Si tras el trabajo anterior y de escuchar los audios, te notas en paz, llen@ de amor y en la toma de decisiones adviertes que no piensas, no razonas, sino que todo fluye de una manera natural. Además, si a cada momento aprecias una apertura total de tu corazón a todo aquello de lo que eres consciente, a la vez que percibes tu cuerpo de una manera nítida e intensa, entonces, ya has llegado al final de tu viaje interior y no te hace falta leer ni trabajarte este artículo ni el siguiente: estás siendo llevad@ por la energía de la Unidad y no hay ningún ego que se oponga o decida nada diferente a lo que es. Ya vives en la realidad del Ser que eres, no en la ilusión creada por tu mente.
Este «dejarse llevar», el estado de no-ego, es el estado natural en el que llegamos a este planeta para tener experiencias sensoriales: es nuestro estado de nacimiento. Pero con el paso del tiempo y el desarrollo intelectual, comenzamos a seguir a la mente y los pensamientos, perdiendo el gozo y el júbilo de nuestra auténtica naturaleza, para acabar viviendo en el mundo de las ensoñaciones mentales. De esta manera nos llenamos de objetivos y deseos, intentando controlar nuestra vida y planificar el futuro, generándonos una tensión constante. Así, dejamos de disfrutar de la dicha del Ser para vivir en el tobogán de las emociones creadas por los pensamientos.
Ahora ha llegado el momento de desandar el camino recorrido, pasar del mundo de la mente al universo del Ser.
Con el trabajo realizado hasta ahora, hemos elevado nuestra frecuencia vibratoria, limpiándola de la más densa del ego, con las identificaciones y apegos correspondientes. Ya estamos vibrando en la frecuencia del amor, sintiéndonos diferentes, pero todavía falta un último paso: cambiar al capitán que maneja el timón de nuestro barco.
Actualmente, nuestra mente-ego dirige el rumbo de la nave que somos. Lo siguiente que haremos será quitar a ese capitán, miedoso e impaciente, que elije los destinos y rutas por «nosotr@s» y no pondremos a nadie en su lugar. Permitiremos navegar a nuestro navío, nuestro ser, «solo» por las aguas de la vida que surcamos constantemente. Como confiamos tanto en ese océano de amor que nos envuelve, nos abandonamos totalmente despreocupad@s en él.
Este paso es el más difícil de dar para la mayoría de las personas con anhelos de crecimiento interior, porque significa la «muerte» del ego-ilusión. Para ello, con los ejercicios siguientes grabaremos la intención de instalar completamente la Consciencia de Dios en nuestra energía. Luego, en el próximo artículo, abandonaremos la mente y sus ensoñaciones para vivir en el Ser.
De esta manera, ya no sabremos ni adónde vamos en la vida ni por dónde. Nos convertimos en la flauta hueca a través de la cual la Unidad toca su maravillosa melodía de amor. Esto le aterra al ego, el no poder controlar, el no saber, y por eso éste es el paso más arduo si no se ha realizado un trabajo previo, por la gran fuerza que posee la ilusión. Pero una vez nos abandonamos en el «no saber» y en el «no hacer», ascendemos al último nivel de la evolución que hemos iniciado hace un tiempo, «disolviéndonos» total y permanentemente en la Unidad.
Y así, sin más cháchara, vamos con lo que nos eleva.
DEJÁNDONOS LLEVAR: INSTALANDO LA CONSCIENCIA
Como hemos visto,el ser que somoses la suma del cuerpo (energía de amor) y consciencia infinita (Dios). Ya vibramos en el amor gracias al trabajo previo, así que ahora pediremos a la Consciencia de Dios que interpenetre totalmente nuestro cuerpo. Para ello nos ayudaremos de unas invocaciones y mantras, pero antes acondicionaremos nuestra energía con una poderosa visualización.
1. VISUALIZACIÓN: “CHAKRAS DE LUZ-AURA-VERDE”
Esta visualización permite desarrollar nuestra capacidad de concentración (una de las propiedades del color verde), a la vez que nos relaja (fíjate cómo te sientes cuando permaneces un rato en medio de la naturaleza) y regenera la vibración en salud de nuestras células, revitalizando el cuerpo, preparándolo para vibrar en frecuencias más elevadas.
Haces la visualización «Chakras de Luz», pero solo la parte correspondiente al aura. En la inspiración tomas energía de la tierra y del cielo por medio de los chakras raíz y corona. En la espiración llenas tu cuerpo y aura de un intenso color verde.
Haz este ejercicio constantemente durante 3-4 días, aunque el tiempo depende de cada un@, hasta llenar tu burbuja protectora de ese poderoso color. Cuando ya sea instantáneo el visualizarte rebosando de luz verde, lo haces una vez al día como ejercicio de mantenimiento y pasas al siguiente.
2. INVOCACIONES y MANTRAS
UNA INVOCACIÓNes un decreto que lanzamos al Universo desde el poder de la divinidad-amor que vibra en nuestra energía: es una orden nacida del Dios/a que somos. Es un mandato que se cumple al instante.
La forma de trabajo es muy parecida a las frases de amor o las afirmaciones de los audios: las pronunciamos lenta y concentradamente; tras cada repetición, permanecemos con la atención enfocada en nuestro interior, fijándonos en las sensaciones que experimentamos.
Yo me he trabajado unas cuantas en relación con este tema: «Padre, llévame hasta ti», «Padre, tómame», «Padre, llena de ti el ser consciente que soy», pero las fundamentales, y que todavía me repito de vez en cuando, son estas dos: «Padre, lléname de ti», «Padre, lléname de tu Consciencia».
En tu caso concreto, elije los términos que mejor vayan contigo, con los que te sientas más a gusto. Para mí, «Padre», es la palabra que me ha acompañado toda la vida para nombrar a lo más sagrado y profundo de mi ser. Es sinónimo de Dios, pero «Padre» me resulta más cercano. Tú ya sabrás cómo nombras a esa presencia que sientes has estado siempre contigo y ponlo donde corresponda.
En un principio, para reafirmar el mensaje, puedes imaginar cómo tu cuerpo se llena de luz incolora: la Consciencia de Dios. Con la repetición no te hará falta ninguna imagen visual, percibiendo tu cuerpo nítido y vivo.
Repítete las invocaciones por parejas, como están. Si te apetece centrarte en una sola, perfecto, adelante con ella, ya irás descubriendo cómo trabajarlas.
La Consciencia de Dios está totalmente desidentificada y, por lo tanto, desapegada. No se pierde en ninguna ensoñación ni deseo: es la Consciencia Pura. Llenarnos de Dios es inundar todas nuestras células de esa Consciencia Divina, libre de identificaciones, para que no sigan siendo llevadas por los apegos de la ilusión que ha poseído a la raza humana desde el principio de los tiempos.
Las células son entes individuales con vida propia, formando parte de un ser superior: nuestro cuerpo. Además, según ha demostrado la biología, cuentan con una memoria y mente individual.De esta manera, instauramos la Consciencia Desapegada en todos los rincones de nuestro ser, sin que haya «espacios vacíos».
Llenarnos de consciencia es llenarnos de la CAPACIDAD DE DARNOS CUENTA cuándo el ego-mente está controlando nuestra energía y cortar el vínculo con él. La consciencia no limpia nada, no interviene, no interfiere, sólo eleva nuestra percepción (sensibilidad), dándonos clarividencia para descubrir instantáneamente si nos lleva la ilusión y, gracias al poder de concentración desarrollado, centrarnos en la paz del Ser que somos. Es abandonar las sombras y la oscuridad, creadas por la mente-ego, para ver y brillar en la luz del amor desapegado, convirtiéndonos en observadores/as desapasionad@s de nuestro interior.
Puede que al principio no sientas nada. No te agobies «pensando» en que lo estás haciendo mal: tú siempre lo haces bien, sólo es cuestión de constancia, de persistir. Cuando pronuncies las palabras, mental o físicamente, que tu actitud sea de poderío: estás ejerciendo tu autoridad de nacimiento, el poder del amor que eres. Sé rotund@ en tu invocación (recuerda que estás hech@ a imagen y semejanza de Dios/a) y luego quédate en la sensación corporal. Paulatinamente irás percibiendo tu cuerpo unificado, siendo consciente de su totalidad, como si estuviera despertando. Ánclate a esa sensación.
Tras permanecer un tiempo con estas invocaciones, antepones un «gracias», quedando así: «Gracias, Padre, por llenarme de ti», «Gracias, Padre, por llenarme de tu Consciencia», transformándolas en mantras.
UN MANTRA es la repetición constante y monótona de una frase para promover un estado diferente de conciencia. En este trabajo la repetición será constante y consciente, no monótona. Tras cada repetición permanece un rato en la sensación inducida en tu cuerpo, uniendo la frase a una frecuencia de vibración determinada. De esta manera se vuelve automática la conexión entre la intención-pensamiento (mente) y la vibración (energía).
Además, al comenzar el mantra con un «gracias», aumenta la energía asociada a tu intención. Notarás un cambio apenas perceptible, pero nítido, en tu vibración: tendrá una frecuencia más elevada al rebosar de alegría por haber recibido lo que pides. De esta manera adquieres la certeza.
Tras lanzar una invocación al Universo, lo único que falta es recibir aquello que decretas. Al agradecerlo ya lo has dado por hecho y, por lo tanto, eso es lo que tendrás. Con la invocación el Universo se pone a crearlo; con el agradecimiento lo materializa. Las «gracias» que das aceleran el proceso de creación.
Este es un proceso que lleva su tiempo, como todo, así que no esperes resultados inmediatos (sería el ego reclamando metas), sino vete disfrutando de las maravillosas sensaciones que experimentarás.
Durante un tiempo mantén siempre estos mantras en tu foco de atención. Cuando te sorprendas perdid@ en ensoñaciones, vuelve una y otra vez a ellos. Haz que todo tu ser vibre en la gratitud de ser tomad@ por esa Presencia-Consciencia que palpita en tu ser y PERMITE que todo suceda.
Cuando sientas la certeza manifiesta de estar llen@ de la Consciencia Desapegada, ha llegado el momento de descabalgarnos de la mente para vivir en la vibración consciente que somos. Pero esto lo dejamos para el siguiente artículo de este viaje por tu interior.
Ahora te toca trabajar, mejor dicho, DISFRUTAR de estas prácticas.
Con este artículo finalizamos el trabajo iniciado en los dos anteriores. Si estás escuchando los audios,sigue con ellos, son compatibles y altamente recomendables con las prácticas siguientes en las que introducirás un nuevo componente en tu labor: la intención.
La intención de vibrar en el amor dirige la atención a esa fuerza que oscila en nuestra energía. Esa intención ya la eleva en una pequeñísima cantidad, pero a base de repetir, de reenfocar la atención en ella, va soldándose a esa vibración que nos llena, energizándola y reactivándola.
Para facilitar este proceso, vive amando el momento presente sin rechazar nada de lo que te ofrezca (lo rechaza el ego, ya sabes). De esta manera, además, no crearás ninguna negatividad que te llegará de vuelta en el futuro en forma de circunstancias adversas. Al contrario, lo estarás alfombrando con la energía más elevada que existe, así que estate muy alerta en todo momento a cómo interactúas con la vida.
Antes de meternos en materia, te comento una herramienta muy poderosa que ya has utilizado anteriormente, pero ahora va a tener más relevancia.
EL PENSAMIENTO BASE
El pensamiento base es aquél en el que descansa la atención cuando no la estamos utilizando con un objetivo concreto o cuando realizamos alguna actividad que no la reclama totalmente, por ejemplo, conducir. Parte de nuestra atención la fijamos en el tráfico que nos rodea y en el ruido del motor para cambiar de marcha, pero el resto la solemos dirigir a divagaciones diversas, comenzando a perdernos en la mente. Como no prestamos atención a esos pensamientos marginales (lo importante es lo que sucede en la carretera), éstos atraen otros similares por la ley de la atracción (“la energía atrae energía semejante”), y al poco ya estamos montad@s en el tobogán de la ilusión.
Así pues, es fundamental mantener CONSCIENTEMENTE un pensamiento base en nuestra atención (residual) para no perdernos en la ilusión. Pueden ser uno o varios (lo ideal, así no decae la concentración) relacionados con lo que trabajemos en ese momento. Y los vamos alternando durante el día, según nos lo pida el cuerpo-ser en función de cómo nos sintamos a cada momento.
El pensamiento base es una potente herramienta de crecimiento personal: al reenfocar la atención una y otra vez a ese pensamiento, se produce un incremento importante de nuestra capacidad de concentración, que es la propulsora de la progresión espiritual. Además, cuanto más incidimos en un pensamiento antes lo materializamos, sea lo que sea, ejerciendo de pleno derecho el poder del ser creador que somos.
Ahora sí, vamos con el tema que nos ocupa.
ABRIENDO TU CORAZÓN: AMANDO AL MUNDO
Gracias a las prácticas de los artículos anteriores rebosas de amor hacia ti, así que ha llegado el momento de culminar este maravilloso trabajo.
Comienzas con la visualización “Chakras de luz-aura” y realizas unos cuantos ciclos respiratorios, llenándote de una intensa luz rosa como hemos visto en el artículo anterior. Luego dejas de enfocarte en ninguna imagen mental y te centras en la vibración de tu cuerpo, en las sensaciones que experimentas. No te costará nada (estarás relajad@ por la visualización) y te mantienes un rato flotando-vibrando en esa sensación que recorre, y es, tu cuerpo, tu energía.
A partir de ese estado de quietud, ESTABLECE EN TU INTERIOR LA INTENCIÓN DE DARTE AL MUNDO, de abrirte a todo lo que te rodea, para fundirte en uno con Todo lo que Es, amándolo sin barreras. Acoge en tu ser todo aquello de lo que eres consciente: personas, animales, objetos, ruidos, olores, situaciones, sensaciones, pensamientos… Abrázalo en tu corazón y hazlo parte de ti porque, en realidad, todo forma parte de tu ser, del Todo que eres: somos Un@ en el AMOR.
Permanece todo lo que puedas en esa sensación omniabarcante. No intentes controlar ni dirigir los pensamientos que se presenten, déjalos que revoloteen en tu campo de consciencia sin interactuar con ellos. Tampoco ansíes conseguir ningún objetivo ni esperes ningún resultado, sólo AMA: siente la vibración del Amor que eres.
Amar es disolvernos en la energía universal que nos rodea, ser uno con la Unidad. Es conectar nuestro chakra corazón al mundo sin interferencias del ego-miedo y fundirnos, sin separaciones de ninguna clase, con todo lo que la vida nos presenta. Es retirar la sutil barrera que hemos levantado inconscientemente entre nosotros y los demás que impide unirnos a Todo lo que Es.
La mente-ego reclamará su cuota de atención (la ha tenido toda hasta ahora y la echa de menos) por medio de pensamientos de reproche (“estás haciendo tonterías, ¿qué es eso de amar a Todo?, ¡eso es imposible!, ¡no pierdas el tiempo!”) o inseguridad (“¿estaré haciendo bien esta práctica?, ¿funcionará?”). Tú, ni caso, sigue abriéndote a la vida sin caer en sus cantos de sirena.
Si tienes algún pensamiento recurrente que te hace luchar con él, haz los pasos de perdonar y amar del “Ejercicio del perdón”, dándote cuenta de que todo es una creación tuya. Y te quedas en el amor del perdón.
RESPIRANDO Y AMANDO
A veces sucede que, solamente con la intención de amar, no conseguimos avances significativos. Es debido a que aún tenemos cierta cantidad de ego bloqueando cualquier intento de apertura. Para atravesarlo, céntrate en la respiración: en la inspiración notas como tomas energía de la Tierra y del Cielo por medio de los chakras raíz y corona; en la espiración sientes brotar de tu corazón un inmenso chorro de energía amorosa, inundando todo cuanto te rodea. No te centres en las imágenes visuales que puedan llegarte, sino en las sensaciones que experimentas, fundamentalmente en tu pecho, donde está el chakra corazón. Siente cómo todo tu ser se expande al mundo a través de tu 4º chakra.
Esta es una práctica ideal para cuando interactúes con una o varias personas. Imagina tu corazón unido a los suyos por un canal de energía que brota del tuyo. A través de él sientes fluir el amor en ambas direcciones, estableciéndose una profunda conexión entre vosotros. Experimentarás un intenso júbilo en esos momentos de unión energética auspiciada por tu intención de amar.
Puede suceder, si tu ego aún es muy poderoso, que no logres progresos notorios con la respiración. Entonces, trabájate esta elevadora visualización-sensación que te llevará irremediablemente a ello.
VISUALIZACIÓN: “ABRAZANDO AL MUNDO”
Imagínate de pie frente a tus seres queridos, abrazándoles con total intensidad y amor: hij@s, pareja, progenitores, herman@s, amig@s… Yo suelo empezar con mis dos hijos frente a mí: uno a mi izquierda y el otro a la derecha. Detrás de cada uno hay otras dos personas que les abrazan por su espalda y así sucesivamente. Todos miran en mi dirección y yo en la suya. Para no despistarme con la ropa, estamos tod@s desnud@s. Voy añadiendo personas en orden decreciente de cercanía emocional, apareciendo por detrás de ell@s más y más gente a las que ya no distingo sus rostros. Bueno sí, aparecen Donald Trump, Putin y otros más de su especie: hay que amar a todos sin excepción y así me obligo a ello. Voy sumando personas a este abrazo amoroso hasta incluir dentro de él (con mi intención) a todos los habitantes del planeta, uniéndonos en un estrujón fraternal de tod@s y entre tod@s. Y permanezco sintiendo este amor al mundo todo el tiempo que puedo.
Lo que comienza con una visualización acaba convirtiéndose en una profunda sensación omniabarcante de amor.
Al principio igual te cuesta un poco (haz más hincapié en la intención de amar que en la nitidez de la visualización), pero persevera en ello (la repetición es la madre de la mejora) y pronto lo harás con suma facilidad. Tú verás cómo organizas esos abrazos, a quién pones en primera fila en contacto directo contigo porque luego, al hacer el pensamiento base, va a ser lo primero y casi lo único que vas a distinguir. El resto será la intención de amar.
En otras sesiones puedes ir ampliando ese amor a todo lo que existe en el mundo: árboles, plantas, animales, ríos, mares, desiertos, montañas, ciudades… Hazlo como más te guste y, si surge de tu interior, improvisa. Así se convertirá en tu visualización: tu creación.
Cuando lleves unos días con ella, imagínate a esas personas frente a ti dando la vuelta a la Tierra y abrazándote por tu espalda, llenándote de su amor. Así pasas de sólo dar amor al mundo a recibirlo de él y advertirás cómo cambia tu vibración, tus sensaciones, haciéndote sentir más revitalizad@. Con el tiempo dejarás de fijarte en tus seres allegados, viéndote inmers@ en un mar de gente a la que amas y eres amad@.
Cuando esperes en colas, pasees o viajes quédate contemplando a las personas que te rodean. Obsérvalas sin enjuiciar ni comparar ni divagar sobre ellas. Sólo les abres tu corazón SINTIENDO que tú eres ell@s y ÁMATE CON LOCURA: percibirás automáticamente el poder del Amor palpitando en ti.
En esta práctica, la clave es SENTIR, no VER con la imaginación. Comienzas ayudándote de una imagen mental, pero permaneces, y acabas, experimentando las maravillosas sensaciones que te llenan, siendo consciente de tu energía abarcando Todo lo que Es. Convierte esta visualización en tu pensamiento base(imagínate una foto tomada por detrás y un poco por encima de tu cabeza, en la que te ves abrazad@ a todo el mundo, en un interminable triángulo invertido en el que tú eres el vértice inferior, donde comienza todo), al que vuelves una y otra vez cuando te notes divagar haciendo tus cosas mundanas. El caso es mantener el mayor tiempo posible la intención de amar en tu campo de consciencia.
BENEFICIOS
Ésta es una eficaz visualización-sensación que va elevándote en la vibración del amor incondicional. Empezamos con los seres queridos, a los que normalmente estamos apegados, y aumentamos progresivamente la incondicionalidad de nuestro amor al no distinguir los rostros. Así conseguimos amar a todo el mundo de la misma manera que a ellos, pero sin ningún tipo de apego. De este modo ya no hay ninguna diferencia y todos vibran-vibramos en el AMOR sin etiquetas.
Con el paso de los días, experimentarás intensos destellos de clarividencia: te llegan ideas que sientes como ciertas dándote una nueva visión acerca de las situaciones que vives o reacciones que tienes. El aumento de la clarividencia es consustancial a la elevación de nuestra frecuencia vibratoria.
Según vayas repitiendo esta visualización, advertirás que la imagen mental de verte dando amor al mundo se transforma en un interruptor teletransportador del ego-mente a la sensación-vibración del amor incondicional que eres. Y esto eleva instantáneamente tu vibración, tu estado de ánimo. Pronto te notarás de manera diferente, con unas maravillosas sensaciones recorriendo tu ser: la alegría de amar.
Además, esta foto mental del abrazo se convierte en el cortafuegos que impide a los pensamientos de la mente-ego anidar en tu campo de consciencia, manteniendo siempre pensamientos elevados.
Otro efecto maravilloso de esta práctica es que, al mantener conscientemente un pensamiento base y regresar a él siempre que te pierdas en la ilusión, adquieres el control absoluto de tus pensamientos: no piensas en lo que el ego quiere (todas las ensoñaciones vividas hasta ahora), sino lo que el amor anhela.
Esto supone un cambio fundamental en tu percepción personal, llenándote de paz y alegría, por sentirte dueñ@ de tu mundo interior: ahora tú decides en qué piensas. No como hasta ahora, que habías delegado esa facultad en la mente-ego y te llevaba por su mundo de ilusión, habiéndote convertido en su esclav@.
Mantén siempre este pensamiento base (o cualquier otro relacionado con el amor) en tu interior. Es el ancla que impedirá te pierdas en las ensoñaciones mentales, “enchufándote” al ser que eres.
Las prácticas de estos artículos de “Vibrando en el amor” son las más transformadoras que harás en este curso de iniciación espiritual. Realizando únicamente este trabajo en el amor (con los audios incluidos), sin haber hecho ninguna labor interior previa, te desarrollarás como persona hasta límites insospechados, aunque te resultará más fácil si has “entrenado” antes. Así que abraza al mundo todo lo que puedas, que él te devolverá tu abrazo centuplicado.
Permanece todo el tiempo que quieras con esta visualización que se convertirá en motivo de goce para ti. Cuánto más la repitas, más creces en el amor (se desarrolla aquello que se ejercita). Así que ama y ama. Deja caer todas tus barreras interiores y permite que la vida te atraviese sin oponer resistencia, como si no existieras, estando abiert@ a todo lo que te regala, agradeciendo todo.
Cuando lleves un tiempo con este trabajo, te sientas muy cómod@ con él y disfrutes amando, es el momento de recorrer la última etapa de nuestro viaje compartido. Esto lo haremos en los dos siguientes artículos, siempre y cuando te apetezca cambiar de aires. Si gozas amando y quieres continuar con ello, adelante, quédate aquí saboreando tus nuevas sensaciones hasta percibir el anhelo de continuar con tu crecimiento.
Ahora, te recomiendo ejercites lo aprendido. Si quieres, claro.
Al comenzar este viaje interno tenías tu atención acostumbrada a mirar, casi permanentemente, fuera de ti, al exterior. Con el trabajo realizado has redirigido la dirección de ésta y, salvo excepciones puntuales por la necesidad de interactuar con el mundo, la mantienes orientada a tu interior. Ahora hay más luz en él y se respira un aire más puro, aunque todavía falta abrir totalmente las ventanas de tu ser para que fluya con libertad la energía más poderosa que existe: el AMOR.
Tu cuerpo es energía de amor. Pues bien, en estos momentos, si has hecho todo el trabajo precedente y escuchas los audios, lo tendrás bastante limpio de la energía del ego. Ya vibras en el amor incondicional, aunque a una frecuencia no muy elevada (hasta no hace mucho, eras una bola de ego andante). Ha llegado el momento de incrementar esa frecuencia y de quedarte, para siempre, en la vibración del amor que eres.
BENEFICIOS DE VIBRAR EN EL AMOR
Los beneficios que obtenemos por vibrar en el amor incondicional son muchos al aumentar de una manera muy acusada nuestra frecuencia, pero los más destacados son los siguientes.
1.- Incremento de nuestra sensibilidad para detectar el ego Al volverte más consciente de cómo es la frecuencia del amor, en cuanto la abandonas para perderte en la ilusión notas antes el cambio, no dejándote llevar por esa energía de más baja vibración.
2.- Atraemos pensamientos más elevados Debido a nuestro incremento vibratorio tenemos otro tipo de pensamientos, desapareciendo casi totalmente los de conflicto, decaimiento, negatividad, incertidumbre… Ya tenías pocos gracias al trabajo previo realizado, pero ahora notas tu mente plena de pensamientos de amor, de poder, de unión, de certeza
3.- Mantenemos un estado de ánimo pletórico y optimista Al sostener pensamientos más radiantes, tu estado de ánimo lo reflejará: te sentirás más animad@ y vital, experimentando un constante regocijo interior. Ese bienestar lo irradias a los demás que se notarán mejor en tu presencia y recibirás de ellos su positividad. De esta manera, recargas y renuevas tu energía en un bucle de retroalimentación.
Además, al tener un estado de ánimo optimista, emites esa alta vibración al universo que te devolverá esa misma frecuencia en forma de situaciones de vida, convirtiéndola en un incesante carrusel de alegrías.
4.- Percibimos la conexión con el Universo-Unidad de una manera más intensa y constante Te sientes amad@ y protegid@ por una energía poderosa e inteligente que te guía por la vida de la manera más adecuada para tu mayor crecimiento personal. Descubres un montón de afortunadas “casualidades” y sientes haber encontrado tu “sitio” en esta vida, sabiendo lo que harás en ella (tu misión). Esta certeza te llena de una fuerza interior desconocida hasta entonces, permitiéndote realizar cosas que creías imposibles.
5.- Nos convertimos en emisores/as de amor Al practicar el ejercicio de “Chakras de luz” creaste una burbuja protectora que te aislaba de la influencia del ego circundante. Pues bien, al vibrar en el amor, esa burbuja deja de ser una coraza defensiva para transformarse en una emisora de la más alta frecuencia de vibración: el amor. De esta manera, comienzas a darte al mundo y, a consecuencia de ello, todas las personas con las que interactúas experimentan una elevación de su frecuencia vibratoria (en unas más intensa que en otras). Así, de esta manera tan maravillosa, vas elevando la vibración de este planeta, cumpliendo el propósito de tu vida: ser una fuente del amor incondicional que rebosa en ti.
VIBRANDO EN EL AMOR: AMÁNDONOS
Este trabajo en el amor está dividido en tres etapas por ser el más importante para tu crecimiento personal. Además, normalmente, es el aspecto menos desarrollado del ser que somos por vivir en un mundo separado, en el que cada uno mira por lo suyo. Y esa forma de «mirar» la vida no favorece el crecimiento en el amor. En la primera etapa, acondicionamos nuestro subconsciente por medio de los audios subliminales del capítulo anterior. De esta manera, instalamos unas nuevas creencias que van a favor de lo que somos, no en contra, como la mayoría de las que tenemos actualmente. En la segunda etapa, que arrancamos ahora, llenamos nuestra mente consciente de ese concepto, para, seguido, amarnos a nosotros mismos: PUNTO FUNDAMENTAL DE ESTE TRABAJO. Así, desde ese amor que colma nuestro ser, podremos amar incondicionalmente a todo lo demás, fluyendo con la vida. Eso lo veremos en el siguiente artículo, donde finalizamos este amoroso aprendizaje.
Y sin más preámbulos, vamos a la parte práctica, a lo que nos hace crecer.
1º. ACONDICIONANDO LA MENTE
Lo primero que haremos será enfocarnos en mantener pensamientos de amor. Nos repetiremos unas afirmaciones llenas de ese vocablo para integrarlo en nuestro ser.
PENSAMIENTOS DE AMOR
Todo cuanto me rodea es amor.
Siento amor, pienso en amor, hablo y actúo llen@ de amor.
Soy el amor incondicional a Todo lo que Es.
Como alguna vez he comentado, adecúa las palabras a tu forma de expresarte, que conecten contigo y las sientas como tuyas. Cambia y retoca lo que consideres oportuno hasta dejarlas a tu gusto: conviértelas en «tus» frases.
Vete de una en una, en el orden en el que aparecen, y permanece todo el tiempo que quieras con cada una de ellas: 1, 2, 3… días. Tómate todo el tiempo que necesites y te apetezca. Llegará un momento en que sentirás debes ir a otra frase al encontrarte llen@ de la esencia de la que estás integrando en tu ser. Entonces, cambias de afirmación.
La forma de crecer con ellas es la habitual. Diariamente, cuando te encuentres en tus sesiones de trabajo interior, comienza a repetirte (mental o físicamente) la frase con una cadencia pausada y profunda, concentrándote todo lo posible en ella. Al finalizar, permanece un rato sintiendo tu vibración. Con cada repetición, percibirás cómo tu energía va elevando su frecuencia, notándote mejor. No «pienses» el significado de las palabras, sólo siéntelas. Centra tu atención en la sensación-vibración de tu cuerpo, sin perderte en ninguna elucubración mental acerca de lo que dices. Durante el día, en tus quehaceres habituales y siempre que puedas, vuelve a estos pensamientos semilla, a ver-sentir amor en todo. Conviértelos en tus «pensamientos base». Regresa a ellos en cuanto tengas momentos de asueto mental y no necesites enfocarte en nada concreto. También, cuando te notes perdid@ en ensoñaciones, retoma una y otra vez estos pensamientos de amor. Estas ensoñaciones nos llegan al hacer algo rutinario que no necesita toda nuestra atención. Una parte de ella la enfocamos en lo que hacemos (conducir, por ejemplo) y el resto la dirigimos, normalmente, a divagaciones diversas. Pues bien, en esos momentos sigue con lo que estés haciendo y el resto de tu atención la llevas a la afirmación del día.
La última frase, tras haberte trabajado las anteriores, es especialmente poderosa para tu crecimiento. Todo lo que vives está diseñado para tu mayor desarrollo personal, así que aprovecha todas las oportunidades-regalos de la vida para elevarte y ama, especialmente, aquellas circunstancias y/o pensamientos que te generan rechazo.
Si notas que el ego te lleva, céntrate en esta frase y te conectará a la realidad que eres. Es mágica.
Cuando adviertas que ya no avanzas más por tener todas las afirmaciones incorporadas a tu ser, pasa a la siguiente práctica.
2º. CHAKRAS DE LUZ-AURA-ROSA: AMÁNDONOS
El siguiente paso es realizar esta visualización en la parte correspondiente al aura, concentrándote totalmente en ella. En la espiración llenas tu burbuja de una luz rosa vibrante que emerge de tus chakras y te interpenetra completamente, haciéndote sentir la totalidad de tu cuerpo. Permanece unos días con esta visualización, que ya has trabajado anteriormente, hasta llegar a la «maestría» con ella. Eso sucederá cuando, sólo con la intención de hacerla, notes todo tu ser vibrando en la luz rosa. Con 2-4 días será suficiente, pero el tiempo es muy relativo, así que no te lo tomes al pie de la letra. El crecimiento espiritual por medio del trabajo interior es proporcional al tiempo dedicado y la intensidad del mismo. Y la intensidad depende de la capacidad de concentración que tengamos (normalmente baja si no ha habido un entrenamiento anterior).
Con esta visualización nos llenamos de amor, fundamento e intención del trabajo a desarrollar ahora, ya que si no nos amamos incondicionalmente a nosotros tampoco podremos hacerlo con los demás. El verdadero amor comienza por un@ mism@.
Si todavía te llegan pensamientos de reproche o no aceptación hacia ti (no te gusta el cuerpo que tienes, el cómo hablas, lo impaciente que eres, lo poco inteligente que te consideras…), haz el ejercicio del perdón. Llénate de luz violeta y ama todos aquellos pensamientos negativos que puedas tener sobre ti. Tú has sido el creador/a de esos pensamientos que han acabado convirtiéndose en creencias establecidas acerca de lo que eres. Perdónate por no haber sabido crear mejor (no sabías lo que sabes ahora) y ama tu creación, pues tal y como eres AHORA, eres perfect@.
No nos amamos porque el ego nos lo impide. El ego es sinónimo de separación y nos separa de lo que somos. Si no fuera así, él no existiría. Cuando estamos unidos a nuestra auténtica realidad, cuando vibramos en el amor incondicional, no hay separación con nada, sólo existe la unión, la Unidad, y no hay «espacio» para el ego.
El que «ve» tus imperfecciones o carencias es esa ilusión que crees ser. Estos «defectos» son el resultado de las comparaciones que él hace con el ideal de persona que supone debes ser para desenvolverte adecuadamente en este mundo.
Con el perdón no intentas cambiar las creencias que tienes, sino amar los pensamientos creados por ellas, de manera que, cuando te lleguen las habituales críticas y desaprobaciones del ego, tú solo sientas amor. Así abandonas la lucha con tus pensamientos y dejas de alimentarlos con la negatividad del rechazo, rompiendo el bucle de acción-reacción que los perpetuaba. De este modo, cambias tu vida al elevar la vibración que envías al universo, recibiendo situaciones acordes a tu nueva frecuencia vibratoria. Tú eres amor, así que ama todo, incluyendo esas interpretaciones limitantes del ego acerca de ti. No eres lo que crees ser, no eres una idea mental, sino una sensación, una vibración.
Compagina las dos prácticas (la visualización y el perdón) hasta mantener solamente pensamientos de amor y poder («soy capaz»): los dos componentes de la energía creadora que somos. Tendrás que ir alternando entre los colores violeta y rosa, pues el perdón es la llave que abre la puerta del amor. Por ello, perdónate para poder amarte.
Este trabajo es muy importante para tu crecimiento espiritual, por consiguiente, no avances hasta sentirte totalmente amad@ por ti mism@. Para saberlo, colócate delante de un espejo, sonríe y dile a tu imagen reflejada: «Te amo totalmente. Eres perfect@ tal como eres». Si sientes en tu interior la alegría de estas palabras, sin percibir ninguna negatividad del ego agazapado, entonces ya estás preparad@ para la siguiente práctica. Venga…, al espejo.
Ya sabes lo que eres realmente: la suma de energía de amor incondicional vibrando en lo que llamas «cuerpo» y consciencia eterna e infinita. Además, hemos visto que nacemos conectados a la Unidad y que, a causa de nuestro desarrollo intelectual y la creación de identificaciones-apegos, acabamos perdiendo la consciencia de esa conexión para vivir en la ilusión creada por la mente.
Ahora veremos cómo llegar a experimentar plenamente esa conexión. De esta manera, todo lo visto aquí no se quedará en un mero conocimiento teórico y vivirás en la CONSCIENCIA de la energía todopoderosa del amor universal vibrando en la tuya. Para lograrlo, cambiaremos la dirección de nuestro foco de atención, de la MENTE que nos creemos ser, a la VIBRACIÓN que realmente somos. Como dijo Einstein: “es de locos hacer lo mismo y esperar obtener resultados diferentes”. Si continuamos dedicando nuestra atención-energía a la mente, seguiremos haciendo lo mismo, con los resultados de sobra conocidos.
El gran cambio en nuestra vida, el cambio genuino, es dejar de fijar nuestra atención en el conocido mundo exterior, explorado y evaluado por la mente científica, y enfocarla en las profundidades del ser infinito que somos. Actualmente, la dirigimos esporádicamente a nuestro interior, generalmente cuando nos sentimos mal (el dolor nos obliga a fijarnos en él), y la casi totalidad del tiempo permanecemos “mirando” al exterior. A partir de ahora invertiremos los tiempos: la mayor parte lo pasaremos en nuestro mundo personal y lo mínimo imprescindible fuera, lo justo para poder interactuar con el mundo físico.
Este paso es muy duro: significa renunciar a vivir, por medio de la atención, en el mundo conocido de la forma y adentrarte en tu vasto y desconocido universo personal. Hay que ser muy valiente para tomar esa decisión, pero ES EL ÚNICO CAMBIO POSIBLE y, a partir de él, comienzas una nueva vida.
Al principio, tendrás un enemigo muy persistente: la impaciencia por encontrar, llegar o descubrir algo en concreto. El ansia por alcanzar la imaginaria meta de lograr tu propósito es el mayor impedimento del crecimiento espiritual. Esta ansia, nunca satisfecha, es la que trunca la mayoría de los intentos de transformación personal.
A continuación, te dejo unas pautas para tu trabajo-viaje interior, pero en ningún momento realices el esfuerzo de los ejercicios esperando sentir la conexión con la Unidad o la paz del momento presente o cualquier otra cosa. No. Si empiezas con un objetivo en concreto sería el ego guiando otra vez tu vida, y te garantizo que abandonarás. Nada satisface al ego durante mucho tiempo y la excitación por la novedad del trabajo espiritual, dará paso a la frustración ante la falta de resultados, con el subsiguiente abandono del camino emprendido.
“Entonces, ¿para qué voy a empezar, si lo que yo quiero es sentirme bien, ser consciente de esa conexión de la que hablas?”, podrías decirme.
La maravilla que vas a vivir es una consecuencia de tu trabajo personal, del cambio en el enfoque de tu atención, y nunca debe convertirse en un objetivo a lograr, porque eso va a impedirte disfrutar de lo que haces. Y si no disfrutas (por estar tan pendiente de llegar) no hay progreso. Solo puedes tener un único anhelo: caminar sin esperar llegar a ninguna meta, solo pasear-mirar en tu interior por el goce de descubrirte y hacer las prácticas de concentración por el placer de hacerlas. Es como el que va al gimnasio simplemente por la satisfacción de entrenarse, de sentir su cuerpo en forma. Eso sí, al principio no habrá mucho placer con los ejercicios; pero progresivamente, según te vaya abandonando el ego, los irás disfrutando y al final no podrás vivir sin ellos.
Este quehacer dará frutos con el tiempo. Irás conociéndote en profundidad, siendo capaz de distinguir lo real de la ilusión que existe en ti, no perdiéndote en ella. Ganarás en autoestima, en fortaleza personal, en creatividad… Y comenzarás a amarte totalmente.
Llegará un momento en que te encantará estar a solas contigo. Esta es la señal de que el ego ha perdido el control de tu interior y ya moras en tu casa, en tu cuerpo, en el templo del Dios/a que es. De repente, un buen día, todas tus células te cantan a coro la realidad de que vibras en otra energía, haciéndote rebosar de alegría por saber que vives en un Universo que te ama, te guía y te protege. A la vez, sientes en tu interior una presencia, llena de poder y amor, que te relaja y en la que te abandonas confiad@. También te llega la certeza de que tienes una misión para esta vida, una misión que te apasiona: darte al mundo expresando los dones que atesoras. Y mucho antes de eso, descubres que viajas por un camino que no tiene fin, en el que no se “llega” a ningún lado, sólo se avanza, sólo se crece, ya que ESTÁS EN EL INFINITO VIAJE CONSCIENTE POR LA VIDA.
Dicho lo anterior (que lo vivirás), comenzamos esta travesía por tu mundo personal.
Este camino, al principio, es inhóspito y sin ningún resultado visible. Es muy parecido a cuando decidimos hacer deporte por primera vez. Las tres-cuatro primeras semanas son las más importantes, es el tiempo que tarda en establecerse un nuevo hábito. Tendremos agujetas los primeros días, es normal, hemos llevado los músculos más allá de su zona de confort. Con el tiempo desaparecen y hacer ejercicio nos cuesta menos, llegando un momento en que el propio cuerpo nos lo pide. Ese es el indicador de haber incorporado el hábito de hacer deporte a nuestras rutinas personales.
Lo mismo sucede con el trabajo espiritual: lo fundamental es establecer nuevas costumbres. Al comienzo, nos obligamos a hacerlo (esta obligación es la lucha con la inercia vigente de “no hacer nada”); pero luego esa tarea interior se convierte en nuestra nueva forma de vida.
Veamos a continuación qué nuevas rutinas establecemos, si quieres, claro.
NUEVOS HÁBITOS PARA UNA NUEVA VIDA
1º.-Pregúntate constantemente: «¿dónde está mi atención ahora?», así sabrás qué estás creando. Normalmente la tendrás en la mente. Si te descubres cavilando sobre un tema en concreto, intentando llegar a una conclusión-solución, perfecto: estás usando la mente. Si te notas divagando, elucubrando sobre esto o lo otro, recordando cosas del pasado o anticipando posibles situaciones de futuro, entonces, te está dirigiendo la mente.
El caso es que seas siempre consciente de dónde está tu atención. Eso sí, no te regañes por haberte perdido en tus ensoñaciones, ya que entonces sería el ego entrando por la puerta de atrás.
De esta manera empezamos a darnos cuenta de la ilusión creada por nuestra inconsciencia. Aquí ya alteramos el rumbo del barco que somos, dejando de estar dirigido por un capitán que va por libre (la mente no consciente), para empuñar nosotros (la consciencia) el timón. Durante un tiempo lo compartirás con ella, hasta que seas lo suficientemente fuerte para manejarlo tu sol@; pero este es el mejor comienzo.
2º.-Date cuenta de cómo te sientes, momento a momento. De esta manera advertirás cuál es la “calidad” de la vibración de tu energía. Si te sientes bien, pletóric@, sin que haya ningún motivo justificado, perfecto, estás en tu estado natural de alegría. Si hubiera algún motivo, sería el ego alegrándose por ello. Por el contrario, si te notas triste, angustiad@, ansios@, con negatividad… estás viviendo en la ilusión mental. Siempre.
Un buen método para transformar esta baja vibración es tararear, silbar… prestando toda tu atención a los sonidos que emites. Es mejor no pronunciar palabras inteligibles, estaría interviniendo la mente. Entona sonidos, que no sean los de ninguna canción conocida (mente otra vez): crea tu propia melodía. Al poco advertirás cómo tu estado de ánimo comienza a renovarse. Sigue con tu canción improvisada sobre la marcha. Llegará un momento en que habrás elevado tu vibración y te sentirás de diferente manera.
Esto es debido a que el sonido, como todo, es vibración. Si vibras con negatividad y tarareas una melodía alegre, estás introduciendo una nueva vibración en tu energía y la energía de frecuencia más alta siempre se impone a la baja. El mayor esfuerzo es comenzar a canturrear cuando estamos sumidos en pensamientos negativos, pero ese es el trabajo que conlleva el crecer. Con el tiempo te será más fácil y no solo cantarás para estar alegre, sino porque estás alegre. ¿No te lo crees?, haz la prueba y me cuentas. Si acabas dedicándote a la música, no me des las gracias: ese es tu don.
Al darte cuenta de cómo te sientes cambias la dirección de tu atención, quedándote a solas contigo, y empiezas a conocerte, a descubrirte. Al principio te generará incomodidad el mirar dentro de ti. La mente te incitará, una y otra vez, a que la tengas “entretenida” con cosas más “importantes” del exterior, del mundo que conoce. A la mente le aterra lo desconocido y, para ella, lo que realmente eres es un completo misterio. No cedas, sigue mirando lo que eres. Y, fundamental, encuentres lo que encuentres en tu interior: ¡ÁMALO! Este es el primer requisito para avanzar en este camino de descubrimiento personal: ámate en todo momento y circunstancia. Ámate, aunque te cueste, sea lo que sea que hayas hecho, dicho, sentido o pensado. El que juzga siempre es el ego; el amor (que tú eres) solo sabe amar. Si no te amas incondicionalmente, el ego te acabará sacando del camino de crecimiento que emprendes ahora.
Como resumen de este punto, y para que sea tu brújula interior, ten siempre presente que LO MÁS IMPORTANTE ES SENTIRSE BIEN. El cómo te sientes es la energía principal que mandas al Universo, y eso es lo que vas a recibir de vuelta en forma de circunstancias vitales. Según cómo te sientas, así será tu nivel vibratorio: a más alegría-bienestar más elevada frecuencia de vibración. Y la «calidad» de los acontecimientos que te lleguen reflejarán ese nivel. Tú decides, de esta manera, cómo quieres que sea tu vida.
3º.- Establece el hábito de realizar 1, 2 ó 3 sesiones diarias de ejercicios de concentración-meditación, distribuidos a lo largo del día. Cuantas más hagas, más rápido vas a desarrollar la capacidad de concentración, tu auténtico poder creador. Puedes empezar con 5-10 minutos en cada sesión y, si eres constante en tu práctica, cada vez te irá gustando más. Al principio te va a parecer una tediosa obligación: no estás acostumbrad@ a estar a solas contigo y la mente, en forma de parloteo mental, va a asaltar tu campo de consciencia para que la sigas. Si sucede esto, que sucederá, no interactúes con los pensamientos, no les hagas caso, y continúas con el ejercicio. En eso consiste concentrarse, en regresar al ejercicio todas las veces que te despistes.
Con el tiempo te sentirás más a gusto haciéndolos y los momentos de meditación serán los mejores del día. Cuando estás concentrado en algo vives en la paz de tu mundo personal, sin interferencias del exterior, y esta sensación acaba enganchando. Llegará el día en que todo el tiempo que pases despiert@ será una sesión continua de concentración y no te hará falta dedicar tiempo en exclusiva para ello. Lo conseguirás con el tiempo, no ahora, al principio.
Con estos tres hábitos instalados en tu día a día, realizando el ejercicio del perdón en aquellas situaciones que te provoquen negatividad (luego hablamos de él), y la escucha diaria de los audios subliminales que decidas crear, asentarás tus pasos por este camino que ahora inicias. Una vez adquiridas estas rutinas surge una dedicación constante a vivir en ese infinito mundo interior que vibra en tu ser y, al cabo de un tiempo, sin que te des cuenta, tu TRABAJO interior se transforma en tu DISFRUTE total. Y será impensable para ti volver a tu antigua vida, ya que estarás en el camino del crecimiento consciente y constante.
Te anticipo que los comienzos de este periplo interior son muy duros. Vas a ir, a partir de ahora, en una dirección totalmente diferente a la que lleva el mundo conocido en el que vivimos. Los dogmas del ego-separación están presentes en todo cuanto nos rodea, la energía de este mundo vibra en ella, y, lo quieras o no, nos afecta por resonancia en la nuestra. Tú, ahora, inicias el proceso para crear una isla propia, tu isla, en la que vibrará la consciencia en el amor incondicional que eres. Esto representa un considerable esfuerzo y, además, es un trabajo personal: nadie puede hacerlo por ti; pero no hay otro camino.
El hecho de que sea un esfuerzo individual no significa que lo hagas en soledad: tú nunca estás sol@. En el siguiente apartado descubrirás quién te acompaña.
HABLANDO CON TU ESENCIA DIVINA
Antes de arrancar con este viaje te recomiendo dirigirte a esa presencia, idea, imagen… que identificas como lo más sagrado, y que vive en ti. Muchos lo conocen por Dios, otros Íntimo, Todo lo que Es… Yo siempre le he llamado Padre, pero el nombre es irrelevante: llames como le llames, siempre te escucha.
Esa Presencia y lo que conoces por “Yo” es lo mismo, solo que en dimensiones diferentes. Él/la es tu aliad@ más poderos@ y siempre está contigo. Llegará un día que dejarás de ser lo que estás siendo ahora para expresar, en plenitud, ese Ser que lleva tiempo palpitando en ti.
Si nunca has hablado con Él/la, ahora es el momento de comenzar. Al principio te sentirás rar@, pero que te dé igual: es normal que suceda esto. Con el tiempo dejarás de sentir esa incomodidad y será lo habitual para ti. Más adelante ya no te hará falta hablarle, puesto que le percibirás siempre contigo.
Dirígete con humildad a esa Presencia silenciosa, amorosa y acogedora. Dile que, a partir de ahora, quieres mantener este contacto, que confías en recibir toda la ayuda necesaria para llegar a fundirte en uno con ella. Dile que quieres ser llevad@.
Puedes (yo lo hago todas las mañanas antes de salir de casa) estar un rato en su presencia por medio de una oración. Elabora una oración, tu oración, en la que pides aquello que creas necesitar. Con el tiempo, y tu propio crecimiento personal, la modificarás y tus nuevas peticiones se irán alineando de acuerdo con el amor incondicional; pero, en un principio, solicita aquello que brote de tu corazón… y abandónate en esa esencia que te acoge.
Ahora vamos con la parte práctica, con lo que nos hace crecer.
PASOS PARA ELEVAR NUESTRA VIBRACIÓN
–El primer paso para elevar nuestra vibración es no crear más negatividad conlos pensamientos de rechazo, lucha, impaciencia, ira… es decir, todos aquellos de no aceptación del momento presente. Sé consciente de los pensamientos que tienes, porque son los principales responsables de tu nivel vibratorio. Cada pensamiento genera una emoción. Una emoción sostenida crea un estado de ánimo, que es la energía que mandas al Universo y, por consiguiente, la energía que recibirás de él. Así pues, estate alerta a aquello que tienes en tu campo de consciencia. Lo que piensas es lo que estás creando y, eso que creas, eleva o desciende tu frecuencia de vibración.
Un remedio infalible para no crear más negatividad con los pensamientos de baja vibración es no seguirlos, dejar que se vayan solos sin interactuar con ellos. Si no puedes, por estar muy identificad@ con las formas mentales, haz el ejercicio siguiente.
– El ejercicio del perdónes fundamental para nuestra transformación interior, y PUEDES EMPEZAR YA. Es el que nos permite sanar esas situaciones y pensamientos a los que estamos “enganchados” energéticamente. Al perdonar dejamos de reaccionar inconscientemente a las situaciones que vivimos, rompiendo el bucle de acción-reacción. De esta sencilla manera modificamos la vibración de la energía que enviamos al Universo. Cualquier pensamiento o circunstancia de vida (mala salud, escasez económica, ausencia o malas relaciones personales…) que nos desequilibre negativamente, que nos altere emocionalmente, es susceptible de tratarla con este ejercicio. Con el tiempo lo harás en contadas ocasiones, porque ya habrás sanado todas las situaciones-pensamientos que te anclaban al pasado; pero mientras llega ese momento, vuelve una y otra vez a esta poderosísima práctica. No te canses de hacerla.
Ahora vamos a llenar de contenido nuestras sesiones de trabajo interior.
PLAN DE TRABAJO VIBRATORIO
1º.- Comenzamos nuestros ejercicios de concentración-meditación con “Activando la Unidad”, en la que declaramos nuestra intención de fundirnos en uno con ella. Hazla, como mínimo, una vez al día siendo la total concentración en lo que lees. Así, leyendo, empiezas a incrementar tu capacidad de concentración. Siente cada una de sus palabras y ábrete, por medio de tu intención, a permitirte ser tomado por la Unidad. De esta manera dejamos claro a la Unidad, y a la mente, nuestro anhelo de fundirnos con ella. Cuando te notes perdid@ en el mundo de la ilusión, falto de fuerzas o desarraigad@, sumérgete en la visualización y déjate llevar por tus sensaciones en esa conexión consciente: te notarás cambiad@ al acabar de leerla.
Hazla todos los días, hasta que dejes de hacerla; así, sin más. En un momento dado estarás en otro nivel vibratorio y no te hará falta para nada. La dejarás como a una muleta que ya ha cumplido su labor.
Mientras trabajas este ejercicio procura asentar los hábitos 1 y 2, que, fundamentalmente, es centrar la atención en tu interior. Estate 2-4 meses (el tiempo es orientativo, cada persona es un mundo) hasta tener establecido firmemente el hábito de “mirar” dentro de ti. No quieras correr en este tema (sería tu ego buscando recompensas). Tómate el tiempo necesario hasta que empieces a disfrutar estando a solas contigo. Cuando lo hayas conseguido, inicias la siguiente práctica, sigas o no con “Activando la Unidad” (yo me tiré más de un año con ella).
2º.- A la vez que haces “Activando la Unidad”, en otra de tus sesiones de concentración, comienzas con “Activando Ida, Pingala y chakras”. Este ejercicio procura hacerlo en todo momento y circunstancia. Vuelve a él una y otra vez cuando te pierdas en ensoñaciones mentales o cuando no tengas que interactuar con el exterior (esperando en colas, paseando, en el metro-tren-autobús…). Te puede costar mucho realizarlo con los ojos abiertos, pero con la repetición lo acabas consiguiendo (si dudas de ello es tu mente quien te dirige). Al principio te “perderás” muchas veces, no importa, es lo normal: vuelves a comenzar desde el principio. Da igual las veces que te caigas, lo importante es que te levantes siempre. Con el tiempo se convertirá en tu “refugio” de los ataques de la mente-ego intentando llevarte por su mundo de fantasía; pero, al comenzar con él, tendrás un gran reto: mantener, durante un prolongado intervalo de tiempo, toda tu atención en el ejercicio. Este esfuerzo sostenido desarrollará rápidamente tu concentración y, a mayor concentración, mayor poder de crecimiento adquieres.
ESTE EJERCICIO ES LA CLAVE DE TU CRECIMIENTO ESPIRITUAL. Si lo incorporas a tu día a día, tienes garantizado el éxito en este viaje de cambio personal, porque, aparte de mejorar sustancialmente tu capacidad de concentración, limpias y activas los circuitos energéticos. No escatimes tiempo con esta práctica, es esencial. También, mientras estás con él, procura hacer unas cuantas veces al día el ejercicio“Activando Sushumna: órbita microcósmica”. Así irás limpiando y energizando la línea Hara, imprescindible para la siguiente práctica.
3º.- Cuando ya hagas con fluidez los nadis, comienzas con «Chakras de luz”. Al principio, y hasta dominarlo totalmente, haz el ejercicio completo. Cuando realices la parte del planeta y el universo te sentirás diferente, inclusive puede que hasta mal: es tu amor divino, tu amor incondicional, imponiéndose a las capas más profundas del ego-miedo. No te preocupes por esas sensaciones: es una buena señal. Al poco disfrutarás y sentirás una gran alegría al amar al Universo. Esa alegría es la alegría de dar.
Una vez ya puedas hacerla fácilmente con los ojos abiertos en tus quehaceres diarios, te centras en “Saludo a los chakras”, “Conexión Tierra-Cielo” y “Chakras de Luz-aura”. Cuando sientas nítidamente la conexión Tierra-Cielo, pasas a hacer todo el día “Chakras de luz-aura”. Utiliza, en principio el color violeta (irás cambiando, sin darte cuenta, al rosa según se vaya limpiando-elevando tu vibración) y permaneces semanas o meses con él. No tengas prisa en dejarlo: el ejercicio te dejará a ti.
“Chakras de luz” eleva la vibración de nuestra energía al conectarnos con la del Amor Universal, haciendo que la más baja del apego vaya desacoplándose de la nuestra. A consecuencia del aumento vibratorio, incrementamos nuestra sensibilidad y clarividencia, despertándonos del sueño de la ilusión, percibiendo más claramente identificaciones que permanecían ocultas para nuestro nivel habitual de consciencia. Además, va formándose una burbuja energética que nos aísla de la resonancia de la vibración del ego circundante. De esta manera, nuestra “isla personal de amor” no será contaminada por la polución mental de la ilusión que llena este mundo. Llegará el día en que notarás cómo tienes creada tu burbuja protectora (es tu aura fortalecida por la energía del Amor Universal). En un momento dado, no te hará falta concentrarte en ella para sentirla: sólo con tu intención la percibirás envolviéndote completamente, sin ningún esfuerzo por tu parte. Este es el indicador de que has alcanzado un total control mental que impedirá a los pensamientos ilusorios de la mente-ego llevarte por su mundo. En este punto ya eres el/la soberan@ de tu mundo mental y serás capaz de mantener sólo los pensamientos que desees.
4º.- Tras dominar la visualización anterior, con tu burbuja creada, conviertes los dos ejercicios anteriores (“Activando Ida, Pingala y Chakras” y “Chakras de luz”) en ejercicios de mantenimiento-limpieza, haciendo dos-tres visualizaciones diarias (no te va a llevar más de 1 minuto de reloj por cada una. Yo los suelo hacer a la mañana, antes de salir de casa a trabajar y de la oración al Padre) y, durante el resto del día, te centras exclusiva y permanentemente en“Sintiendo lo que somos: vibración”.
«Chakras de luz» nos conecta a la Unidad, «Sintiendo lo que somos» nos ancla en ella. Cuanto más lo hagas más poderosa y elevada se vuelve tu energía. Si tienes momentos de agobio mental que te impidan sentir lo que eres, haz la “Respiración consciente”. A veces, por estar alterados emocionalmente, la ansiedad por llegar a percibir nuestra vibración nos impide acercarnos a ella. La respiración consciente nos lleva a un estado intermedio, al relajarnos, permitiéndonos disfrutar de lo que somos.
El objetivo de este ejercicio es pasar de la energía mental, que crea la ilusión, a la energía del amor que es nuestra esencia física. Para ello, centramos la atención en la sensación de nuestra energía vibrando. Esta vibración que sentimos es el amor que somos, que permanece siempre conectado al Amor Universal. Este amor “individual” se une, por medio de nuestra atención sostenida, al amor que todo lo llena y del que formamos parte indisoluble. Y en esta conexión recibimos todo cuanto necesitamos para crecer en armonía, según los designios de la Inteligencia Universal que palpita en la Unidad y que te guía cuando tu intención es amar incondicionalmente.
Intenta mantener siempre parte de tu atención en tu cuerpo-energía, a la vez que interactúas con el exterior: así permanecerás unid@ a tu ser y nada de fuera te desequilibrará. Cuando el mundo exterior no reclame tu atención, céntrala en tu energía, en tu amor. Al concentrarte en ella vas desarrollando y fortaleciendo tu vibración, tu luz, a la vez que la sensación de conexión con la Unidad se vuelve más intensa. Notarás cómo el mundo exterior pierde al poder de alterarte, de desequilibrarte, y comienzas a vibrar en una paz y alegría más profundas cada día. También, descubrirás con más facilidad los pensamientos de la mente-ego que te llegan y serás capaz de dejarlos pasar, sin seguirlos, quedándote anclad@ al momento presente.
De esta manera, te vas centrando-viviendo permanentemente en el Aquí-Ahora, el punto de conexión consciente con la Unidad. Y, a partir de aquí, fluyes con la vida, siendo un@ con ella. Habrás dejado de vivir en el mundo de la ilusión, el mundo de la separación, dándote cuenta de que todas las experiencias vividas hasta ahora han sido una amorosa preparación para este momento de conexión plena. Y la luz del amor que irradias elevará la vibración de las personas que se crucen en tu camino, ya que EMANARÁS LUZ DE AMOR DIVINO.
RAZONES PARA ESTAS PAUTAS DE TRABAJO
Si el ejercicio final, y en el que vamos a permanecer todo el tiempo, es el de “Sintiendo lo que somos: vibración”, ¿por qué no empezamos con él directamente y así ahorramos tiempo y esfuerzo?
Si comenzáramos con este ejercicio, lo haríamos durante un tiempo, no mucho, e irremisiblemente lo acabaríamos dejando. ¿Por qué?
Estamos muy llenos de la energía del ego. Esta energía es la que impide, a la consciencia que somos, permanecer en el cuerpo que es su casa. Es decir,el ego nos ha sacado de la casa-cuerpo que habitamos. Llevamos toda la vida fuera de nosotros, de nuestro hogar. Todas las reacciones, decisiones, pensamientos, emociones, actitudes, etc., son una creación de él. Por decirlo de otra manera: estamos poseídos por el ego. Él es quien gobierna nuestra vida y el que “vive” en la energía que somos.
Si empezamos directamente con el ejercicio de “Sintiendo lo que somos”, si intentamos de entrada “vivir” en nuestra casa, el ego (que lleva muchísimo tiempo en ella) nos echaría a patadas. Piensa por un momento la fuerza que puede tener el ego-mente en tu vida. Llevas con él muchos años y le has permitido ser tu dueño y señor. La consciencia que eres siempre ha querido volver a su hogar otra vez (ese es el anhelo que te ha hecho llegar hasta aquí), pero es muy pequeña, es una niña inocente. Y una niña poco puede hacer frente a un adulto embravecido. Así que para poder “entrar a vivir” a nuestra casa, antes hay que limpiarla del ego, de ese poderoso ser-ilusión que nos llena. Y la única manera de limpiarnos de la vibración del ego es elevando la vibración de amor que somos, permitiendo así que la Consciencia Universal pueda “vivir” en nuestra energía.
Para conseguirlo, lo primero que hacemos es pedir ayuda (l@s niñ@s piden ayuda a sus Padres): manifestamos a la Unidad nuestro deseo de ser llevad@s por ella, no por la fantasía que nos vive. Por lo tanto, empezamos “Activando la Unidad”.
Luego, ponemos en forma la energía que somos, movilizando los circuitos y vórtices energéticos de nuestro cuerpo, para facilitar esa unión, “Activando Ida, Pingala y Chakras” y “Activando sushumna: órbita microcósmica”.
Tras haber activado nuestra estructura energética, es cuando conectamos conscientemente nuestra energía a la Unidad por medio de “Chakras de Luz”. Con esta conexión vamos limpiando nuestro cuerpo-energía de la del ego, al recibir la elevada vibración del Amor Universal.
Una vez depurada nuestra energía, creamos una burbuja protectora que impedirá resonemos en la disfunción que nos rodea, por realizar diariamente nuestros ejercicios de mantenimiento.
Limpi@s ya de la mayor parte de la baja vibración del ego (tenemos mucho incorporado y a niveles muy profundos) es cuando podemos descansar en nuestro cuerpo-templo “Sintiendo lo que somos: vibración”. Con este ejercicio, la consciencia fortalecida que ya serás acabará de erradicar cualquier resto de ego agazapado en tu interior.
De esta manera, y día a día, la luz que emana la casa que habita tu consciencia será más intensa, más radiante: TE CONVERTIRÁS EN UN FARO, e iluminarás el camino de aquellos caminantes que buscan el regresar a su hogar.
Este camino, que ahora emprendes, es para toda la vida. Ya nunca volverás a tu antiguo ser: ni querrás ni podrás, porque aquello que aumentas en consciencia nunca lo pierdes. Ese aumento es lo que creces, lo que evolucionas, puesto que la vida es un constante crecimiento, una continua evolución, un perpetuo cambio.
Así que, ahora, herman@, deja que la vida te lleve de su mano, porque, como ya sabes, tú, en realidad, no eres nada ni nadie: sólo eres Consciencia. Permite que todo sea tal como es y relájate, llen@ de paz y confianza, en la energía del amor que te acoge. En esa energía que siempre ha permanecido conectada a la Unidad.
Empieza a caminar y ¡dale caña!, ¡es una maravilla lo que te espera!
Cualquier problema, duda o sugerencia, házmelo saber, por favor.
Cuídate, herman@, y… ¡DALE CAÑA!
Cuando lleves unos cuantos meses trabajando lo aprendido hasta aquí, y disfrutes haciéndolo, es el momento de continuar creciendo:VOLVIENDO AL CAMINO.
Hemos visto en artículos anteriores qué son las creencias y el inmenso poder que tienen en nuestra vida. En“Leyes de la creación: leyes de la energía”, decíamos: “La energía es dirigida por nuestra atención y crea aquello en lo que se focaliza. Esto lo vimos en el artículo “Nuestro cuerpo: ¿qué somos realmente?”, pero lo recalco aquí otra vez, ya que este concepto es clave en nuestra existencia: somos seres nacidos para crear y estamos creando constantemente. Nuestro foco de atención es un sempiterno decreto que enviamos al universo, poniéndose inmediatamente manos a la obra para materializarlo, porque debes saber que: el Universo está a nuestro servicio para darnos lo que pidamos, es nuestro siervo infalible. Es como el genio de la lámpara que al frotarla sale y nos concede no tres deseos, como en el cuento, sino todo aquello que queramos. Es un mayordomo fiel y poderoso, que está continuamente consiguiendo todos los caprichos señalados por nuestra atención sostenida”.
Una creencia no es más que atención mantenida en una idea repetida muchas veces (“es muy difícil encontrar trabajo hoy en día”, por ejemplo). Esta atención está “fijada”, unida, a esa idea mental, de manera que ya ni pensamos en ella conscientemente. Esta atención constante consigue que el Universo cree para nosotros aquello en lo que nos fijamos, así que nos dará un montón de circunstancias y vivencias que demostrarán lo complicado que es encontrar trabajo actualmente. Y, a consecuencia de ello, reforzamos esa creencia. En este bucle vive muchísima gente, por no decir toda.
La única forma de salir de él, de cambiar lo que recibimos de la vida, es cambiando lo que pedimos. Modificando nuestras creencias, transformamos las circunstancias de nuestra vida, porque nuestra energía va a vibrar en una frecuencia diferente. Todo es vibración y las creencias, al igual que los pensamientos, son diferentes frecuencias de vibración. La energía atrae energía semejante, por lo tanto, si lo que emanamos vibra con «tengo un trabajo maravilloso», por ser nuestra creencia-verdad, en ella fijamos nuestra atención y eso recibiremos del Universo: un trabajo maravilloso.
Hay otro tipo de decretos creadores, los que hacen mención a cualidades personales: «no tengo fuerza de voluntad», «soy muy insegur@», «soy impaciente», «me altero enseguida», «no tengo aptitudes para conseguir nada: soy un inútil»… Estas son las creencias limitantes que están impidiendo nuestro crecimiento. Son los tapones que nos imposibilitan expresar todo el potencial que atesoramos. Asimismo, todas las circunstancias vitales que nos regale el Universo reflejarán estas «verdades». Si te fijas en ellas, te darás cuenta de que solo son juicios de valor dictados por… tu ego.
Ahora vamos a conocer una poderosa herramienta que nos permite modificar esas creencias limitantes que todos tenemos en mayor o menor cantidad, además de conseguir aquello que anhelamos. De esta manera, comenzamos el proceso de convertirnos, conscientemente, en la persona que queremos ser, dejando de vivir esclavos de esas «verdades» que nos han inculcado en la niñez, o las que hemos ido incorporando a lo largo de los años por nuestras interpretaciones (del ego) acerca de las circunstancias vividas.
COMO GRABAR UN AUDIO SUBLIMINAL
CONCEPTOS La palabra subliminal viene del griego y significa “debajo del límite”, es decir, debajo de la percepción consciente, en el caso de los mensajes subliminales. Así, los mensajes subliminales serían todos aquellos que no son percibidos por nuestra mente consciente, pero sí son captados por las capas más profundas de la misma.
La mentetiene tres niveles según su grado de consciencia:
La mente consciente: es con la que funcionamos normalmente. Se encarga de percibir la realidad de la que nos damos cuenta y que podemos describir sin esfuerzo: la percepción, los recuerdos, los pensamientos… Aquí vive el ego.
La mente subconsciente: conoce las cosas que has sabido, pero que temporalmente has olvidado. Con un poco de esfuerzo podemos volver a recordar y traerlas al campo de lo consciente. Aquí es donde moran las creencias que hemos incorporado a nuestra vida.
La mente inconsciente: es aquella que almacena todas las experiencias vividas por nuestra especie en todos los años de existencia. Se suele llamar mente reptiliana y aquí residen las creencias del género humano.
COMPORTAMIENTO DEL EGO ANTE LAS CREENCIAS LIMITANTES El ego es el perro guardián de las creencias limitantes. Va a hacer todo lo posible para que no cambies nada, ya que esas creencias que te limitan ES el ego y quiere sobrevivir a toda costa. A lo largo del tiempo que estemos trabajándonos interiormente, va a hacernos sentir mal, para que desistamos de seguir con nuestro empeño de modificarlas.
Repetirnos las nuevas creencias a modo de mantra, para instalarlas en nuestro interior, tiene un efecto mucho más moderado que los audios subliminales. El ego (no olvides que vive en la mente consciente) va a negar todo aquello que le digas conscientemente, ya que es el mayor enemigo de la transformación interior. Sin embargo, por medio de los audios subliminales soslayamos su constante vigilancia, puesto que sólo oímos sonidos ininteligibles. De esta manera, entramos directamente en la mente subconsciente, donde residen las creencias, y las fijamos allí.
CÓMO CREAR LOS AUDIOS SUBLIMINALES Los audios subliminales constan de tres grabaciones en una (esto es lo que yo hago, aunque se pueden hacer más). Son las siguientes:
1.- Afirmaciones-creencias: es la fundamental y, a continuación, tienes unas indicaciones para redactarlas. Repite 5 veces cada afirmación, dejando entre ellas un silencio de 3 a 5 segundos, así tu subconsciente lo asimila mejor.
2.- Onda isocrónica: son unos sonidos monocordes y rítmicos que relajan el cerebro, volviéndose más permeable a la instalación de las nuevas creencias, acortándose los tiempos. Yo me bajé una de internet y es la que pongo en todas mis grabaciones. Aquí te dejo un enlace a la onda isocrónica para que la descargues si quieres.
3.- Música relajante: tienes un montón de música en YouTube. Elige la que más te agrade, porque vas a pasar mucho tiempo con ella. Yo hago varias grabaciones con las mismas afirmaciones: una la escucho durante el día, en todos los momentos que puedo; otra por las noches, sonando por los altavoces del ordenador (duermo solo y, para esto, es una ventaja). Cuando me canso las cambio por otras, ya que la música es diferente, pero el contenido fundamental es el mismo.
La música que no sea cantada, para no interferir con las afirmaciones, que es lo primordial de los audios subliminales. Tienes sonidos de la naturaleza: arroyos, lluvia, pájaros… Vete haciendo pruebas hasta descubrir el tipo de melodía que conecta contigo.
Para grabar los audios utilizo este programa: Audacity, es gratis, y lo puedes descargar aquí. Es un programa de manejo sencillo, pero como todo, hay que aprender a utilizarlo. Existen un montón de tutoriales en YouTube, aunque en realidad, hay que conocer muy pocas cosas. Fundamentalmente vas a trabajar con dos efectos del programa, muy sencillos de aplicar:
1.- Cambiar tono. Este efecto es para distorsionar nuestra voz en la grabación con las afirmaciones. Si no lo hacemos, el ego las va a entender y lo negará todo; así que la desfiguramos para saltarnos la mente consciente y llegar al subconsciente. Yo utilizo en el cambio de tono un porcentaje de -78%, pero esto a gusto del consumidor. Lo importante es que las palabras sean ininteligibles.
2.- Repetir. Suelo hacer audios de tres horas de duración, para que no me acabe aburriendo enseguida. Para ello, repito la grabación de las afirmaciones y la onda isocrónica hasta que coincidan con la de la música.
Volumen de la grabación: que se oigan un poco las afirmaciones (distorsionadas con el cambio de tono) y, poco también, la onda isocrónica; pero algo debe de oírse bajo la música relajante que elijas. Lo más importante de todo es que el nivel que decidas poner a tus afirmaciones te permita disfrutar de la música. Así pues, juega con los volúmenes de grabación hasta quedarte a gusto.
Convertidor de vídeos a mp3:aquí te dejo un enlace para guardar sólo la música del vídeo de YouTube. Es el que utilizo y va bien. Además, es online, así no tienes que instalarlo: convertidor vídeo-mp3.
Cortador de audio: hay grabaciones musicales de 8 ó 10 horas. Con este programa online la puedes recortar a la duración deseada: cortador de audio.
CÓMO ELABORAR LAS AFIRMACIONES: CÓMO PEDIR AL UNIVERSO
Una afirmación, como su nombre indica, no debe contener NUNCA una negación: todo debe ir redactado en términos positivos. Si quieres corregir lo que consideras un defecto, no lo niegues. Diciendo: “No quiero ser una persona impaciente”, indicas lo que NO quieres, pero no señalas al Universo lo que SÍ quieres. “Soy una persona tranquila y paciente”, ya expresa lo que deseas, ya lo dejas claro.
La afirmación debe estar conjugada con el verbo en presente: la petición siempre es AHORA. Si dices: “Tendré mucho éxito en este trabajo”, el Universo lo pone en la lista de tareas pendientes a hacer en el futuro y ese “tendré” hará que nunca llegue lo que deseas. Todo lo que decidas pedir-creer, hazlo en el ahora, porque este es el único momento que tenemos para vivir: el eterno presente.
Los verbos de las afirmaciones van siempre en la primera persona del singular. Las afirmaciones son para cambiar tus creencias, no las de los demás. Puedes empezarla con un “Yo…” o directamente el verbo: “Soy, tengo, emano, desbordo, atraigo…”. El “Yo Soy…”, seguido de lo que sea, es muy poderoso porque decretamos desde nuestra divinidad. “Yo soy todopoderoso”, “Yo soy la total confianza en mí mism@”, “Yo soy la alegría de vivir”, “Yo soy un imán para el dinero”…
Graba 5-6 afirmaciones por audio y todas deben tratar sobre el mismo tema para evitar la dispersión de la energía en diferentes objetivos. De esta forma, al concentrarla en un solo propósito, lo materializamos antes.
Que las afirmaciones sean cortas y con un mensaje claro. Utiliza un lenguaje sencillo y directo, así darás más fuerza a tu anhelo.
Antes de grabar ningún audio, escribe la o las afirmaciones en un papel y medita sobre ellas durante el día. Corrige tu forma de expresarte las veces que haga falta, hasta sentir que son tu verdad y, entonces, la grabas. La afirmación debe VIBRAR en tu ser. Que sean tus palabras, tu fuerza, tu poder. No cojas las afirmaciones de otro a no ser que las compartas totalmente y quieras vivirlas como tuyas.
CÓMO TRABAJAR CON LOS AUDIOS SUBLIMINALES – Lo normal es estar alrededor de 3-9 meses con ellos, pero sigue escuchándolos hasta notar que debes cambiar a otras afirmaciones. En este tiempo se asientan las creencias en nuestro interior; pero los resultados se demoran algo más, de manera que, al cabo del tiempo, ves cómo se materializa en tu vida una afirmación que habías dejado de trabajarte. Esto es debido a que esa afirmación, según va fijándose en tu subconsciente, va cambiando la vibración de tu energía. Cuando transcurre un tiempo ya está asentada en tu mente, pero en el universo todavía vibra tu antigua creencia (fíjate en el tiempo que llevas con ella). Date tiempo para ver los resultados. Unos los percibirás antes que otros, dependiendo del grado de identificación que hayas tenido con esa creencia limitante; pero siempre, siempre, recibes aquello que pides-afirmas en los audios.
– Sé constante, todo lleva su tiempo. Asentar una creencia para anular otra limitante cuesta más que instalar una creencia virgen, ya que en este caso no hay que “desbancar» a ninguna, solo establecerla por primera vez.
– Escúchalos siempre que tengas oportunidad y puedes hacer otras cosas mientras los oigas: no es necesario estar concentrado en ellos.
– Mientras estés con los audios, procura vivir de acuerdo con aquello que estés trabajándote. Así que, si estás mejorando tu autoestima, aprovecha cualquier ocasión que te brinde la vida para honrarte y quererte, viendo todo lo positivo que hay en ti. Al principio se te hará raro, como en todos los cambios, pero pronto notarás como esa coherencia entre lo que dices y lo que trabajas con los audios comienza a dar resultados.
Espero te haya quedado claro cómo grabar y trabajar con los audios subliminales, pero si no es así, ya sabes, coméntamelo.
No me negarás que es cómodo, ¡solo hay que escuchar música!, y te garantizo que es tremendamente efectivo. Así que, ¡dale caña: es una maravilla lo que te espera!