clarividencia, despertándonos del sueño de la ilusión, percibiendo más claramente identificaciones que permanecían ocultas para nuestro nivel habitual de consciencia. Además, va formándose una burbuja energética que nos aísla de la resonancia de la vibración del ego circundante. De esta manera, nuestra “isla personal de amor” no será contaminada por la polución mental de la ilusión que llena este mundo.
Llegará el día en que notarás cómo tienes creada tu burbuja protectora (es tu aura fortalecida por la energía del Amor Universal). En un momento dado, no te hará falta concentrarte en ella para sentirla: sólo con tu intención la percibirás envolviéndote completamente, sin ningún esfuerzo por tu parte. Este es el indicador de que has alcanzado un total control mental que impedirá a los pensamientos ilusorios de la mente-ego llevarte por su mundo. En este punto ya eres el/la soberan@ de tu mundo mental y serás capaz de mantener sólo los pensamientos que desees.

4º.- Tras dominar la visualización anterior, con tu burbuja creada, conviertes los dos ejercicios anteriores (“Activando Ida, Pingala y Chakras” y “Chakras de luz”) en ejercicios de mantenimiento-limpieza, haciendo dos-tres visualizaciones diarias (no te va a llevar más de 1 minuto de reloj por cada una. Yo los suelo hacer a la mañana, antes de salir de casa a trabajar y de la oración al Padre) y, durante el resto del día, te centras exclusiva y permanentemente en “Sintiendo lo que somos: vibración”.

«Chakras de luz» nos conecta a la Unidad, «Sintiendo lo que somos» nos ancla en ella. Cuanto más lo hagas más poderosa y elevada se vuelve tu energía. Si tienes momentos de agobio mental que te impidan sentir lo que eres, haz la “Respiración consciente”. A veces, por estar alterados emocionalmente, la ansiedad por llegar a percibir nuestra vibración nos impide acercarnos a ella. La respiración consciente nos lleva a un estado intermedio, al relajarnos, permitiéndonos disfrutar de lo que somos.

El objetivo de este ejercicio es pasar de la energía mental, que crea la ilusión, a la energía del amor que es nuestra esencia física. Para ello, centramos la atención en la sensación de nuestra energía vibrando. Esta vibración que sentimos es el amor que somos, que permanece siempre conectado al Amor Universal. Este amor “individual” se une, por medio de nuestra atención sostenida, al amor que todo lo llena y del que formamos parte indisoluble. Y en esta conexión recibimos todo cuanto necesitamos para crecer en armonía, según los designios de la Inteligencia Universal que palpita en la Unidad y que te guía cuando tu intención es amar incondicionalmente.
Intenta mantener siempre parte de tu atención en tu cuerpo-energía, a la vez que interactúas con el exterior: así permanecerás unid@ a tu ser y nada de fuera te desequilibrará. Cuando el mundo exterior no reclame tu atención, céntrala en tu energía, en tu amor. Al concentrarte en ella vas desarrollando y fortaleciendo tu vibración, tu luz, a la vez que la sensación de conexión con la Unidad se vuelve más intensa. Notarás cómo el mundo exterior pierde al poder de alterarte, de desequilibrarte, y comienzas a vibrar en una paz y alegría más profundas cada día. También, descubrirás con más facilidad los pensamientos de la mente-ego que te llegan y serás capaz de dejarlos pasar, sin seguirlos, quedándote anclad@ al momento presente.
De esta manera, te vas centrando-viviendo permanentemente en el Aquí-Ahora, el punto de conexión consciente con la Unidad. Y, a partir de aquí, fluyes con la vida, siendo un@ con ella. Habrás dejado de vivir en el mundo de la ilusión, el mundo de la separación, dándote cuenta de que todas las experiencias vividas hasta ahora han sido una amorosa preparación para este momento de conexión plena. Y la luz del amor que irradias elevará la vibración de las personas que se crucen en tu camino, ya que EMANARÁS LUZ DE AMOR DIVINO.

RAZONES PARA ESTAS PAUTAS DE TRABAJO

Si el ejercicio final, y en el que vamos a permanecer todo el tiempo, es el de “Sintiendo lo que somos: vibración”, ¿por qué no empezamos con él directamente y así ahorramos tiempo y esfuerzo?
Si comenzáramos con este ejercicio, lo haríamos durante un tiempo, no mucho, e irremisiblemente lo acabaríamos dejando. ¿Por qué?
Estamos muy llenos de la energía del ego. Esta energía es la que impide, a la consciencia que somos, permanecer en el cuerpo que es su casa. Es decir, el ego nos ha sacado de la casa-cuerpo que habitamos. Llevamos toda la vida fuera de nosotros, de nuestro hogar. Todas las reacciones, decisiones, pensamientos, emociones, actitudes, etc., son una creación de él. Por decirlo de otra manera: estamos poseídos por el ego. Él es quien gobierna nuestra vida y el que “vive” en la energía que somos.
Si empezamos directamente con el ejercicio de “Sintiendo lo que somos”, si intentamos de entrada “vivir” en nuestra casa, el ego (que lleva muchísimo tiempo en ella) nos echaría a patadas. Piensa por un momento la fuerza que puede tener el ego-mente en tu vida. Llevas con él muchos años y le has permitido ser tu dueño y señor. La consciencia que eres siempre ha querido volver a su hogar otra vez (ese es el anhelo que te ha hecho llegar hasta aquí), pero es muy pequeña, es una niña inocente. Y una niña poco puede hacer frente a un adulto embravecido. Así que para poder “entrar a vivir” a nuestra casa, antes hay que limpiarla del ego, de ese poderoso ser-ilusión que nos llena. Y la única manera de limpiarnos de la vibración del ego es elevando la vibración de amor que somos, permitiendo así que la Consciencia Universal pueda “vivir” en nuestra energía.
Para conseguirlo, lo primero que hacemos es pedir ayuda (l@s niñ@s piden ayuda a sus Padres): manifestamos a la Unidad nuestro deseo de ser llevad@s por ella, no por la fantasía que nos vive. Por lo tanto, empezamos “Activando la Unidad”.
Luego, ponemos en forma la energía que somos, movilizando los circuitos y vórtices energéticos de nuestro cuerpo, para facilitar esa unión, “Activando Ida, Pingala y Chakras” y “Activando sushumna: órbita microcósmica”.
Tras haber activado nuestra estructura energética, es cuando conectamos conscientemente nuestra energía a la Unidad por medio de “Chakras de Luz”. Con esta conexión vamos limpiando nuestro cuerpo-energía de la del ego, al recibir la elevada vibración del Amor Universal.
Una vez depurada nuestra energía, creamos una burbuja protectora que impedirá resonemos en la disfunción que nos rodea, por realizar diariamente nuestros ejercicios de mantenimiento.
Limpi@s ya de la mayor parte de la baja vibración del ego (tenemos mucho incorporado y a niveles muy profundos) es cuando podemos descansar en nuestro cuerpo-templo “Sintiendo lo que somos: vibración”. Con este ejercicio, la consciencia fortalecida que ya serás acabará de erradicar cualquier resto de ego agazapado en tu interior.
De esta manera, y día a día, la luz que emana la casa que habita tu consciencia será más intensa, más radiante: TE CONVERTIRÁS EN UN FARO, e iluminarás el camino de aquellos caminantes que buscan el regresar a su hogar.

Este camino, que ahora emprendes, es para toda la vida. Ya nunca volverás a tu antiguo ser: ni querrás ni podrás, porque aquello que aumentas en consciencia nunca lo pierdes. Ese aumento es lo que creces, lo que evolucionas, puesto que la vida es un constante crecimiento, una continua evolución, un perpetuo cambio.
Así que, ahora, herman@, deja que la vida te lleve de su mano, porque, como ya sabes, tú, en realidad, no eres nada ni nadie: sólo eres Consciencia. Permite que todo sea tal como es y relájate, llen@ de paz y confianza, en la energía del amor que te acoge. En esa energía que siempre ha permanecido conectada a la Unidad.

Empieza a caminar y ¡dale caña!, ¡es una maravilla lo que te espera!
Cualquier problema, duda o sugerencia, házmelo saber, por favor.
Cuídate, herman@, y… ¡DALE CAÑA!

Cuando lleves unos cuantos meses trabajando lo aprendido hasta aquí, y disfrutes haciéndolo, es el momento de continuar creciendo:VOLVIENDO AL CAMINO.

Visualización: «Chakras de Luz»

Esta visualización es la continuación de «Activando la Unidad, en la que establecimos el firme propósito de unirnos en uno con ella. Mediante “Chakras de Luz” asentamos la conexión a un nivel práctico, a un nivel energético, materializándola. Además, nos hermanamos totalmente con la energía que somos, tomando plena consciencia de ella, y nuestra percepción comienza a sentir unas vibraciones que hasta ahora habían permanecido ocultas a nuestros sentidos. Es decir, nos volvemos seres más conscientes.

BENEFICIOS

  1. Fortalece la conexión Tierra-Cielo, siendo un potente regenerador energético. Es una visualización que nos relaja y estabiliza al conectarnos con la madre Tierra (equilibrando las emociones) y el Cielo (obteniendo más clarividencia).
  2. Nos funde en uno con la Unidad. Este es el beneficio fundamental que nos aporta el ejercicio: la sensación-certeza de estar siendo guiados por la inteligencia universal, que nos va a dar en todo momento lo más adecuado a nuestro mayor crecimiento personal.
  3. Armoniza el funcionamiento de los chakras, energizándolos y liberándolos de bloqueos y desequilibrios. Además, limpia la línea Hara, consiguiendo que toda nuestra energía fluya en sintonía con la energía universal.
  4. Limpia nuestro aura de energías densas, elevando su vibración. A consecuencia de esta elevación energética, va aumentando nuestro nivel de consciencia, volviéndonos seres más profundos y amorosos.
  5. Al robustecer la energía del aura, crea un escudo protector a nuestro alrededor, aislándonos de la vibración del ego que nos rodea. Así, no resonaremos con vibraciones de más baja frecuencia que la nuestra, manteniendo un estado de ánimo sereno y optimista.
  6. Llena nuestra mente de pensamientos de amor y poder, purgándonos de los pensamientos negativos (de «no soy capaz», «no merezco«) y de lucha (del ego). De esta forma, nos centra con nuestra misión en este mundo, permitiéndonos sentir que estamos renaciendo a un nuevo ser y, por ende, a una nueva realidad al elevar nuestra vibración.

CÓMO HACERLA

En un principio hazla sentad@; cuando la domines, la harás como quieras. Siéntate con la espalda recta y las piernas ligeramente abiertas; plantas de los pies bien asentadas en el suelo. Coloca la mano izquierda, palma boca arriba, descansando sobre la derecha, con los pulgares rozándose. Cuando notes calor o un hormigueo en las manos (casi siempre al unísono con las plantas de los pies), sitúalas sobre su pierna correspondiente, palmas boca arriba, percibiendo cómo sale la energía por ellas. De todas maneras, lo importante en la postura es que te sientas cómod@, así que lo anterior es una recomendación. Tu cuerpo es el que tiene la última palabra: escúchale con atención y él te indicará cómo le gusta más.
Al principio, hasta que la tengas asimilada, léela con total concentración, sumergiéndote en las sensaciones que te transmiten aquello que lees. En este caso, las manos puedes acomodarlas sobre la mesa o rodeando el papel (recomendable llevarla impresa, mejor que en el móvil: te vas a despistar menos). Luego, con la práctica, podrás hacerla con los ojos cerrados o abiertos y en cualquier lugar (no te hará falta leerla), pero hasta que llegue ese momento dedícala toda tu atención.
Cuando ya tengas cierto dominio, una postura muy recomendable es de pie, con los pies separados la anchura de los hombros, rodillas ligeramente flexionadas, brazos formando un ángulo de 30-45º con el cuerpo y las manos abiertas. Te resultará muy fácil sentir la energía vibrando en las plantas de los pies y en las manos.
Puedes hacerla escuchando música relajante (sin voces, para no interferir), te ayudará a concentrarte mejor, pero no es requisito imprescindible.
Si te llegan pensamientos, no los sigas, déjalos pasar. Si has hecho los ejercicios anteriores de este rincón apenas te vendrán, pero seguro que tendrás más de uno. No te enredes con ellos ni te eches la bronca por tenerlos (ya estaría el ego metido otra vez en medio), tú a lo tuyo, a la visualización-sensación.

La clave de este ejercicio, aunque te parezca una tontería o algo infantil, es hacerte colega de tus chakras. Considéralos tu cuadrilla de amigos íntimos-divinos, ya que ellos son las puertas que abren o cierran la conexión energética con la Unidad. Cuando te sientas “rodead@” por la energía del ego, cuando la mente te lleve por su camino de lucha y negatividad, céntrate en el amor que recibes-das a esos vórtices de energía que son tus puntos de conexión. Ámalos, sonríelos y ellos responderán a tu amor de la única manera que saben: consiguiendo que tu energía fluya libre, poderosa y en armonía con tu mayor crecimiento espiritual.

¿Qué te parece un cuento de niños?: vívelo y ya me contarás.

Y ya, sin más preámbulos, vamos con ella.

VISUALIZACIÓN “CHAKRAS de LUZ”

Siéntate en una postura cómoda, manteniendo la espalda recta, con las manos enlazadas o sobre las piernas. Plantas de los pies sobre el suelo. Tras recorrer, con tu imaginación, la posición de tu cuerpo, te concentras en la respiración. Date cuenta del aire entrando y saliendo de los pulmones. Notas cómo tu pecho y abdomen se hinchan al inspirar y se relajan al espirar.

CREANDO LA BURBUJA

Inspira… Espira… Cada vez te sientes más relajada, más relajado, más serena, más sereno. Toda tu atención se encuentra enfocada en tu respiración, que ahora se ha vuelto pausada y profunda.
Inspira… Espira… Inspira… Espira…
Estás completamente relajada, relajado. Te sientes tranquila, tranquilo. Estás en paz…
Ahora, imagina y siente cómo se va formando, desde los pies, un tenue contorno alrededor de un metro de tu piel. En su borde exterior luce una capa dorada semitransparente y va ascendiendo, lentamente, por el exterior de tu cuerpo, cerrándose sobre la cabeza.
Ahora te encuentras dentro de esa burbuja. Te sientes protegida, protegido… relajada… relajado… estás en paz.
DISFRUTA UNOS MOMENTOS DE LA PAZ QUE TE LLENA

SALUDO A LOS CHAKRAS  

Ahora, lleva tu atención a la base de la columna vertebral, al coxis. Allí refulge un disco de color rojo intenso, que llena de fortaleza y vigor esa parte de tu cuerpo. Notas calor en esa zona, un cosquilleo. Sonríe, es tu chakra raíz recibiendo el amor que le das. Él también te sonríe, se alegra de formar parte de ti y de transmitirte toda la energía de la madre Tierra. Los dos os sentís bien, muy bien… Fúndete en uno con esa alegría que inunda todo tu ser.
Disfruta de esta sensación. DISFRUTA DE TU CHAKRA RAÍZ.   

Ahora, fíjate en la zona situada dos dedos por debajo del ombligo. Allí resplandece un disco de color naranja, emitiendo una luz poderosa y brillante. Percibes calidez en esa zona, un hormigueo. Sonríe, es tu chakra sacro alegrándose de recibir tu amor. Le encanta formar parte de ti y llenarte de toda su creatividad. Los dos os sentís bien, muy bien… Rebosas de felicidad.
Disfruta de esta sensación. DISFRUTA DE TU CHAKRA SACRO.

Llevas la atención a la parte alta del estómago, al plexo solar. Un disco de color amarillo, radiante como un sol, ilumina esa zona con una luz potente y vigorosa. Sonríe, es tu chakra plexo-solar. Concéntrate en ese punto y notarás un sutil picor: es tu chakra devolviéndote la sonrisa, alegrándose de formar parte de tu ser y de entregarte todo su poder personal. Los dos os sentís bien, muy bien… Estás llen@ de júbilo.
Disfruta de esta sensación. DISFRUTA DE TU CHAKRA PLEXO.

Subes un poco más arriba y llegas al corazón. Allí, un disco de color verde esmeralda arroja una intensa luz, llenando todo tu pecho. Adviertes un hormigueo en esa zona, una palpitación. Sonríe, es tu chakra corazón sintiéndose feliz por formar parte de tu ser y poder llenarte de su amor. Los dos os sentís bien, muy bien… Te desborda el alborozo que vibra en tu interior.
Disfruta de esta maravillosa sensación. DISFRUTA DE TU CHAKRA CORAZÓN.

Ahora, céntrate en la garganta, donde un disco de color azul claro la envuelve completamente con una poderosa y radiante luz. Percibes un cosquilleo en ese lugar: es tu chakra garganta devolviéndote tu amor. Se alegra mucho de formar parte de ti y de impregnarte con su poder de comunicación. Los dos os sentís bien, muy bien… Saborea ese optimismo que llena todo tu ser.
Disfruta de esta maravillosa sensación. DISFRUTA DE TU CHAKRA GARGANTA.

Tu atención se fija ahora en el entrecejo. Allí palpita un disco de color violeta, inundando de luz esa zona. En esa luz vibra una energía poderosa y penetrante, haciéndote sentir una picazón en la frente. Sonríe, es tu chakra del tercer ojo alegrándose de recibir tu amor. Le encanta formar parte de ti y transmitirte su clarividencia. Los dos os sentís bien, muy bien… La euforia te llena.
Disfruta de esta sensación. DISFRUTA DE TU CHAKRA DEL TERCER OJO.

Ahora, te fijas en tu coronilla, donde oscila un disco de color blanco, irradiando una luz platino iridiscente. Esta luz emite una poderosa y amorosa energía, que te llena de una profunda paz. Siéntela en toda su plenitud. Sonríe. Adviertes unas palpitaciones en la parte posterior de tu cráneo: es tu chakra corona devolviendo tu sonrisa. Es feliz formando parte de ti y le entusiasma conectarte a la Unidad. Los dos os sentís bien, muy bien… Descansa en la paz, el amor y la alegría que palpitan ahora en todo tu ser.
Disfruta de esta maravillosa sensación. DISFRUTA DE TU CHAKRA CORONA.

Notas todos tus chakras radiantes, pletóricos y armonizados. Rebosan de luz y energía, llenándote de júbilo y optimismo… Te sientes divinamente bien.

Disfruta de esta sensación de gozo, de plenitud.
DISFRUTA. DISFRUTA.
PERMANECE UN RATO SINTIENDO LA DICHA QUE TE LLENA

CONEXIÓN TIERRA-CIELO

Ahora, te fijas en tu respiración.
Inspira… Espira… Inspira… Espira…
Al inspirar, visualiza cómo brota del núcleo de la Tierra un tubo de luz platino iridiscente. Este conducto se conecta a tu chakra raíz y esa energía platino comienza a subir por tus piernas y columna vertebral, llenándote del poder y la fortaleza de la madre Tierra. Mientras asciende, detén tu atención un instante en cada chakra, a modo de saludo, comenzando por el raíz y finalizando en el corona. Al espirar, percibes esa energía saliendo por la coronilla en dirección al cielo.
Inspiras y sientes ascender la energía por tus piernas y tu columna vertebral. Espiras y notas cómo brota de tu chakra corona expandiéndose al firmamento. Te sientes segura, seguro, poderosa, poderoso.
Inspira… Espira… Inspira… Espira…

Ahora, al inspirar, ves descender de las profundidades del Cosmos un tubo lleno de luz dorada iridiscente que se conecta a tu chakra corona. Esta luz baja por tu columna, llenándote de una suave energía que te relaja y te colma de paz al instante. Mientras desciende, detén tu atención un momento en cada chakra, saludándolos, comenzando por el corona y acabando en el raíz. En la espiración, ves cómo esa luz dorada llega a la madre Tierra a través de las plantas de los pies, llenándola de energía divina.
Inspiras y sientes el descenso de la luz dorada por tu columna vertebral. Espiras y la ves brotar de tus pies inundando a la Tierra de tu esencia. Te sientes libre, ligera, ligero.
Inspira… Espira… Inspira… Espira…

Sientes estar sumergid@ en un tubo de luz, de un metro de diámetro, en el que oscilan dos energías, una dorada y otra platino, llenándote de poder y de paz. Este tubo de luz se pierde en las profundidades del Cosmos y de la madre Tierra. Te notas energizad@ y protegid@… Te sientes poderos@

PERMANECE UN RATO DISFRUTANDO DE ESTE CICLO RESPIRATORIO 

CHAKRAS DE LUZ-AURA

Ahora, al inspirar, notas cómo por tu chakra raíz, asciende la poderosa energía platino de la Tierra; y, al mismo tiempo, por tu chakra corona, desciende la amorosa energía dorada del Cielo. Espiras y esa energía, que rebosa a lo largo de tu columna, la expandes al exterior por medio de tus chakras. Esta luz va llenando ese contorno que te rodea de energía platino brillante, energizándote completamente. Te sientes cada vez mejor y mejor.
Inspiras y absorbes energía de la Tierra y del Cielo. Espiras y llenas de luz tu espacio vital: tu aura. 
Ves cómo tu burbuja refulge con una luz cada vez más intensa, más resplandeciente. Percibes todo tu cuerpo-energía vibrando en esa luz, siendo esa luz. Eres luz vibrando.
Inspira… Espira… Inspira… Espira…
Ahora, ese espacio que te rodea está lleno de luz.
Siente la luz que eres. Disfruta de lo que eres.
PERMANECE UN RATO DISFRUTANDO DE ESTE CICLO RESPIRATORIO

CHAKRAS DE LUZ-PLANETA

Ahora, al espirar, expandes tu luz a este planeta.
Inspiras y absorbes energía de la Tierra y del Cielo. Espiras y tus chakras llenan de luz este mundo. Ves a todos los seres humanos, animales, plantas, ciudades, océanos, continentes… despidiendo una luz platino brillante. Sientes vibrar todo en esa luz.
Inspira… Espira… Inspira… Espira…
Ahora, la Tierra está llena de tu luz, de tu luz.
Todo es luz. Sólo existe luz.
Siente la luz… Siente lo que eres…
PERMANECE UN RATO DISFRUTANDO DE ESTE CICLO RESPIRATORIO 

CHAKRAS DE LUZ-UNIVERSO

Ahora, al espirar, expandes tu luz al Universo.
Inspiras y absorbes energía de la Tierra y del Cielo. Espiras y llenas de luz el Cosmos. Todos los planetas conocidos y desconocidos vibran en la luz platino iridiscente que irradia tu aura.
Inspira… Espira… Inspira… Espira…
Ahora, el Universo está lleno de tu luz.
Todo es luz. Sólo existe luz.
Siente la luz. Disfruta de lo que eres.
PERMANECE UN RATO DISFRUTANDO DE ESTE CICLO RESPIRATORIO

Inspiras… y notas como tu aura rebosa de luz radiante, de luz divina.
Espiras… y sientes como la energía recorre en oleadas tu cuerpo.
PERMANECE UN RATO DISFRUTANDO DE ESTE CICLO RESPIRATORIO

Inspiras… y sonríes.
Espiras… y miras lo que te rodea.

RECOMENDACIONES 

1ª. Esta visualización tiene varias partes que pueden hacerse independientemente unas de otras en función de nuestras necesidades.
– Saludo a los chakras: recomendable todos los días como ejercicio de mantenimiento energético.
– Conexión Tierra-Cielo: cuando nos puedan las emociones y queramos centrarnos. Haz ciclos respiratorios de tres conexiones con la tierra y tres con el cielo: verás cómo cambia tu estado de ánimo.
– Chakras de Luz-aura: si nos notamos con energía negativa vibrando en nuestro ser. En esta parte de la visualización podemos cambiar el color de la luz que emanamos de los chakras y que va llenando nuestro aura. El color, por defecto, es el platino iridiscente que es un tono comodín, vale para todo; pero si queremos trabajarnos residuos de la negatividad del ego, el mejor es el violeta, el color del perdón y la transformación.
– Chakras de Luz-planeta y Universo: cuando queramos profundizar en nuestro amor incondicional y sentir más intensamente nuestra divinidad.

2ª. Más importante que la visualización como tal, es sentir la vibración de la luz en tu energía: esta es la clave. Con la visualización enfocamos la atención en un punto, manteniendo el control total de los pensamientos. A partir de ahí, nos centramos en la sensación que experimentamos en nuestra energía por medio de la visualización. Pasamos de la mente a la energía-sensación y, de esta manera, vamos elevando nuestra vibración, creciendo como seres conscientes.

3ª. Cuando ya la domines habrás creado, por la repetición, tu propia burbuja protectora, que coincide con los bordes del aura, aislándote de la energía disfuncional del exterior que nos rodea por todas partes.
El mejor color para ello es el rosa-violeta (amor-perdón). Es recomendable utilizar este color al principio, como forma de limpieza energética, complementada con el ejercicio del perdón. El platino es un tono muy poderoso, el dorado relaja y equilibra. Hay muchos colores más y cada uno tiene sus propiedades; investiga, si quieres, en ello. De todas formas, en esto de los colores, como en todo, déjate llevar. Tú mism@ notarás cual es el que brota de tus entrañas y lo visualizas como lo sientas, así siempre acertarás. Para ello, en la visualización, haz hincapié en cómo tu aura se va llenando de luz con esa tonalidad saliendo por los chakras.
Cuando lleves un tiempo trabajándotela, en vez de llenar el contorno de una coloración en concreto, deja que cada chakra rodee tu cuerpo con su color característico, a modo de “rodajas” de energía, con la anchura que le corresponda a cada uno. De esta manera la burbuja se vuelve multicolor y notarás todo tu ser energizado y centrado.

4ª. Un estupendo complemento a esta visualización es “Activando los nadis”, que nos servirá para distribuir el flujo de energía de una manera equilibrada entre los chakras, evitando su estancamiento. De esta manera, la energía que recibimos de la Tierra-Cielo será procesada de la mejor manera posible, llenándonos de vigor físico y confianza en nuestro poder interior.

5ª. Esta visualización es para vivir con ella. Procura hacerla, cuando ya la domines, estando de pie: caminando, esperando en colas, dando un paseo, etc. Yergue la espalda y saca tu pecho, poniendo la columna vertebral recta, fijándote en la coronilla y las plantas de los pies (los puntos de entrada-salida de la energía en nuestro cuerpo).
Convierte esta visualización en el lugar en el que descanse tu atención cuando no tengas que interactuar con el mundo y, si debes hacerlo, vuelve a ella en todos aquellos momentos que te notes llevad@ por los pensamientos ensoñadores. Hazlo así, una y otra vez, y pronto notarás sus maravillosos beneficios.

CONSIDERACIONES FINALES

Como decía Platón: “El que aprende y aprende y no practica lo que sabe, es como el que ara y ara y no siembra”. Por muy bien que sepas los ejercicios a realizar para desarrollar un músculo, si no los haces no lo fortalecerás nunca. Lo que te va a hacer crecer como persona no es lo que sepas, esto solo ayuda a entender (mente en acción) lo que vives, sino lo que hagas con lo que sabes.

Este ejercicio produce una poderosa elevación de nuestra frecuencia de vibración. Si trabajamos el color violeta profundizamos en los cambios obtenidos con el ejercicio del perdón, pero vamos a ir más allá, porque esta energía violeta es de la más alta frecuencia. De esta manera, conseguimos que la energía más densa del ego nos abandone, como un parásito deja el cuerpo que le sustenta cuando se aplica un repelente. Ahora bien, esta “desparasitación” es dolorosa, ya que esa energía forma parte de nosotros, produciéndose desgarros internos al desapegarnos de aquello que creíamos ser.
Es lo que tiene desidentificarse del ego: duele mucho al principio, pero luego eleva. No cedas a la desesperación de los pensamientos alocados que te enviará el ego cuando se note atacado: céntrate en la visualización. Si te concentras en ella eres tú quien crea los pensamientos de los que eres consciente. Si te dejas llevar por las ensoñaciones de la mente, que nos suelen asaltar cuando las circunstancias de la vida nos van “mal” (van “mal” para el ego, no para el ser divino que eres), entonces ya estarás otra vez en las manos de la mente, viviendo la ilusión. Ya no será tu voluntad-consciencia la creadora de tus pensamientos, sino el ego; “serás vivido” por él, convirtiéndote en su siervo… y habrás perdido tu libertad.

Desidentificarse del ego, librarse de la ilusión, realmente no es más que mantener el control consciente de nuestros pensamientos en todo momento y circunstancia. Este control se obtiene con el desarrollo de la concentración y, esta, se ejercita manteniendo la atención consciente en un punto. En nuestro caso concreto mantenemos la atención en la visualización, con la ventaja añadida de que creamos aquello a lo que prestamos atención (somos seres creadores). Al fijarnos en nuestros órganos energéticos elevamos nuestra vibración, convirtiéndonos en canales de transmisión de la energía del amor (la energía que sustenta nuestro cuerpo físico), a la vez que desarrollamos nuestra consciencia divina (nos volvemos seres mucho más sensibles). Este desarrollo de nuestra consciencia nos permite filtrar automáticamente los pensamientos que nos llegan, para vibrar sólo en los de frecuencia más elevada.

De esta manera, practicando cada día los ejercicios que ya conoces, tu vibración se irá elevando a la par que tu vida reflejará estos cambios, notando en tu interior la gran diferencia entre el ser que eras antaño y en el que te estás convirtiendo gracias a tu trabajo interior. Llegará un día en que sentirás que no te encuentras sol@ en esta vida, que algo muy poderoso, amoroso e inteligente guía tus pasos. Es una sensación que se acrecienta con el tiempo, como una nueva energía que te va llenando, que te va tomando. Esta es la señal de que ya estás conectad@ conscientemente a la Unidad, porque esa sensación de no estar sol@ es tu consciencia dándose cuenta de su unión a la Consciencia Universal.
Mientras tanto, y hasta que llegue ese momento, la vida te regalará aquello que necesites para tu mayor crecimiento personal. Y lo mejor de todo es que este camino de crecimiento, de profundización, de elevación, es infinito: nunca vas a dejar de crecer. La Unidad te llevará en sus brazos, como lo ha estado haciendo hasta ahora (sin que te dieras cuenta de ello), para que te expandas como ser de la manera más armónica posible y poder llevar a cabo la maravillosa misión que tienes-tenemos en esta vida: ser canales de la consciencia del Dios/a que somos.

Así que, herman@, practica, practica, practica.

Cualquier duda, problema o inquietud, coméntamela.
Nos vemos en «La reconexión: el regreso a casa».

Un abrazo, de corazón.

Cómo grabar un audio subliminal

Hemos visto en artículos anteriores qué son las creencias y el inmenso poder que tienen en nuestra vida. En “Leyes de la creación: leyes de la energía”, decíamos: “La energía es dirigida por nuestra atención y crea aquello en lo que se focaliza. Esto lo vimos en el artículo “Nuestro cuerpo: ¿qué somos realmente?”, pero lo recalco aquí otra vez, ya que este concepto es clave en nuestra existencia: somos seres nacidos para crear y estamos creando constantemente. Nuestro foco de atención es un sempiterno decreto que enviamos al universo, poniéndose inmediatamente manos a la obra para materializarlo, porque debes saber que: el Universo está a nuestro servicio para darnos lo que pidamos, es nuestro siervo infalible. Es como el genio de la lámpara que al frotarla sale y nos concede no tres deseos, como en el cuento, sino todo aquello que queramos. Es un mayordomo fiel y poderoso, que está continuamente consiguiendo todos los caprichos señalados por nuestra atención sostenida”.

Una creencia no es más que atención mantenida en una idea repetida muchas veces (“es muy difícil encontrar trabajo hoy en día”, por ejemplo). Esta atención está “fijada”, unida, a esa idea mental, de manera que ya ni pensamos en ella conscientemente. Esta atención constante consigue que el Universo cree para nosotros aquello en lo que nos fijamos, así que nos dará un montón de circunstancias y vivencias que demostrarán lo complicado que es encontrar trabajo actualmente. Y, a consecuencia de ello, reforzamos esa creencia. En este bucle vive muchísima gente, por no decir toda.
La única forma de salir de él, de cambiar lo que recibimos de la vida, es cambiando lo que pedimos. Modificando nuestras creencias, transformamos las circunstancias de nuestra vida, porque nuestra energía va a vibrar en una frecuencia diferente. Todo es vibración y las creencias, al igual que los pensamientos, son diferentes frecuencias de vibración. La energía atrae energía semejante, por lo tanto, si lo que emanamos vibra con «tengo un trabajo maravilloso», por ser nuestra creencia-verdad, en ella fijamos nuestra atención y eso recibiremos del Universo: un trabajo maravilloso.

Hay otro tipo de decretos creadores, los que hacen mención a cualidades personales: «no tengo fuerza de voluntad», «soy muy insegur@», «soy impaciente», «me altero enseguida», «no tengo aptitudes para conseguir nada: soy un inútil»… Estas son las creencias limitantes que están impidiendo nuestro crecimiento. Son los tapones que nos imposibilitan expresar todo el potencial que atesoramos. Asimismo, todas las circunstancias vitales que nos regale el Universo reflejarán estas «verdades». Si te fijas en ellas, te darás cuenta de que solo son juicios de valor dictados por… tu ego.

Ahora vamos a conocer una poderosa herramienta que nos permite modificar esas creencias limitantes que todos tenemos en mayor o menor cantidad, además de conseguir aquello que anhelamos. De esta manera, comenzamos el proceso de convertirnos, conscientemente, en la persona que queremos ser, dejando de vivir esclavos de esas «verdades» que nos han inculcado en la niñez, o las que hemos ido incorporando a lo largo de los años por nuestras interpretaciones (del ego) acerca de las circunstancias vividas.

COMO GRABAR UN AUDIO SUBLIMINAL

CONCEPTOS
La palabra subliminal viene del griego y significa “debajo del límite”, es decir, debajo de la percepción consciente, en el caso de los mensajes subliminales. Así, los mensajes subliminales serían todos aquellos que no son percibidos por nuestra mente consciente, pero sí son captados por las capas más profundas de la misma.

La mente tiene tres niveles según su grado de consciencia:

  1. La mente consciente: es con la que funcionamos normalmente. Se encarga de percibir la realidad de la que nos damos cuenta y que podemos describir sin esfuerzo: la percepción, los recuerdos, los pensamientos… Aquí vive el ego.
  2. La mente subconsciente: conoce las cosas que has sabido, pero que temporalmente has olvidado. Con un poco de esfuerzo podemos volver a recordar y traerlas al campo de lo consciente. Aquí es donde moran las creencias que hemos incorporado a nuestra vida.
  3. La mente inconsciente: es aquella que almacena todas las experiencias vividas por nuestra especie en todos los años de existencia. Se suele llamar mente reptiliana y aquí residen las creencias del género humano.

COMPORTAMIENTO DEL EGO ANTE LAS CREENCIAS LIMITANTES
El ego es el perro guardián de las creencias limitantes. Va a hacer todo lo posible para que no cambies nada, ya que esas creencias que te limitan ES el ego y quiere sobrevivir a toda costa. A lo largo del tiempo que estemos trabajándonos interiormente, va a hacernos sentir mal, para que desistamos de seguir con nuestro empeño de modificarlas.

Repetirnos las nuevas creencias a modo de mantra, para instalarlas en nuestro interior, tiene un efecto mucho más moderado que los audios subliminales. El ego (no olvides que vive en la mente consciente) va a negar todo aquello que le digas conscientemente, ya que es el mayor enemigo de la transformación interior. Sin embargo, por medio de los audios subliminales soslayamos su constante vigilancia, puesto que sólo oímos sonidos ininteligibles. De esta manera, entramos directamente en la mente subconsciente, donde residen las creencias, y las fijamos allí.

CÓMO CREAR LOS AUDIOS SUBLIMINALES
Los audios subliminales constan de tres grabaciones en una (esto es lo que yo hago, aunque se pueden hacer más). Son las siguientes:

1.- Afirmaciones-creenciases la fundamental y, a continuación, tienes unas indicaciones para redactarlas. Repite 5 veces cada afirmación, dejando entre ellas un silencio de 3 a 5 segundos, así tu subconsciente lo asimila mejor.

2.- Onda isocrónica: son unos sonidos monocordes y rítmicos que relajan el cerebro, volviéndose más permeable a la instalación de las nuevas creencias, acortándose los tiempos. Yo me bajé una de internet y es la que pongo en todas mis grabaciones. Aquí te dejo un enlace a la onda isocrónica para que la descargues si quieres.

3.- Música relajante: tienes un montón de música en YouTube. Elige la que más te agrade, porque vas a pasar mucho tiempo con ella. Yo hago varias grabaciones con las mismas afirmaciones: una la escucho durante el día, en todos los momentos que puedo; otra por las noches, sonando por los altavoces del ordenador (duermo solo y, para esto, es una ventaja). Cuando me canso las cambio por otras, ya que la música es diferente, pero el contenido fundamental es el mismo.
La música que no sea cantada, para no interferir con las afirmaciones, que es lo primordial de los audios subliminales. Tienes sonidos de la naturaleza: arroyos, lluvia, pájaros… Vete haciendo pruebas hasta descubrir el tipo de melodía que conecta contigo.

Para grabar los audios utilizo este programa: Audacity, es gratis, y lo puedes descargar aquí. Es un programa de manejo sencillo, pero como todo, hay que aprender a utilizarlo. Existen un montón de tutoriales en YouTube, aunque en realidad, hay que conocer muy pocas cosas. Fundamentalmente vas a trabajar con dos efectos del programa, muy sencillos de aplicar:

1.- Cambiar tono. Este efecto es para distorsionar nuestra voz en la grabación con las afirmaciones. Si no lo hacemos, el ego las va a entender y lo negará todo; así que la desfiguramos para saltarnos la mente consciente y llegar al subconsciente. Yo utilizo en el cambio de tono un porcentaje de -78%, pero esto a gusto del consumidor. Lo importante es que las palabras sean ininteligibles.

2.- Repetir. Suelo hacer audios de tres horas de duración, para que no me acabe aburriendo enseguida. Para ello, repito la grabación de las afirmaciones y la onda isocrónica hasta que coincidan con la de la música.

Volumen de la grabación: que se oigan un poco las afirmaciones (distorsionadas con el cambio de tono) y, poco también, la onda isocrónica; pero algo debe de oírse bajo la música relajante que elijas. Lo más importante de todo es que el nivel que decidas poner a tus afirmaciones te permita disfrutar de la música. Así pues, juega con los volúmenes de grabación hasta quedarte a gusto.

Convertidor de vídeos a mp3: aquí te dejo un enlace para guardar sólo la música del vídeo de YouTube. Es el que utilizo y va bien. Además, es online, así no tienes que instalarlo: convertidor vídeo-mp3.

Cortador de audio: hay grabaciones musicales de 8 ó 10 horas. Con este programa online la puedes recortar a la duración deseada: cortador de audio.

CÓMO ELABORAR LAS AFIRMACIONES: CÓMO PEDIR AL UNIVERSO

  • Una afirmación, como su nombre indica, no debe contener NUNCA una negación: todo debe ir redactado en términos positivos. Si quieres corregir lo que consideras un defecto, no lo niegues. Diciendo: “No quiero ser una persona impaciente”, indicas lo que NO quieres, pero no señalas al Universo lo que SÍ quieres. “Soy una persona tranquila y paciente”, ya expresa lo que deseas, ya lo dejas claro.
  • La afirmación debe estar conjugada con el verbo en presente: la petición siempre es AHORA. Si dices: “Tendré mucho éxito en este trabajo”, el Universo lo pone en la lista de tareas pendientes a hacer en el futuro y ese “tendré” hará que nunca llegue lo que deseas. Todo lo que decidas pedir-creer, hazlo en el ahora, porque este es el único momento que tenemos para vivir: el eterno presente.
  • Los verbos de las afirmaciones van siempre en la primera persona del singular. Las afirmaciones son para cambiar tus creencias, no las de los demás. Puedes empezarla con un “Yo…” o directamente el verbo: “Soy, tengo, emano, desbordo, atraigo…”. El “Yo Soy…”, seguido de lo que sea, es muy poderoso porque decretamos desde nuestra divinidad. “Yo soy todopoderoso”, “Yo soy la total confianza en mí mism@”, “Yo soy la alegría de vivir”, “Yo soy un imán para el dinero”…
  • Graba 5-6 afirmaciones por audio y todas deben tratar sobre el mismo tema para evitar la dispersión de la energía en diferentes objetivos. De esta forma, al concentrarla en un solo propósito, lo materializamos antes.
  • Que las afirmaciones sean cortas y con un mensaje claro. Utiliza un lenguaje sencillo y directo, así darás más fuerza a tu anhelo.
  • Antes de grabar ningún audio, escribe la o las afirmaciones en un papel y medita sobre ellas durante el día. Corrige tu forma de expresarte las veces que haga falta, hasta sentir que son tu verdad y, entonces, la grabas. La afirmación debe VIBRAR en tu ser. Que sean tus palabras, tu fuerza, tu poder. No cojas las afirmaciones de otro a no ser que las compartas totalmente y quieras vivirlas como tuyas.

CÓMO TRABAJAR CON LOS AUDIOS SUBLIMINALES
– Lo normal es estar alrededor de 3-9 meses con ellos, pero sigue escuchándolos hasta notar que debes cambiar a otras afirmaciones. En este tiempo se asientan las creencias en nuestro interior; pero los resultados se demoran algo más, de manera que, al cabo del tiempo, ves cómo se materializa en tu vida una afirmación que habías dejado de trabajarte. Esto es debido a que esa afirmación, según va fijándose en tu subconsciente, va cambiando la vibración de tu energía. Cuando transcurre un tiempo ya está asentada en tu mente, pero en el universo todavía vibra tu antigua creencia (fíjate en el tiempo que llevas con ella). Date tiempo para ver los resultados. Unos los percibirás antes que otros, dependiendo del grado de identificación que hayas tenido con esa creencia limitante; pero siempre, siempre, recibes aquello que pides-afirmas en los audios.

– Sé constante, todo lleva su tiempo. Asentar una creencia para anular otra limitante cuesta más que instalar una creencia virgen, ya que en este caso no hay que “desbancar» a ninguna, solo establecerla por primera vez.

– Escúchalos siempre que tengas oportunidad y puedes hacer otras cosas mientras los oigas: no es necesario estar concentrado en ellos.

– Mientras estés con los audios, procura vivir de acuerdo con aquello que estés trabajándote. Así que, si estás mejorando tu autoestima, aprovecha cualquier ocasión que te brinde la vida para honrarte y quererte, viendo todo lo positivo que hay en ti. Al principio se te hará raro, como en todos los cambios, pero pronto notarás como esa coherencia entre lo que dices y lo que trabajas con los audios comienza a dar resultados.

Espero te haya quedado claro cómo grabar y trabajar con los audios subliminales, pero si no es así, ya sabes, coméntamelo.
No me negarás que es cómodo, ¡solo hay que escuchar música!, y te garantizo que es tremendamente efectivo. Así que, ¡dale caña: es una maravilla lo que te espera!

Nos vemos en «Visualización: Chakras de Luz».
Un abrazo, de corazón.

Activando nadis y chakras

Ahora vamos a conocer un par de ejercicios muy efectivos para acondicionar nuestros circuitos energéticos y que fluya armónicamente por nuestro cuerpo la energía del universo, la energía que nos da la vida.

El primero de ellos te puede parecer complicado de hacer, dependerá de tu capacidad de concentración. Yo me he tirado con él más de un año, repitiéndolo entre 30 y 50 veces diarias. Al principio era una pura desesperación, me despistaba un montón de veces. Cada vez que me perdía, en la ascensión casi siempre, volvía a comenzar desde el principio. Una y otra vez.
Recuerdo un sábado a la tarde, estando detenido en un semáforo en el coche, yendo a bailar. Intenté hacerlo un par de veces y nada, no pude culminar la ascensión de un tirón. Desistí de llegar a hacerlo bien: “no tengo cabeza para esto, ya soy mayor para estas historias”, pensé. Llevaba un mes con él y me costaba horrores. Hasta llegar al chakra corazón iba medianamente bien, pero a partir de ahí, hasta alcanzar el chakra corona, todo se descontrolaba. Siempre. Y vuelta a empezar, una y otra vez. Me veía incapaz de lograrlo.
Al día siguiente dibujé el circuito en un papel: “¿cómo va a poderme un simple ejercicio de concentración?, ¿quién me creo ser?”, me dije. Eso fue en enero de 2017. En la actualidad (3 de julio de 2018), mientras bailo los sábados en la discoteca que voy habitualmente, hago el ejercicio. Cuando me confundo, que a veces me pasa, comienzo desde el principio, disfrutando del paseo entre mis chakras.

Esta dificultad en los inicios se transforma al poco en su mayor virtud, porque te permite desconectar instantáneamente de ese agobio mental que puedes vivir en un momento dado. Cuando tengas muchos pensamientos atropellados, cuando te sientas mal por el motivo que sea y notes que la mente te lleva por su camino: vete a esta visualización. Automáticamente te relajarás porque no puedes mantener TODA tu atención en dos sitios a la vez y si la tienes en este ejercicio no te encuentras perdid@ en el mundo de la mente, en el mundo de la ensoñación. Al hacerlo con esta intención ya no será un ejercicio que debes hacer para elevarte, sino que se convertirá en tu oasis privado en el que descansas del mundanal ruido, olvidándote del agobio de la mente y de la identificación con esta ilusión de vida que parece tan real.

Todos los obstáculos, dificultades o problemas que puedas tener para hacerlo no son más que engaños del ego-mente para que no sigas con ello. Vive con la certeza de que lo consigues, sé constante (la repetición es la madre de la mejora) y ¡dale caña porque vas a flipar con él!, de verdad.

Así que, sin más preámbulos, vamos a conocer algo más de esta maravilla.

ACTIVANDO IDA, PINGALA Y CHAKRAS

Nosotros, como seres físicos, somos transformadores de energía: tomamos energía de la respiración, alimentos, sol y del agua. Esta es la energía que nutre el cuerpo físico, pero también recibimos energía sutil del cielo y de la tierra, la energía del universo, para posteriormente darla al mundo. La energía del cielo penetra en nuestro cuerpo por medio del chakra corona, la de la tierra por el chakra raíz. Esta energía sutil se distribuye por medio de unos canales llamados nadis. Tenemos más de 70.000 en nuestro cuerpo (es lo que dicen, yo no los he contado), siendo tres los fundamentales: Sushumna, Ida y Pingala.

El nadi Sushumna es el canal de energía que une el chakra raíz con el corona, ascendiendo por la columna vertebral. Los chakras nacen de él y es el nadi más importante porque nutre de energía a todos los demás.
Ida y Pingala zigzaguean entre los chakras, encargándose de mantenerlos en perfecto estado, equilibrando y armonizando su vibración.

Los chakras son nuestros «transformadores energéticos personales». Son unos vórtices de energía encargados de transmutar la energía a la vibración adecuada, tanto la que recibimos como la que damos. Esta vibración constante de los chakras, junto con la energía que absorbemos de la tierra-cielo, crea una burbuja energética (el aura) que nos rodea totalmente, actuando como una armadura protectora. Cuando los chakras no funcionan adecuadamente, esa burbuja energética personal refleja esas anomalías, creándose agujeros o puntos más débiles. Por ellos penetra la energía disfuncional del exterior (la del ego-mente que nos rodea) contaminándonos y haciendo descender nuestra vibración personal. Fíjate, cómo a veces, al quedarnos sol@s tras permanecer un rato con una persona, nos notamos «mal» por dentro, con toda nuestra energía movida Eso es porque la energía-vibración de esa persona ha resonado en nuestro interior, haciendo vibrar la nuestra en su misma frecuencia. De esta forma, cuando los chakras no trabajan armónicamente, nos encontramos desprotegidos frente a la energía del exterior, siendo susceptibles de ser «dirigidos» por ella.

Por el contrario, cuando los chakras vibran armónicamente, entonces, todo fluye. Nos sentimos plenos de energía, de confianza, de optimismo, siendo mucho más creativos y con el poder suficiente para llevar a cabo aquello que expresa nuestro anhelo más querido. Nos convertimos en perfectos canales de transmisión de la energía del universo-amor a este mundo físico. Y este flujo de energía, de la más alta vibración, es el que nos va a ir elevando constantemente, convirtiéndonos en seres más conscientes, más despiertos. Por lo tanto, cuando tenemos nuestra burbuja en perfecto estado nada de fuera nos puede afectar, somos libres de las influencias del mundo exterior y, en este caso, nuestra energía es la que eleva a la de las personas que interactúan con nosotros.

Así que fíjate en la importancia de este ejercicio para nuestro crecimiento y desarrollo personal.

BENEFICIOS:        

– Tranquiliza y relaja el tráfico mental, desconectándonos de la mente ensoñadora. Si hemos tenido una discusión o una mala noticia y, tras ella, nos quedamos sumergidos en la vorágine habitual de pensamientos, este ejercicio nos separa de nuestro ego que se siente lastimado, permitiéndonos recuperar nuestro «tono emocional» habitual.

– Desarrolla la capacidad de concentración: nuestro auténtico poder. Según se desarrolla la capacidad de concentración vamos tomando el control de la mente y los pensamientos ensoñadores no nos llevarán por su camino. Nos volvemos más conscientes de donde enfocamos la atención, pudiendo cambiar la dirección de esta a voluntad nuestra. No como ahora, que a veces nos vemos esclav@s de los pensamientos sin poder “escapar” de ellos.

– Limpia, equilibra y energiza los chakras al mantener la fluidez de la energía que los sustenta. De esta manera preparamos nuestra energía para elevar su frecuencia, convirtiéndonos en personas más amorosas y vigorosas, aportándonos clarividencia. Así vamos creciendo como seres conscientes, a la vez que desarrollamos las cualidades personales ligadas a la vibración de cada chakra correspondiente.

FORMA DE HACERLO:

Puedes hacerlo sentad@, tumbad@ o de pie. Yo, normalmente, la hago de pie ya que me resulta más fácil seguir la visualización, pero tú mism@, hazlo como más te guste. Los ojos, al principio, cerrados; cuando lleves un tiempo con ella la harás como quieras.

El ejercicio lo comienzas con una inspiración y, a partir de ahí, te olvidas de cómo respiras. Lo importante es visualizar el recorrido de la energía entre los chakras. Con el tiempo ya podrás ser consciente de más cosas, pero en principio céntrate en la visualización. Si tienes problemas para seguir el circuito, acompáñate con un dedo marcando la trayectoria por tu cuerpo.

  1. Haz unas cuantas inspiraciones hasta notarte relajad@ y centrad@.
  2. Inspiras e inicias la ascensión de la energía (luz platino) por la pierna izquierda (por la derecha si eres o has sido zurd@ de pequeñ@), penetrando por la izquierda del chakra raíz (por la derecha si eres o has sido zurd@ de pequeñ@). Haz el giro del chakra, sales y continuas la ascensión por la derecha del 2º chakra. Haces el giro con él, sales por su izquierda y entras en el 3º. Recorres todos los chakras (fíjate en el dibujo) hasta llegar al corona (igual lo visualizas un poco más grande que los demás), donde comienza el camino de descenso. Prosigues con el recorrido inverso y lo finalizas con la energía bajando por la pierna derecha, saliendo por la planta del pie.
  3. En el recorrido ve-imagina los colores de los chakras intensos y brillantes, aunque con la práctica constante verás cómo cambian de intensidad y textura según tu estado de ánimo.

NOTAS:

1.- Cuando tengas suficiente destreza puedes hacer el ejercicio siguiendo el ritmo de la respiración: en la inspiración realizas la ascensión; en la espiración el descenso. Esto requiere la máxima concentración y será la señal de tu maestría, pero que este no sea tu objetivo: es una consecuencia del trabajo realizado.
2.- Procura hacer la visualización todos los días como ejercicio de mantenimiento y, a veces, lo harás sin tener intención de hacerlo: te lo pedirá tu propia vibración.
3.-El único objetivo en todo trabajo interior es: DISFRUTAR. Intenta disfrutar de todo lo que haces. Al principio, hasta que lo domines, estarás un poco tens@ (te sentirás insegur@ mientras lo realizas) y tendrás que estar más concentrad@ de lo habitual. Cuando tengas soltura con él ya no te «costará» tanto concentrarte en ello y entonces empezarás a disfrutar. Y cuando disfrutas comienzas a crecer, a elevarte, porque lo haces sin esfuerzo, sin lucha. Y todo aquello que hagas sin lucha te eleva.

ACTIVANDO SUSHUMNA

Con este ejercicio complementamos el anterior, ya que activamos el nadi Sushumna, limpiando y abriendo la línea Hara de nuestro cuerpo, favoreciendo la conexión Tierra-Cielo.
La línea Hara es un tubo de energía que asciende desde nuestros pies, conecta con el nadi Sushumna y fluye al cielo por medio del chakra corona. Es nuestra conexión con la energía de la tierra y del cielo: es el punto de encuentro entre nuestra parte física humana y nuestra divinidad. Es el canal que nos conecta a la Unidad.

Con esta visualización equilibramos el flujo de energía que circula por nuestro cuerpo, corrigiendo los excesos y deficiencias de esta. Además, nos libera de la energía del pasado, de actitudes antiguas y formas obsoletas de ver la vida, permitiéndonos avanzar más rápidamente en nuestro cambio personal.

Procura hacer este ejercicio habitualmente, a modo de mantenimiento. Así, la línea Hara se encontrará limpia y despejada para asimilar mejor la energía de más alta vibración. Al pasar esta energía a través nuestro nos vamos elevando, aumentando nuestra frecuencia de vibración, siendo más luz. Y esta luz es la que damos al mundo.

FORMA DE HACERLO:

  1. Siéntate en un lugar cómodo con la espalda erguida. Ojos cerrados, manos descansando sobre las piernas. Con el tiempo y la práctica lo harás andando, esperando en colas o mientras cocinas porque será motivo de gozo.
  2. Haz unas cuantas inspiraciones hasta notarte relajad@ y centrad@.
  3. Inspira profundamente mientras llevas la atención debajo del ombligo, donde brilla una luz platino iridiscente. En cada inspiración sientes cómo esa energía, esa fuerza vital, va llenando tu vientre hasta sentirlo pleno, poderoso y refulgente.
  4. Una vez tengas almacenada la energía vital en tu vientre, en la inspiración la haces descender al coxis para luego ascender por tu columna vertebral saliendo por la cabeza, como si fuera una fuente. En la espiración desciende por el exterior de tu cuerpo, llenando el aura de esa luz iridiscente, hasta llegar al suelo. En la inspiración entra por el coxis y te recorre por tu centro, hasta rebosar por la cabeza. En la espiración te bañas en esa luz que te interpenetra a modo de ducha energética.
  5. Permanece todo el tiempo que quieras disfrutando de esa luz, tu luz, que te limpia y energiza.

Nos vemos en «Creencias: las jefas del cotarro. Qué son y cómo funcionan».
Un abrazo, de corazón.

Los pensamientos: energía en movimiento

Según la Wikipedia: «El pensamiento es la actividad y creación de la mente; dícese de todo aquello que es traído a la existencia mediante la actividad del intelecto. El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la mente puede generar, incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc.»

Y también: «El pensamiento se podría definir como imágenes, ensoñaciones o esa voz interior que nos acompaña durante el día y en la noche en forma de sueños». La estructura del pensamiento o los patrones cognitivos son el andamiaje mental sobre el que se conceptualiza la experiencia o la realidad”.

Ahora que ya conocemos la definición de pensamiento, vamos a ver sus clases y características para ser conscientes del inmenso poder que tienen. De esta forma podremos convertirlos en nuestros aliados.

 

 

CLASES

Hay dos clases de pensamientos: creativos y ensoñadores.

Los primeros nacen de una intención, buscamos un fin con ellos: «voy a pelar esta cebolla para preparar una tortilla de patata«. Aquí somos conscientes de tenerlos y ejercemos el control sobre ellos, ya que pensamos con una intención determinada.

Los ensoñadores son aquellos que nos vienen cuando no estamos atentos y dejamos vagar la mente sin ningún propósito. Nos abandonamos en estos pensamientos sin ningún control por nuestra parte. Aquí no hay intención de obtener un resultado concreto, sino que estamos “viendo” una película creada por ellos.

Hasta aquí va todo bien. Empezamos a vivir en la ilusión cuando nos creemos que esos pensamientos son verdad, cuando damos por ciertas las ensoñaciones que nos presentan: «seguro que están pensando en echarme del trabajo, porque el jefe me mira mal últimamente» o «ese bulto que me ha salido en el pecho puede ser algo malo». Es decir, “vivimos” la película creada por ellos, siendo, generalmente, nuestras compañeras de viaje el miedo y la ansiedad.
También puedes imaginar cosas bonitas, como en la velada que vas a pasar con esa persona amada o la sonrisa que pondrá tu hija pequeña cuando abra el regalo que la has comprado. Al imaginar esto, tu ser, tu energía, se llena de alegría anticipada, pero ni lo uno ni lo otro es real: estás viviendo, en ambos casos, películas creadas por tu mente gracias a los pensamientos. Lo único cierto es que quieres hacer una tortilla de patata, para ello vas a picar una cebolla y punto: no hay más misterios. Lo demás son «pajas mentales», es ilusión, así que pica con total concentración la cebolla (aunque te lloren los ojos), para que tu mente no te lleve por el mundo de los sueños y, si esto sucede, vuelve una y otra vez al aquí-ahora, al cuchillo y a la cebolla.

Si no puedes volver al aquí-ahora, sigue leyendo.

Todo pensamiento que mantengas en tu interior debe tener una intención, porque esa intención es tu libertad. Si mantienes pensamientos sin ningún propósito, es decir, dejas vagar la mente por hipotéticos problemas que «crees» puedas tener, ahora o en el futuro, o te solazas con agradables-desagradables recuerdos, estarás viviendo en el mundo de la mente, perdido en una ilusión (tus pensamientos), que parece real, pero no lo es. En este caso habrás dado el mando de tu ser a algo que no eres tú.
La mente es un maravilloso instrumento cuando está a tu servicio, pero ahora has permitido, con tu inconsciencia, que se convierta en tu dueño y señor. Y la mente es un buen siervo, pero un tirano como amo.

CARACTERÍSTICAS

1.- Los pensamientos ensoñadores que tienes no son tuyos: tú solo eres consciente de ellos.
Fíjate en cómo se van acercando a tu punto central de consciencia, tienen su momento de máximo esplendor-atención por tu parte y luego se difuminan hasta aparecer otro pensamiento, que igual está relacionado con el anterior o no, llevándote por su nuevo camino. Mira cómo entran y salen de tu campo de consciencia. Si adviertes esto, ¿qué sucede?: que tus pensamientos van por un lado y tú por otro, como si estuvieras «viendo» (no “viviendo”) una película.
Ahora bien, si empiezas a creer que son verdad los pensamientos que tienes, dejándote llevar por las emociones que generan en ti, entonces ya estás soñando otra vez. Has dejado de darte cuenta de los pensamientos, has dejado de ser el observador-espectador de la película, para convertirte en el protagonista de esta. Una película en la que el director y el guionista son tus incontroladas emociones creadas por los pensamientos que llegan a tu campo de consciencia. Aquí estás soñando tu vida, aquí vives en un mundo paralelo al real: el mundo de tu mente. En este momento ya no puedes “dejar de pensar”, ya estás metid@ en la película interminable que la mente-ego está creando para ti.

Así nos pasamos la mayor parte del día, viviendo las ensoñaciones que nos llegan, reaccionado a lo que vemos en nuestra pantalla mental, yendo de un lado a otro sin saber cómo parar esta noria y bajarnos. ¡Qué agotamiento!, ¿verdad?

2.- Los pensamientos ensoñadores son hijos de las creencias.
Todo lo que vivimos o experimentamos en nuestra vida lo interpretamos en función de nuestras creencias (son ideas que consideramos verdaderas, a las que damos completo crédito como ciertas), que seleccionan y atraen los pensamientos que están de acuerdo con ellas; a los demás pensamientos nuestra atención no los hace caso. La atención ve lo que la creencia quiere que vea. Ellas son las que realmente están llevando el timón de nuestras decisiones y, por lo tanto, de nuestra vida.

Supón que crees ser una persona con suerte, que todo te sale bien. Estudias en la universidad y el profesor os sorprende diciendo que la semana próxima tenéis un examen de esa materia que pensabas preparar en la cercana Semana Santa. Tu primera reacción será muy diferente a la de tu compañer@ de pupitre, al que no le gusta esa asignatura y, por lo tanto, se le da mal. Tú pensarás que lo vas a aprobar sin problemas, que estudias fuerte esta semana y así tendrás libre Semana Santa, ¡qué bien! Por el contrario, tu compañer@, decidirá que no se va a dar la matada a estudiar para nada, que suspende ahora y deja la asignatura para junio. Los pensamientos de uno y otro son totalmente diferentes ante el mismo hecho, y las decisiones tomadas también. La diferencia en la reacción son las creencias de cada uno.

3.- Los pensamientos atraen a otros semejantes.
El pensamiento es una energía vibrando (todo lo que existe es energía, es vibración) y por lo tanto sigue las leyes de la energía (la energía atrae energía semejante), con lo cual, si tienes pensamientos de miedo, duda, angustia… atraerás pensamientos similares y tu estado de ánimo lo reflejará, volviéndose sombrío. Por el contrario, si mantienes pensamientos de alegría, de confianza, de optimismo, atraerás pensamientos que van en su misma línea de vibración, creándote un estado de ánimo muy diferente al del ejemplo anterior.

Ahora, vamos con un punto muy importante:

4.- Cada pensamiento crea una emoción, que es el reflejo en nuestro cuerpo de ese pensamiento.
A veces no somos conscientes del pensamiento que ha creado la emoción que vivimos, pero nuestro cuerpo siempre lo “siente” dándonos una indicación clara del tipo de pensamiento que la ha originado: si nos sentimos bien, es uno elevador, inspirador; si nos sentimos mal es un pensamiento limitante, de «no poder».

Además, la emoción tiene unas cualidades que nos afectan más de lo que pensamos.

 

LA EMOCIÓN

Todo pensamiento, seamos o no conscientes de él, provoca una reacción en la energía que somos, modificando la vibración de esta. La emoción es el reflejo de ese cambio vibratorio, es decir, la emoción es la «traducción» del pensamiento en la energía que somos: es su creación energética. Este es el poder creador del pensamiento. Una forma mental (pensamiento) se convierte en una vibración de energía (emoción). Si nuestros pensamientos son inspiradores, elevadores, de amor…  nuestra vibración adquiere una frecuencia más elevada, más sutil. Por el contrario, si mantenemos pensamientos de “no poder”, de incertidumbre, de lucha, de enfado… esos pensamientos se traducen en una vibración baja, densa, oscura

La emoción atrae pensamientos que vibran en su misma frecuencia. Si te pones triste porque imaginas que no vas a aprobar ese examen que tienes la semana próxima o te entra angustia o remordimientos por no haber tocado un libro hasta hoy, esa emoción atrae pensamientos que van en esa misma frecuencia vibratoria (“¡soy un vag@, lo dejo todo para el último momento!”, “¡como siga así, no acabo la carrera!”), que, a su vez, te harán sentir peor. El pensamiento “crea” una emoción y la emoción “atrae” un pensamiento, es decir, los pensamientos ensoñadores que tenemos no son nuestros, no los creamos nosotros (serían creativos en caso contrario), sino que los atraemos según las emociones que vivimos a cada momento.

Una emoción sostenida se convierte en un estado de ánimo (nuestra energía principal). Ese estado de ánimo es la vibración que mandamos al universo y, por lo tanto, será lo que recibamos de él. Nuestro estado de ánimo es nuestra energía de atracción. Esto es muy importante, ya que es la clave de la vida que llevamos: ¿qué energía-vibración estamos mandando al mundo? Si enviamos vibración de amor, alegría, felicidad… eso recibiremos en forma de situaciones de vida. Si irradiamos ira, miedo o insatisfacción… eso recogeremos en las situaciones que nos devolverá el universo.

La emoción no distingue entre lo real y lo imaginado. Para ella todo es real y todo está sucediendo ahora mismo, sea algo que vives o algo que imaginas, bien sea del pasado o del futuro. Aunque falte una semana para el examen, la emoción lo vive como si ya lo hubieras suspendido y te hará sentir “mal” ahora.

Así mismo, cuanta más emoción nos provoque o pongamos en un pensamiento, más alta será la «voz» con la que llamamos al universo para que lo materialice, y antes lo hará. Por lo tanto, sé muy consciente de tu estado de ánimo, porque eso es lo que estás creando-atrayendo momento a momento: si tú estás bien, todo va bien.

CÓMO NO PERDERTE EN LOS PENSAMIENTOS

El remedio infalible para ello, y el objetivo final de esta web, es vivir permanentemente en el aquí y ahora. Cuando vivimos con TODA nuestra atención en el eterno presente ya estamos conectados a la esencia divina que somos y no hay pensamiento ensoñador que nos despiste. Ahora bien, nuestra atención está muy poco entrenada, porque todo en el mundo en que vivimos nos empuja a lo contrario, a distraernos constantemente gracias al montón de estímulos externos que nos rodea: móviles con los mensajes de WhatsApp, redes sociales, YouTube, internet… Este cúmulo de información que recibimos nos invita a separarnos del foco principal de atención que es: ¿cómo me siento ahora?, ¿qué vibración estoy emanando en estos momentos?

Todo este camino que vamos a recorrer es para ser capaces de dominar la atención, nuestro auténtico poder creador, y la clave para dirigir conscientemente la atención es desarrollar la concentración, que no es más que la atención sostenida en un punto.

Ahora, nos disponemos a subir unos escalones en la escalera que nos lleva a la luz: vamos a ver cómo podemos empezar a tomar el control de nuestros pensamientos y, por lo tanto, de nuestra mente.
Al principio te va a costar un poco, puesto que los pensamientos y tú estáis acostumbrados a una forma de actuar: ellos se ponen delante, en tu campo de consciencia, tú les sigues con tu atención inconsciente, no les das importancia, y dejas que revoloteen en tu mente el tiempo que ellos quieren. A partir de ahora vas a coger el mando de tu atención y esto le cuesta mucho aceptar a la mente: que los pensamientos que ella creaba a «su» voluntad ahora te rindan pleitesía. Así que, intentará hacerte la vida imposible para que no sigas tu nuevo camino, para que nada cambie en «vuestra» relación. Y como no andes muy alerta ten por seguro que lo consigue, porque, además: “¿qué tontería es esta de que los pensamientos son tan poderosos?, ¿de dónde sale eso?, ¿de este tío con barbas que parece estar medio girado? ¡Tonterías!, ¡tú déjame hacer a mí, que yo sé bien lo que hago!, además, ¡tan mal no nos ha ido hasta ahora!” … De esta forma nos come el coco la mente para que no cambie el statu quo que mantiene con nosotros.

Vamos con unos sencillos pasos que, con la repetición, acabarán convirtiéndose en la nueva forma de interactuar con tu mente y los pensamientos.

 

 

1º.- Fíjate en lo que estás pensando.
Lo primero de todo es darte cuenta de qué estás pensando, qué es lo que atrae tu atención en un momento dado y cómo te sientes por ello. Sé consciente de cómo estás por dentro, sin juzgar, sin comparar, sin desear estar de otra forma. Solo date cuenta.

2º.- No sigas las ensoñaciones de tus pensamientos.
Déjalos caer como dejas caer una pesada carga, porque seguir los pensamientos es una carga muy pesada. No «acabes» los pensamientos que te llegan. Un buen ejercicio es imaginar que los pensamientos que tienes, y aquí me refiero siempre a los ensoñadores, pertenecen a otra persona, que no son tuyos. Eres consciente de ellos, pero no les haces caso, no los sigues, porque son de otro. Obsérvalos como puedes observar a las nubes en el cielo, sabiendo que se irán con el viento. Sea lo que sea que pienses, no reacciones ante ello, no «bailes» con ellos, solo míralos. Sé un testigo desapasionado de tu mundo interior.

3º.- No interpretes lo que vives o experimentas en tu vida.
Tenemos la costumbre adquirida de juzgar las situaciones que vivimos en función de si van a favor nuestro o no. Aquello que nos acerca a lo que deseamos lo etiquetamos como “bueno” y “malo” si nos separa de ello. De esta manera ya estamos otra vez con la mente a cuestas, ya nos está llevando por su mundo.

Abandona toda intención de etiquetar-enjuiciar-interpretar-comprender lo que vives; deja de ser dirigido por tu mente, por tus pensamientos. No quieras entender (al ego le encanta), solo déjate llevar por lo que la vida te ofrece momento a momento, sin catalogarlo como “bueno” o “malo”. No juzgues ni compares lo que vives o lo que eres con nada. Todo es perfecto tal como es, sin etiquetas ni definiciones, sin palabras ni expectativas. No intentes buscar «fallos» a lo que la vida te regala: todo lo que vives es justamente lo que necesitas experimentar para tu mejor desarrollo personal. Todo es perfecto. Todo.

Si no puedes dejar de interpretar lo que vives o te crees las ensoñaciones que te presentan los pensamientos, sigue leyendo.

4º.- No luches contra los pensamientos que te generan dolor.
En ocasiones nos enredamos en pensamientos que nos causan dolor, bien sea por hechos del pasado (la bronca monumental que tuviste con tu pareja, por ejemplo) o las perspectivas tan negras de futuro que tienes cuando se te acabe el paro. La primera reacción es luchar contra ellos, apartarlos de nuestra consciencia para no seguir viviendo la emoción que nos embarga, pero eso es imposible, siempre saldrán ganando ellos, ya que los energizas con tu lucha.
A un pensamiento no se le puede «echar» de nuestra consciencia, de nuestra mente, porque, desde el momento en que eres consciente de él, ya forma parte de ti. Y si te pones a luchar contra un pensamiento, realmente estás luchando contra ti, así que nunca vas a ganar (para «ganar» tú hace falta que «pierdas» tú y eso no puede ser: sólo hay un «tú»).

No rechaces nada de lo que sientas-pienses, ya que si rechazas o te enfadas por lo que experimentas en un momento dado, estás mandando negatividad al universo. Este te devolverá situaciones acordes a esa energía que emanas y perpetuarás ese bucle de dolor. Por el contrario, si no reaccionas a ese pensamiento, a ese dolor, ya te estás limpiando, ya estás rompiendo la dinámica del sufrimiento. Con el tiempo y el crecimiento interior, serás capaz de amar aquello que ahora temes. Cuando amas completamente algo es imposible temerlo y, si no lo temes, entonces ese pensamiento pierde todo su poder sobre ti, abandonándote para siempre.
Aquí te dejo una poderosa herramienta para cambiar esos pensamientos que te hacen sufrir: el perdón.

La clave de todo es que siempre tengas el control de tu atención, que seas consciente de lo que estás «mirando» momento a momento. Esto puede parecer duro al principio, pero es inevitable que lo hagas. A partir de ahora vas a cambiar la dirección de tu foco de atención, pasando de fuera a dentro. Has estado mucho tiempo fijándote en tu exterior y muy poco en tu interior, pero tu auténtico poder está dentro de ti. Empieza a disfrutar del reino que gobiernas y que has tenido muy desatendido en los últimos tiempos: comienza a ejercer como la dueña y señora de tu mundo interno.

Por hoy ya vale. Ahora ya puedes practicar lo que has leído aquí. Incorpora estas prácticas en tu rutina de trabajo personal y, cuando notes que ya forma parte de ti esa nueva forma de mirar a tu interior, vuelve a este rincón. Ahora practica, practica, porque es una maravilla lo que nos queda. Es una maravilla todo.

Seguimos en «Activando nadis y chakras».
Un abrazo, de corazón.

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