Vibrando en el amor: amándonos

Al comenzar este viaje interno tenías tu atención acostumbrada a mirar, casi permanentemente, fuera de ti, al exterior. Con el trabajo realizado has redirigido la dirección de ésta y, salvo excepciones puntuales por la necesidad de interactuar con el mundo, la mantienes orientada a tu interior. Ahora hay más luz en él y se respira un aire más puro, aunque todavía falta abrir totalmente las ventanas de tu ser para que fluya con libertad la energía más poderosa que existe: el AMOR.

Tu cuerpo es energía de amor. Pues bien, en estos momentos, si has hecho todo el trabajo precedente y escuchas los audios, lo tendrás bastante limpio de la energía del ego. Ya vibras en el amor incondicional, aunque a una frecuencia no muy elevada (hasta no hace mucho, eras una bola de ego andante). Ha llegado el momento de incrementar esa frecuencia y de quedarte, para siempre, en la vibración del amor que eres.

 

BENEFICIOS DE VIBRAR EN EL AMOR

Los beneficios que obtenemos por vibrar en el amor incondicional son muchos al aumentar de una manera muy acusada nuestra frecuencia, pero los más destacados son los siguientes.

1.- Incremento de nuestra sensibilidad para detectar el ego
Al volverte más consciente de cómo es la frecuencia del amor, en cuanto la abandonas para perderte en la ilusión notas antes el cambio, no dejándote llevar por esa energía de más baja vibración.

2.- Atraemos pensamientos más elevados
Debido a nuestro incremento vibratorio tenemos otro tipo de pensamientos, desapareciendo casi totalmente los de conflicto, decaimiento, negatividad, incertidumbre… Ya tenías pocos gracias al trabajo previo realizado, pero ahora notas tu mente plena de pensamientos de amor, de poder, de unión, de certeza

3.- Mantenemos un estado de ánimo pletórico y optimista
Al sostener pensamientos más radiantes, tu estado de ánimo lo reflejará: te sentirás más animad@ y vital, experimentando un constante regocijo interior. Ese bienestar lo irradias a los demás que se notarán mejor en tu presencia y recibirás de ellos su positividad. De esta manera, recargas y renuevas tu energía en un bucle de retroalimentación.
Además, al tener un estado de ánimo optimista, emites esa alta vibración al universo que te devolverá esa misma frecuencia en forma de situaciones de vida, convirtiéndola en un incesante carrusel de alegrías.

4.- Percibimos la conexión con el Universo-Unidad de una manera más intensa y constante
Te sientes amad@ y protegid@ por una energía poderosa e inteligente que te guía por la vida de la manera más adecuada para tu mayor crecimiento personal. Descubres un montón de afortunadas “casualidades” y sientes haber encontrado tu “sitio” en esta vida, sabiendo lo que harás en ella (tu misión). Esta certeza te llena de una fuerza interior desconocida hasta entonces, permitiéndote realizar cosas que creías imposibles.

5.- Nos convertimos en emisores/as de amor
Al practicar el ejercicio de “Chakras de luz” creaste una burbuja protectora que te aislaba de la influencia del ego circundante. Pues bien, al vibrar en el amor, esa burbuja deja de ser una coraza defensiva para transformarse en una emisora de la más alta frecuencia de vibración: el amor. De esta manera, comienzas a darte al mundo y, a consecuencia de ello, todas las personas con las que interactúas experimentan una elevación de su frecuencia vibratoria (en unas más intensa que en otras). Así, de esta manera tan maravillosa, vas elevando la vibración de este planeta, cumpliendo el propósito de tu vida: ser una fuente del amor incondicional que rebosa en ti.

VIBRANDO EN EL AMOR: AMÁNDONOS

Este trabajo en el amor está dividido en tres etapas por ser el más importante para tu crecimiento personal. Además, normalmente, es el aspecto menos desarrollado del ser que somos por vivir en un mundo separado, en el que cada uno mira por lo suyo. Y esa forma de «mirar» la vida no favorece el crecimiento en el amor.
En la primera etapa, acondicionamos nuestro subconsciente por medio de los audios subliminales del capítulo anterior. De esta manera, instalamos unas nuevas creencias que van a favor de lo que somos, no en contra, como la mayoría de las que tenemos actualmente.
En la segunda etapa, que arrancamos ahora, llenamos nuestra mente consciente de ese concepto, para, seguido, amarnos a nosotros mismos: PUNTO FUNDAMENTAL DE ESTE TRABAJO. Así, desde ese amor que colma nuestro ser, podremos amar incondicionalmente a todo lo demás, fluyendo con la vida. Eso lo veremos en el siguiente artículo, donde finalizamos este amoroso aprendizaje.

Y sin más preámbulos, vamos a la parte práctica, a lo que nos hace crecer.

1º. ACONDICIONANDO LA MENTE

Lo primero que haremos será enfocarnos en mantener pensamientos de amor. Nos repetiremos unas afirmaciones llenas de ese vocablo para integrarlo en nuestro ser.

PENSAMIENTOS DE AMOR

  1. Todo cuanto me rodea es amor.
  2. Siento amor, pienso en amor, hablo y actúo llen@ de amor.
  3. Soy el amor incondicional a Todo lo que Es.

Como alguna vez he comentado, adecúa las palabras a tu forma de expresarte, que conecten contigo y las sientas como tuyas. Cambia y retoca lo que consideres oportuno hasta dejarlas a tu gusto: conviértelas en «tus» frases.

Vete de una en una, en el orden en el que aparecen, y permanece todo el tiempo que quieras con cada una de ellas: 1, 2, 3… días. Tómate todo el tiempo que necesites y te apetezca. Llegará un momento en que sentirás debes ir a otra frase al encontrarte llen@ de la esencia de la que estás integrando en tu ser. Entonces, cambias de afirmación.

La forma de crecer con ellas es la habitual. Diariamente, cuando te encuentres en tus sesiones de trabajo interior, comienza a repetirte (mental o físicamente) la frase con una cadencia pausada y profunda, concentrándote todo lo posible en ella. Al finalizar, permanece un rato sintiendo tu vibración. Con cada repetición, percibirás cómo tu energía va elevando su frecuencia, notándote mejor. No «pienses» el significado de las palabras, sólo siéntelas. Centra tu atención en la sensación-vibración de tu cuerpo, sin perderte en ninguna elucubración mental acerca de lo que dices.
Durante el día, en tus quehaceres habituales y siempre que puedas, vuelve a estos pensamientos semilla, a ver-sentir amor en todo. Conviértelos en tus «pensamientos base». Regresa a ellos en cuanto tengas momentos de asueto mental y no necesites enfocarte en nada concreto. También, cuando te notes perdid@ en ensoñaciones, retoma una y otra vez estos pensamientos de amor. Estas ensoñaciones nos llegan al hacer algo rutinario que no necesita toda nuestra atención. Una parte de ella la enfocamos en lo que hacemos (conducir, por ejemplo) y el resto la dirigimos, normalmente, a divagaciones diversas. Pues bien, en esos momentos sigue con lo que estés haciendo y el resto de tu atención la llevas a la afirmación del día.

La última frase, tras haberte trabajado las anteriores, es especialmente poderosa para tu crecimiento. Todo lo que vives está diseñado para tu mayor desarrollo personal, así que aprovecha todas las oportunidades-regalos de la vida para elevarte y ama, especialmente, aquellas circunstancias y/o pensamientos que te generan rechazo.
Si notas que el ego te lleva, céntrate en esta frase y te conectará a la realidad que eres. Es mágica.
Cuando adviertas que ya no avanzas más por tener todas las afirmaciones incorporadas a tu ser, pasa a la siguiente práctica.

2º. CHAKRAS DE LUZ-AURA-ROSA: AMÁNDONOS

El siguiente paso es realizar esta visualización en la parte correspondiente al aura, concentrándote totalmente en ella. En la espiración llenas tu burbuja de una luz rosa vibrante que emerge de tus chakras y te interpenetra completamente, haciéndote sentir la totalidad de tu cuerpo.
Permanece unos días con esta visualización, que ya has trabajado anteriormente, hasta llegar a la «maestría» con ella. Eso sucederá cuando, sólo con la intención de hacerla, notes todo tu ser vibrando en la luz rosa. Con 2-4 días será suficiente, pero el tiempo es muy relativo, así que no te lo tomes al pie de la letra. El crecimiento espiritual por medio del trabajo interior es proporcional al tiempo dedicado y la intensidad del mismo. Y la intensidad depende de la capacidad de concentración que tengamos (normalmente baja si no ha habido un entrenamiento anterior).

Con esta visualización nos llenamos de amor, fundamento e intención del trabajo a desarrollar ahora, ya que si no nos amamos incondicionalmente a nosotros tampoco podremos hacerlo con los demás. El verdadero amor comienza por un@ mism@.

Si todavía te llegan pensamientos de reproche o no aceptación hacia ti (no te gusta el cuerpo que tienes, el cómo hablas, lo impaciente que eres, lo poco inteligente que te consideras…), haz el ejercicio del perdón. Llénate de luz violeta y ama todos aquellos pensamientos negativos que puedas tener sobre ti. Tú has sido el creador/a de esos pensamientos que han acabado convirtiéndose en creencias establecidas acerca de lo que eres. Perdónate por no haber sabido crear mejor (no sabías lo que sabes ahora) y ama tu creación, pues tal y como eres AHORA, eres perfect@.

No nos amamos porque el ego nos lo impide. El ego es sinónimo de separación y nos separa de lo que somos. Si no fuera así, él no existiría. Cuando estamos unidos a nuestra auténtica realidad, cuando vibramos en el amor incondicional, no hay separación con nada, sólo existe la unión, la Unidad, y no hay «espacio» para el ego.
El que «ve» tus imperfecciones o carencias es esa ilusión que crees ser. Estos «defectos» son el resultado de las comparaciones que él hace con el ideal de persona que supone debes ser para desenvolverte adecuadamente en este mundo.

Con el perdón no intentas cambiar las creencias que tienes, sino amar los pensamientos creados por ellas, de manera que, cuando te lleguen las habituales críticas y desaprobaciones del ego, tú solo sientas amor. Así abandonas la lucha con tus pensamientos y dejas de alimentarlos con la negatividad del rechazo, rompiendo el bucle de acción-reacción que los perpetuaba. De este modo, cambias tu vida al elevar la vibración que envías al universo, recibiendo situaciones acordes a tu nueva frecuencia vibratoria.
Tú eres amor, así que ama todo, incluyendo esas interpretaciones limitantes del ego acerca de ti. No eres lo que crees ser, no eres una idea mental, sino una sensación, una vibración.

Compagina las dos prácticas (la visualización y el perdón) hasta mantener solamente pensamientos de amor y poder («soy capaz»): los dos componentes de la energía creadora que somos. Tendrás que ir alternando entre los colores violeta y rosa, pues el perdón es la llave que abre la puerta del amor. Por ello, perdónate para poder amarte.

Este trabajo es muy importante para tu crecimiento espiritual, por consiguiente, no avances hasta sentirte totalmente amad@ por ti mism@. Para saberlo, colócate delante de un espejo, sonríe y dile a tu imagen reflejada: «Te amo totalmente. Eres perfect@ tal como eres». Si sientes en tu interior la alegría de estas palabras, sin percibir ninguna negatividad del ego agazapado, entonces ya estás preparad@ para la siguiente práctica.
Venga…, al espejo.

Un abrazo, de corazón.
Nos vemos en el final de esta apasionante trilogía “Vibrando en el amor: amando al mundo”.

Inicio